Photograph, White, Monochrome, Monochrome photography, Darkness, Style, Black-and-white, Black, Photography, Snapshot, pinterest

Dirección: Christopher Nolan
Reparto: Christian Bale, Michael Caine, Liam Neeson, Katie Holmes, Cillian Murphy, Tom Wilkinson, Rutger Hauer, Gary Oldman
Título en V.O: Batman Begins
Nacionalidad: USA Año: 2005 Fecha de estreno: 17-06-2005 Duración: 134 Género: Acción Color o en B/N: Color Guión: David S. Goyer Fotografía: Wally Pfister Música: Hans Zimmer, James Newton Howard
Sinopsis: Tras contemplar de niño cómo mataban a sus padres, el millonario Bruce Wayne (Christian Bale) se obsesiona con la venganza que no pudo tomarse entonces. Viaja con esa idea fija hacia el Este, donde busca consejo en el peligroso ninja Ra's Al Ghul (Ken Watanabe), y luego regresa a una decadente Gotham City, asolada por el crimen organizado. Mientras sus socios tratan de apartarle de Industrias Wayne, la empresa que heredó, Bruce investiga una cueva bajo los cimientos de su mansión en la que halla un traje acorazado que le permitirá transformarse en Batman.Fecha de estreno: 17 de junio de 2005

Crítica

Star FillStar FillStar FillStar FillStar

Más allá de su aportación artística, el principal objetivo de Batman Begins pasaba, de entrada, por recuperar a un personaje que Hollywood había convertido en un fantoche, en una caricatura de sí mismo. Resucitar a un Batman que de forma progresiva había ido perdiendo todo aquello que Tim Burton fue capaz de traducir del cómic al celuloide en Batman y Batman vuelve: el tormento interior, el idealismo y/o venganza como exorcismo personal, las sombras existenciales y el peso de la pérdida. Matices y rasgos que las versiones infumables de Joel Schumacher, Batman Forever y Batman & Robin, eliminaron de un plumazo, convirtiendo al héroe y su leyenda en una excusa banal al servicio de la pirotecnia, el absurdo y el despilfarro fílmico.Christopher Nolan, que debuta con una superproducción tras las tres perlas indies Following, Memento e Insomnio, sale a hombros de la difícil contienda. Devuelve seriedad y rigor al personaje, porque lo reaviva a lo grande. Para ello se hace valer de un espléndido Christian Bale, que nos regala aquí la mejor encarnación del Hombre Murciélago, a años luz de Val Kilmer o George Clooney, y por encima del entrañable pero inexpresivo Michael Keaton. Bale inventa o, mejor dicho, recupera al Batman herido, taciturno, confuso y complejo, muy en la línea de la novela gráfica de Frank Miller Batman: Año Uno, y le confiere un trazo psicológico más depurado. El director, a su vez, busca la inspiración en los tonos negros y oscuros de la obra de Miller. En contra de la opinión de muchos fans escépticos, la idea de precuela, esto es, la idea de inaugurar un ciclo de films ubicados antes del inicio estipulado por Burton, no es un recurso hueco ni un golpe de efecto a la desesperada. La intención de enseñarnos al Batman pre-Batman, planteada en Batman: Año Uno y desarrollada con numerosas licencias en la extraordinaria primera hora de la película, es el vehículo necesario para apuntillar la mirada hiperrealista de Nolan. Se nos explica el porqué de las características especiales de Batman, tanto físicas como emocionales (el entrenamiento en el Tíbet, sus miedos, la soledad endémica de su devenir, incluso el origen de sus gadgets) y se explicita que, a diferencia de Spider-Man o Superman, en su caso no hay intervenciones fantásticas en su génesis o toma de conciencia. Tim Burton se mantuvo fiel al cómic en el sentido que no se preguntaba ni trataba de indagar más allá de los límites de su original; Christopher Nolan, por su parte, renuncia a ese modelo, se ampara en las obras de Miller y se centra en la búsqueda de un pasado que explique y dé coherencia al presente.Además de la excelente caracterización de Bruce Wayne y su álter ego, Nolan redondea la jugada con un abrumador reparto en el que destacan Gary Oldman, soberbio como teniente Gordon, y Michael Caine, el más logrado Alfred que nunca podríamos imaginar. La visión que el cineasta ofrece de Gotham también es ejemplar: urbe tenebrosa y amenazante que equilibra su propio Apocalipsis con ese barniz de realismo que impregna gran parte del film. Un tono que se rompe con la precipitación brusca de los acontecimientos y la innecesaria sobredosis de épica de la batalla final, que se desvinculan del intimismo oscurantista de gran parte del metraje. Ligeros inconvenientes (junto al diseño del batmóvil, el personaje de Katie Holmes o la rapidez con que se despacha la relación entre Batman y la policía) que no obstaculizan el trayecto firme y concluyente de una película que crece con el recuerdo y devuelve la ilusión a los fans. Con mucha diferencia, la mejor entrega de la saga desde Batman vuelve. Para fans nostálgicos del mejor Batman. Lo mejor: su forma de recuperar a Batman para el cine.Lo peor: el diseño del batmóvil.