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Ricardo Darín es ese tipo de actor que trasciende la pantalla. Algo así como un Keanu Reeves argentino, pero con más mate y menos balas. Gracias a una carrera de fondo que abarca más de cincuenta años, el intérprete se ha ganado el cariño y el respeto de una industria no siempre amable. Ha sido un estafador irresistible en 'Nueve reinas' (Fabián Bielinsky, 2000), un agente judicial convertido en novelista en 'El secreto de sus ojos' (Juan José Campanella, 2009) o el fiscal Strassera en 'Argentina, 1985': ¿Por qué hay que ver la última película de Ricardo Darín? –donde además coincidió con su hijo, Chino–, y en todos ellos, Darín domina la pantalla con una naturalidad que otros actores matarían por fingir.
Hollywood, siempre sediento de importar autenticidad enlatada, lo ha mirado con curiosidad, pero Darín nunca se dejó encandilar por el brillo artificial. Aunque presenció una gala de los Premios Oscar antes de decidir no repetir con 'El secreto de sus ojos', que se alzó victoriosa como Mejor Película Internacional, prefiere vivir lejos del apodado "sueño americano". Hace once años, el actor se sinceró sobre ello durante una entrevista con una reflexión que nunca pasa de moda. "¿Qué te pasa con Hollywood?", preguntó el periodista. "Nada en especial", contestó Darín. "No me quita el sueño ni me vuelvo loco. Puede ser que tenga que ver la edad. Yo vengo de una generación donde lo máximo que podía pasar era que tenías que hacer novelas porque ese era el mercado internacional. Si vos querías tener trascendencia internacional... Tampoco me interesa eso".
"¿Has tenido propuestas?", volvió a preguntar el periodista antes de que el actor asintiera con la cabeza. "Sí, pero ni vale la pena mencionarlas, fueron dos cosas fugaces. ¿Sabes qué pasa? Yo creo que lo más importante para un actor es pensar. Lograr pensar en otro idioma es muy difícil", dice y agrega: "No me quita el sueño Hollywood, como no me quitan el sueño los Oscar. Me criticaron muchísimo porque no fui… [a la gala que premió 'El Secreto de sus Ojos']. ¿Qué creen que son los Oscar y lo que ocurre ahí? Yo ya fui una vez, ya lo vi, ya está, no me puso muy contento y estoy acá. La fantasía que se tiene desde afuera de lo que es el ambiente... Por eso digo que no es serio. Tiene que ver más con la parafernalia que rodea la cosa más que en sí mismo". A pesar de ello, el actor volvió a acudir a la alfombra roja de Los Angeles para apoyar la nominación de 'Argentina, 1985' a Mejor Película Internacional en 2023.
Sobre su negativa a las ofertas que le llegaron desde Hollywood, Darín resolvió el misterio: "A mí me ofrecieron solo una vez una cosa contundente y seria a la que le dije que no . Después me empezó a joder un poco cuando me decían que el director no aceptaba un no por respuesta. Era para la película 'El fuego de la venganza' (Tony Scott, 2004), con Denzel Washington. Yo hacía mucho tiempo que trabajaba en España, en teatro, y lo único que quería era terminar la temporada para venir a mi casa y estar con mi esposa e hijos", explicó. "Además, me ofrecían hacer de un narcotraficante mexicano. ¿Para ellos todos los narcotraficantes son latinoamericanos? El país [Estados Unidos] que mayor consumo tiene en la faz de la tierra… No me gustó".
El periodista, decidido a obtener la respuesta del siglo –que lo fue–, le preguntó: "¿Sabes el dinero que podrías haber ganado?". Fue entonces cuando Darín dejó a todos los asistentes sin palabras. "¿Y? ¿El dinero para qué sirve? ¿Para vivir mejor? ¿Mejor de lo que yo vivo? Yo me pego dos duchas calientes por día. Me estaba yendo bien en el teatro, estaba trabajando genial, la gente nos besaba y abrazaba en la calle... La ambición te puede llevar a un lugar muy oscuro y muy desolador. A mí no me moviliza eso. No es que no me guste el dinero o estar en una situación de estabilidad y tranquilidad económica. No estoy hablando de eso. Pero, ¿cómo me van a poner por delante la carta de "si es un tema de dinero..." , si yo dije "no puedo hacer esto, me quiero ir a mi casa, no me interesa"? No era una cuestión de dinero, pasaba por otro lado, pero algunos no consiguen entenderlo".
Atrapada entre la música y el cine, desde Vigo llegó a Madrid para estudiar Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III. Cuenta la leyenda que prefería saltarse clases para ir a algún estreno aunque, si se lo preguntas, lo negará.
Llegó a la redacción de Fotogramas como becaria en prácticas, después de adentrarse en el periodismo musical y de cine colaborando en medios como la revista Milana. Ha entrevistado a personalidades como Jonás Trueba o Irene Escolar y su bien más preciado es una púa de guitarra. Vive enamorada de Phoebe Waller-Bridge y Nora Ephron. Si no la encuentras, es que estará viendo alguna película de Kurosawa. Da igual cuándo leas esto.