Cristina Castaño (Villalba, Lugo 30/10/1978)
"Si no hubiese sido actriz, me hubiera gustado ser cantante o terapeuta, porque me gusta mucho la psicología". Si Cristina Castaño no ha cumplido este deseo en su vida real, sí lo ha conseguido en la ficción, en el papel de Judith, la psicóloga desesperada por encontrar al hombre de su vida en la serie 'La que se avecina' (Telecinco). Es el papel que le ha dado popularidad y que acaba de dejar tras nueve temporadas, "porque creo que ya le he dado todo al personaje y que si sigo con él iba a ser sólo eso para el público, y que sería difícil que productores y directores me vieran en otros personajes". No es eso con lo que sueña esta gallega que se mudó a Madrid con la disculpa de estudiar Periodismo ("mis padres querían que estudiara algo serio, con futuro"), y cuando estaba en segundo le salió un papel protagonista en su tierra, en la serie 'Pratos combinados' de la televisión autonómica. Luego compartió escenario con Concha Velasco en la obra 'Las manzanas del viernes', de Antonio Gala, y cursó Interpretación con profesores como Juan Carlos Corazza y Fernando Piernas. "Mi vida está hecha de muchos golpes de suerte, como que me eligieran para la serie 'Al salir de clase' (Telecinco), donde fui la mala malísima. 'La que se avecina' ha sido otro golpe de suerte, lo mismo que 'Cabaret', el musical que protagonizo ahora y con el que estoy de gira." Esta obra le ha permitido realizar su otra vocación, la de cantante, que le llevó incluso a participar, fuera de concurso, en el veterano Festival de la Canción de Viña del Mar (Chile).
Su nuevo horizonte es la pantalla grande: ha estado en 'Nacida para ganar', de Vicente Villanueva, y estrena 'La madriguera', de Kurro González. Aunque no olvida la televisión, en la que está rodando 'Al final del Camino' (TVE). Hermana del también actor Nacho Castaño y sobrina del periodista Pepe Domingo Castaño, es perseverante y tiene mucha confianza en sí misma. Aficionada a las motos y las ciencias ocultas, no vive sin su móvil y está muy atenta a las redes sociales, que atiende en persona. Acaba de darse el capricho de comprarse el coche de sus sueños. ¿Qué coche? ¿Qué marca? Los sueños no saben de marcas, contesta con una sonrisa pícara, manteniendo el misterio.
Por qué la queremos: Una sonrisa que tarda en aparecer, pero que cautiva cuando lo hace.
Asignatura pendiente: Sacarse el carné de motos de gran cilindrada.