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Durante la gloriosa década de los 80, el cine de fantasía entraba en su máximo apogeo y el director Ridley Scott, tras el éxito de ‘Blade Runner’ (1982), decidió sumergirse de lleno en el género de espada y brujería con ‘Legend’ (1985), disponible ahora en Disney+. El reparto contaba con un joven Tom Cruise que había captado dos años atrás la atención del público con ‘Risky Business’ (1983), pero fue Tim Curry, famoso por la interpretación del payaso diabólico Pennywise en la adaptación de ‘It’ (1990) a la pequeña pantalla, el que se llevó todas las atenciones al interpretar al personaje del Señor de las Tinieblas, quien pretende sumir el reino fantástico en el que se desarrolla el filme en la oscuridad y la desesperación. Sin embargo, tras la majestuosidad visual de su llamativo personaje se escondía un duro proceso de maquillaje que se convirtió en una absoluta odisea cinematográfica.
Ridley Scott eligió a Tim Curry después de quedar impresionado por su icónico papel del travesti Dr. Frank-N-Furter en ‘The Rocky Horror Picture Show’ (1975), quedando convencido de haber elegido al actor camaleónico perfecto para dar vida al temible personaje. Pero el precio de encarnar a esta figura demoníaca resultó ser una experiencia casi tan oscura como el propio personaje. El titánico proceso de maquillaje por el que Curry se veía obligado a pasar cada jornada de rodaje requería cinco horas y media. Encima de su cabeza se incorporaba una estructura sobre la que se apoyaban los cuernos construidos con fibra de vidrio, que quedaban sujetos a través de un arnés, haciendo que la nuca del actor quedase rígida y soportase una gran tensión al aguantar su peso. Rob Bottin, el genio de los efectos especiales, tuvo que diseñar unos cuernos huecos con un material más liviano para poder aliviar a Tim Curry.
Aunque el verdadero desafío fue el proceso de desmaquillaje. Al término de cada rodaje, Curry debía esperar durante una hora aproximadamente a que la goma adhesiva con base de alcohol que utilizaban para fijar su maquillaje se disolviera. Durante una de las jornadas de grabación, la impaciencia y la claustrofobia se apoderaron del actor, que trató de retirar apresuradamente el maquillaje antes de que la goma se hubiese disuelto, lo que dio resultado a graves desgarros en su piel. El director Ridley Scott tuvo que trabajar alrededor de una semana para adaptarse a esta situación.
Aún así, el compromiso de Curry con su personaje era firme desde el primer momento. Firmó su contrato antes de que el diseño del Señor de las Tinieblas estuviera finalizado, viviendo en primera persona el proceso en el que se decidió cómo ensamblar cada pieza de arte conceptual que cubriría por completo su rostro real. El guion del filme exigía una transformación completa. Como dato anecdótico, la altura total del personaje que desarrolló Curry desde sus patas de fauno hasta la punta de sus cuernos, era de más de tres metros; casi el equivalente al doble de la altura de su compañero de reparto Tom Cruise.
