Ana Rujas (Madrid, 1989). Arriesgó mucho, y salió airosa, con la escort de lujo de ‘Diana’, de Alejo Moreno. Impaciente ante su gran proyecto personal, ‘La mujer más fea del mundo’, obra de teatro coproducida y coescrita por ella que estrenará en Barcelona, esta actriz del barrio de Carabanchel tiene un gran objetivo en su carrera y en su vida: rodearse de gente potente. “Estoy en el camino de realizar mis sueños y trabajar con los profesionales que admiro, como los directores Angélica Liddell, en teatro, o Vermut e Iñárritu, en cine”.

Mientras, su lema es: Si no te vibra, no lo hagas; amparada en su punto fuerte: “Tengo un máster en caer y levantarme, tanto en mi carrera como sentimentalmente, porque a veces confío demasiado en mi corazón y temo que la gente me decepcione”.

Reconoce una fobia: que su novio Borja encharque el suelo del baño después de la ducha, y dos grandes manías: “llevar un libro siempre en el bolso y no salir nunca de casa sin hacer la cama”. Siempre cerca, sus cómplices: “mi hermana Sandra, mi padre Buda, mi pareja y mi amigo Carlos, mi coach personal”.

Así se hizo El Relevo 2018

Headshot of Juan Silvestre

Director digital de Fotogramas.es y el español vivo que ha visto y ve más cine español. Se mete 1,7 películas al día y escribe sobre ellas 40 horas a la semana desde hace 20 años. Y no solo cine patrio. Desde los títulos más indies hasta los blockbuster imprescindibles o lo más selecto de los festivales internacionales. Todo vale para alimentar su inagotable ansia cinéfila. Y, por supuesto, sin dejar de lado las series de televisión.

Por su grabadora ha pasado todo el 'star system' español… y gran parte del internacional. Desde que se licenció en Periodismo allá por… Bueno, desde que se licenció en Periodismo, ha trabajado en varias cabeceras de Hearst, como TP, Supertele o Teleindiscreta, antes de aterrizar en Fotogramas, curiosamente, la revista que le empezó a despertar su pasión por el séptimo arte desde bien pequeñito.

También es actor pero, a la espera del Goya Revelación, está felizmente encasillado en su papel.