- Películas españolas 2025: los 35 estrenos más esperados
- Ganadores Premios Oscar 2025: lista de todos los premiados
- Las 25 mejores películas de 2025 y los estrenos más esperados
El pasado 27 de febrero anunciábamos con tremenda pena que se había encontrado muerto al actor Gene Hackman. Ganador de dos Premios Oscar y, más allá de eso, una de las figuras más respetadas y legendarias de la interpretación, la noticia de su muerte sacudió como un torrente a Hollywood en la víspera de los Premios Oscar. Conforme se iban conociendo detalles, la noticia se convertía en algo todavía más complicado de narrar. Junto al cuerpo del actor se encontró también sin vida a su esposa, la pianista Betsy Arakawa. El actor tenía 95 pero su esposa "solo" 65... Para generar todavía más interés alrededor de esta crónica negra, a ambos cuerpos hemos de sumarle el de uno de sus tres perros.
A las teorías y las conversaciones sobre esta dramática escena se sumaba que los cuerpos los descubrió la policía, sin aclarar si fue por un control rutinario o por la llamada de alguno de los vecinos de la urbanización de Hyde Park Road, en Santa Fe. Con estos precedentes no se descartó nada, ni un crimen violento, ni una intrincada trama familiar. Y es que parece que Hackman y sus hijos no mantienen contacto habitual. Finalmente, la autopsia y las investigaciones policiales han desvelado sus conclusiones. Y son unas que no darán pie a ninguna novela criminal pero que quizás por eso resultan todavía más dramáticas.
Betsy Arakawa murió por Hantavirus, una infección mortal causada por el contacto con la orina o los excrementos de roedores. Se da en áreas mal ventiladas, su periodo de incubación es de seis semanas y tiene una tasa de mortalidad en la zona de entre el 38% y el 50% de los infectados. Gene Hackman murió de un fallo cardiaco aproximadamente una semana después ¿Por qué no llamó a nadie al descubrir que su esposa había muerto? Según la doctora Heather Jarell, encargada de la autopsia: “El señor Hackman mostraba avanzadas señales de alzhéimer y su estado de salud era muy malo”. Ya sabemos que hablamos de una enfermedad tremendamente cruel pero que aquí pudo hacerle al actor un pequeño favor, el de hacer que no se percatase siquiera de la muerte de su pareja a lo largo de toda esa semana.
A la policía solo le queda una duda, y es la muerte de uno de los perros la pareja. El fallecido apareció muerto junto a su dueña, pero según la veterinaria encargada del caso no estaba contagiado de Hantavirus. A nosotros, más allá de descubrir que a una estrella de Hollywood en una mansión la puede matar una infección por excrementos de rata no nos puede dejar de llamar la atención la dejadez de su entorno.
La pregunta es que cómo pudo estar Gene Hackman, con alzhéimer y 95 deambulando una semana por su casa, con su esposa muerta, sin que nadie de la familia o si quiera sus empleados domésticos le atendiesen. Sin duda, un panorama realmente dramático que nos vuelve a recordar que nadie está a salvo del olvido en la vejez.

Rafael es experto en cine, series y videojuegos. Lo suyo es el cine clásico y de autor, aunque no se pierda una de Marvel o el éxito del momento en Netflix por deformación profesional. También tiene su lado friki, como prueba su especialización en el anime, el k-pop y todo lo relacionado con la cultura asiática.
Por generación, a veces le toca escribir de éxitos musicales del momento, desde Bizarrap hasta Blackpink. Incluso tiene su lado erótico, pero limitado, lamentablemente, a seleccionarnos lo mejor de series y películas eróticas. Pero no se limita ahí, ya que también le gusta escribir de gastronomía, viajes, humor y memes.
Tras 5 años escribiendo en Fotogramas y Esquire lo cierto es que ya ha hecho un poco de todo, desde entrevistas a estrellas internacionales hasta presentaciones de móviles o catas de aceite, insectos y, sí, con suerte, vino.
Se formó en Comunicación Audiovisual en la Universidad de Murcia. Después siguió en la Universidad Carlos III de Madrid con un Máster en Investigación en Medios de Comunicación. Además de comenzar un doctorado sobre la representación sexual en el cine de autor (que nunca acabó), también estudió un Master en crítica de cine, tanto en la ECAM como en la Escuela de Escritores. Antes, se curtió escribiendo en el blog Cinealacarbonara, siguió en medios como Amanecemetropolis, Culturamas o Revista Magnolia, y le dedicó todos sus esfuerzos a Revista Mutaciones desde su fundación.
Llegó a Hearst en 2018 años y logró hacerse un hueco en las redacciones de Fotogramas y Esquire, con las que sigue escribiendo de todo lo que le gusta y le mandan (a menudo coincide). Su buen o mal gusto (según se mire) le llevó también a meterse en el mundo de la gastronomía y los videojuegos. Vamos, que le gusta entretenerse.