En ocasiones, algunos de los sueños que más anhelamos y que más nos importan se hacen esperar más tiempo del que podríamos imaginar. A pesar de todo, cuando estos se cumplen, la espera les otorga un sabor más dulce, un sentimiento de satisfacción aún mayor. Si no que se lo digan a Anthony Hopkins, mítico protagonista de 'El Silencio de los Corderos', que vio uno de los suyos hecho realidad, medio siglo después de haberlo concebido.

¿Cuál fue una de las grandes pasiones de Hopkins? Cuando tan solo sumaba 27 años de edad, a comienzos de los 60 (el veterano actor se pasea por este mundo desde hace ya más de ocho décadas), compuso un vals. Sin embargo, nunca se atrevió a musicalizarlo. Gracias al holandés André Rieu, pudo ver sus partituras cobrar vida, en un maravilloso concierto en Viena en 2013.

"Damas y caballeros, tengo una sorpresa para ustedes," anunciaba André ante la audiencia, acompañado de su Orquesta Johann Strauss. "Y he de decir que fue una sorpresa para mí, también. Hace unos meses, recibí una llamada en mi oficina en Nueva York. Me dijeron que tenían a alguien al teléfono que quería hablar conmigo. Era un gran fan y había compuesto un Vals e insistía en que lo tocase con mi orquesta," proseguía relatando el director.

"Recibo llamas como estas todos los días. Pero, cuando escuché el nombre de la persona, casi me desmayo. Un actor famoso en el mundo entero, una de las mayores estrellas de Hollywood..." Tal y como explicaba Rieu, tiempo antes de que Hopkins se empezase a dedicar a la profesión que le acompañaría toda la vida, el hombre había sido músico. "Compuso este vals en un papel y nunca ha sido escuchado. Nunca lo hizo, estaba muy asustado."

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Hopkins vio en televisión al director de orquesta y, entonces, supo que él era el indicado para traer a la vida a su antigua creación. "Hablamos por teléfono. Es extremadamente amable. Le dije, 'envíame las notas'. Así lo hizo y grabamos el Vals. Os puedo decir que es maravilloso. Excitante, romántico, apasionante, fílmico," continuaba Rieu. "Estoy muy orgulloso de que podamos interpretar este Vals en Viena por primera vez. Y aún más orgulloso de que esta estrella de Hollywood haya volado desde Los Ángeles para acompañarnos esta noche. Un fuerte aplauso para: Sir Anthony Hopkins."

Instantes después, comenzaba a sonar la bella melodía y se podía ver cómo una marea de emociones empezaba a aflorar en el rostro del actor, que escuchaba atentamente su propia obra envuelto por el resto de espectadores presentes. Al terminar, los espectadores se ponían en pie y homenajeaban al compositor, que les agradecía su cariño.

Headshot of Manuel D'Ocon

Manuel es experto en cine, series y televisión. Especializado en crítica cinematográfica, llegó a Fotogramas en 2022, donde cubre diariamente la actualidad de la industria nacional e internacional.

Desde muy pequeño, el cine y el teatro fueron su pasión. Imaginar historias, verlas y leerlas, acabó por convertirse en su vocación. Por ello, se trasladó desde su ciudad natal, Oviedo, hasta Madrid en 2015 para estudiar Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III de Madrid e Interpretación en el Estudio Corazza para el Actor. Unos años más tarde, tras finalizar ambos estudios, realizó el Máster en Crítica Cinematográfica de la ECAM. Poco después de obtener su diploma, imaginando un futuro en el que la actuación y la escritura pudieran coexistir en su día a día, llegó a la redacción de Fotogramas, donde se ha dedicado de lleno a crear contenido de lo que más le apasiona. (‘Harry Potter’ es su perdición y cualquier ocasión es buena para reflexionar e indagar sobre su apasionante universo).

Como buen miembro de la Generación Z, está al tanto de las tendencias que se cuecen en las diferentes redes sociales y es consciente del impacto que estas provocan en la audiencia: ya sea para cancelar o impulsar proyectos y celebrities. Y, por consiguiente, los cambios en los intereses de los lectores más jóvenes de la publicación. Netflix, HBO y Disney+ son sus aliados más acérrimos y no duda en dedicarles sus horas y su compañía, para poder después hablar incansablemente con los lectores de la revista.