Nos situamos a mediados de los 70, cuando un joven George Lucas había estado desarrollando una idea basada en los filmes de samurais del gran Akira Kurosawa, la obra ‘El héroe de las mil caras’ de Joseph Campbell y las historietas de ciencia ficción de ‘Flash Gordon’. El resultado de aquel proyecto daría lugar al inicio de una de las sagas cinematográficas más famosas de todos los tiempos: ‘Star Wars.

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Para la elección del elenco, George Lucas se asoció con su colega Brian De Palma, quien también se encontraba a la caza de nuevos intérpretes para su próxima película titulada ‘Carrie’, organizando así un casting múltiple donde captarían nuevos talentos que podrían encajar en cualquiera de las dos películas. Lucas tenía claro desde un primer momento que los actores que encarnarían a sus personajes deberían ser jóvenes e inexpertos, creando su saga sobre los hombros de nuevos intérpretes que no pudiesen ser relacionados con otras cintas famosas, a excepción de Alec Guinness. Mark Hamill, Carrie Fisher y Harrison Ford fueron los seleccionados para ponerse en la piel de los protagonistas: Luke Skywalker, Leia Organa y Han Solo. Ahora solo faltaba elegir al actor que se metería dentro del traje del malvado antagonista.

George Lucas había quedado sorprendido años antes al ver en ‘La naranja mecánica’ (1971) al actor que interpretaba a Julian, el fornido empleado doméstico de Frank Alexander. Su nombre era David Prowse, un levantador de pesas y culturista cuya hercúlea talla (medía 1,98 m y pesaba 118 kg) se ajustaba perfectamente al papel de Darth Vader. Pese a que finalmente se hizo con el papel, Lucas quedó disgustado con el acento de Bristol que exhibía el personaje, motivo por el que contrató a James Earl Jones para doblar todas las líneas que Vader tenía en el filme, dándole un tono más oscuro y amenazador. David Prowse declaró que no había tenido ninguna constancia del doblaje hasta que acudió al preestreno en cines del ‘Episodio IV’, quedando muy decepcionado tras su visionado. Además, a partir de la segunda entrega de la saga, Lucas decidió prescindir del torpe culturista en todas las secuencias en las que se mostraba a Darth Vader peleando con su sable de luz, siendo sustituido por el legendario entrenador de esgrima Bob Anderson, famoso por haber coreografiado a actores de la talla de Errol Flynn, y que dotaba de mayor realismo a las escenas con espadas.

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No fue la única vez que David Prowse tuvo que ser suplantado, ya que en ‘El retorno del Jedi’ (1983), Lucas decidió que sería el actor británico Sebastian Shaw quien enseñaría el rostro cuando Luke Skywalker le retirase el casco a Darth Vader para poder conocer el semblante de su padre, dejándole fuera de la ecuación galáctica por enésima vez. Según el documental español ‘I Am Your Father’ (2015) en el que se aborda la problemática de Prowse para figurar como el verdadero actor que interpretó a Vader, se sugiere que todo estuvo motivado por unas desafortunadas declaraciones que el actor hizo a un diario local de California, en las que se destripaba uno de los momentos cumbres de la saga intergaláctica, desvelando el parentesco entre Darth Vader y Luke Skywalker. De este modo, la participación del ex campeón de halterofilia se limitó a dotar de vida el robótico cuerpo de Lord Vader.

Finalmente, pese a que su nombre sí figuró en los títulos de créditos, nunca brilló en el firmamento fílmico de la saga galáctica, quedando enterrado para el gran público. Prowse, que audicionó para varios papeles de renombre, tuvo que conformarse con ser el entrenador personal de otras estrellas, ayudando a Christopher Reeve para su rol en ‘Superman’ (1978) y a Cary Elwes para su personaje de Westley en ‘La princesa prometida’ (1987), siendo relegado al ostracismo de Hollywood.

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