Francesco Carril (Madrid, 21/05/1986)
Es el compañero cinematográfico de Jonás Trueba, con el que ha rodado 'Los ilusos' (2013), 'Los exiliados románticos' (2015) y 'La reconquista' (2016). Acaba de filmar 'Morir', de Fernando Franco, y, mientras espera que le descubra la televisión, está dirigiendo un montaje de Anna Karenina con su compañía Teatro- Saraband, y en enero volverá, como actor, con 'El alcalde de Zalamea', de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC). Apasionado de las tablas, fue en un escenario donde vivió el golpe de suerte de su carrera: "Me vio Miguel del Arco trabajando con la Joven CNTC", en Todo es enredos, amor.
A partir de ahí todo ha ido sobre ruedas. O casi todo, porque habría que excluir el día que un espectador sufrió un infarto mientras interpretaban El alcalde
de Zalamea. Fanático de la comida y de la gastronomía (le encanta cocinar, se enorgullece de su rosbif y no viviría sin vino tinto), es también un enamorado
de las motos: "Me acabo de comprar una muy grande, una Suzuki Vsv 650cc". Amigo, pues, de la velocidad, es enemigo declarado de las alturas y, por tanto, de los deportes de riesgo y de las atracciones. Francesco Carril, que declara el sentido del humor como su punto fuerte ("no entiendo la vida sin humor") y la timidez, como el débil, se mueve con un lema en la vida: "Cualquier cosa que hagas, hazla con todo tu ser". Y con él iría de cabeza a trabajar con Isabelle Huppert y, si fuera mujer, a hacer 'La señorita Julia'. Maniático del orden y de la puntualidad, le gustaría no dejar de hacer teatro, "aunque si alguna vez abandonara este oficio, sería sin duda cocinero".
Por qué le queremos: Por su seriedad profesional y su inteligente sentido del humor.
Asignatura pendiente: El deporte: "Nunca encuentro el adecuado".