A comienzos de los años 80, Gary Oldman comenzó a abrirse paso en el cine británico gracias a una serie de interpretaciones que rápidamente lo encumbraron como uno de los actores más intensos y camaleónicos de su generación. Su primer gran reconocimiento llegó con ‘Sid y Nancy’ (1986), de Alex Cox, donde dio vida al mítico bajista de los Sex Pistols, Sid Vicious. Le siguieron otros trabajos en filmes como ‘El clan de los irlandeses’ (1990), de Philip Ridley, ‘J.F.K: Caso abierto’ (1991), de Oliver Stone, ‘Drácula de Bram Stoker’ (1992), de Francis Ford Coppola, ‘Amor a quemarropa’ (1993), de Tony Scott, y ‘El profesional (Léon)’ (1994), de Luc Besson, donde demostró una enorme versatilidad interpretativa que lo convirtió en un actor de renombre.

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Durante las décadas siguientes, Oldman continuó interpretando personajes de carácter excéntrico, con una especial inclinación por los papeles oscuros o ambiguos. Participó en películas como ‘El quinto elemento’ (1997), de Luc Besson, y ‘Hannibal’ (2001), de Ridley Scott. Su popularidad creció aún más gracias a su papel de Sirius Black en la saga de ‘Harry Potter’, donde apareció por primera vez en 'Harry Potter y el prisionero de Azkaban' (2004), de Alfonso Cuarón. A lo largo de su carrera ha sido nominado en tres ocasiones al Oscar: por ‘El topo’ (2011), de Tomas Alfredson, ‘El instante más oscuro’ (2017), de Joe Wright, y ‘Mank’ (2020), de David Fincher, alzándose con el premio únicamente en una ocasión gracias a su interpretación de Winston Churchill en ‘El instante más oscuro’.

A pesar de su trayectoria marcada por el cine independiente, una de las franquicias que más visibilidad le ha dado en los últimos años ha sido la trilogía de ‘Batman’ dirigida por Christopher Nolan. En ella interpretó a James Gordon, el comisario de policía de Gotham, en ‘Batman Begins’ (2005), ‘El caballero oscuro’ (2008) y ‘El caballero oscuro: La leyenda renace’ (2012). A lo largo de las tres películas, el personaje de Gordon pasa de ser un agente íntegro rodeado de corrupción a convertirse en una de las figuras clave de la ciudad, manteniendo siempre una relación de complicidad con Batman, interpretado por Christian Bale.

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La experiencia de trabajar bajo las órdenes de Christopher Nolan fue profundamente significativa para Oldman, quien años después recordaría esos rodajes como una muestra de dirección ejemplar. En una entrevista concedida al podcast ‘Happy Sad Confused’, presentado por Josh Horowitz para MTV, el actor compartió una anécdota que ilustra su admiración por el cineasta británico: “Te voy a dar un ejemplo de una indicación de dirección realmente fantástica. Yo estuve 7 años con Chris Nolan en la trilogía de Batman. Y Chris no es de dar muchas indicaciones. Chris no es de los que dan muchas notas, espera que hagas tu trabajo. Él viene y dice: 'Tú haz tu trabajo, que yo haré el mío', así que tiende a dejarte tranquilo. No es de los que hablan de cosas sin importancia."

"Una vez hice una escena en Batman y me vino y me dijo uno de los dos únicos apuntes que me señaló durante toda la trilogía: ‘Hagamos eso una vez más. Hay más en juego’. Y yo pensé: ‘Vale, lo tengo. Hagamos una más’. No necesito saber los entresijos de todo el universo, solo necesito ese pequeño ajuste. Y entonces piensas: ‘Oh, solo quiere que lo suba un poco, solo necesito ajustarle el volumen’. No vocalmente, me refiero a la energía. Porque esa es simplemente una verdadera muestra de fantástica dirección”.