20 años vistiendo ‘Fuera de Onda’

Con la ayuda de un programa de ordenador que le buscaba la combinación perfecta entre la multitud de prendas de su armario, Cher Horowitz (Alicia Silverstone) se convirtió en la chica más cool de los 90. Había otras actrices dispuestas a llevar al cine a esta versión moderna de ‘Emma’ como Reese Witherspoon, Sarah Michelle Geller, Zooey Deschanel, Gwyneth Paltrow (que al año siguiente haría la versión clásica) o hasta incluso Angelina Jolie, pero Alicia conquistó a todos con su larga melena rubia, su cara perfecta y su gracia para vestir diseños completamente geniales.

La directora de vestuario del film, Mona May, lo tenía claro: “Era muy importante el primer look. Había que llevarlo a otro nivel: cogimos un traje de Dolce & Gabbana, con calzas por encima de la rodilla, unas merceditas a juego, una mochila de peluche y, por supuesto, un pelo precioso”. Se probó en varios colores pero Alicia eligió el amarillo y así nació el mito de la pija de los 90.

Según May, el éxito del vestuario era porque iba pegado a la época y “era femenino, juvenil y divertido. Sentaba bien”. Además era la antítesis del grunge impuesto por Nirvana, precisamente el estilo de Tay Fraser (Brittany Murphy), el patito feo recién llegado al instituto que Cher y su íntima Dionne intentan convertir en popular.

Toda 'fashion addicted' necesita su antítesis, así que ahí estaba Josh Lucas (Paul Rudd) que ejercía de hermanastro de la protagonista con convicciones que acaba “rescatando” a la princesa. Jeremy Renner o Ben Affleck optaron también al papel que finalmente cayó en manos de ‘Ant-Man’ y que sin duda supo aprovechar, mucho mejor que sus compañeros de reparto.

La música de No Doubt o Supergrass, los diálogos sacados del mismo instituto donde se grabó en apenas 40 semanas, las improvisaciones de sus protagonistas, la pasión que le puso su directora Amy Heckerling y el apoyo del productor Scott Rudin hicieron el resto. “Me temo que no va a caerle bien a nadie excepto a mí”, pensaba antes de su estreno Heckerling de su antiheroina con demasiadas plataformas para conducir o un Calvin Klein excesivamente lencero para los ojos de su proctector padre. El filme se rodó con un presupuesto de 16,7 millones de euros y recaudó más de 96 millones.

A día de hoy ‘Fuera de onda’ sigue estando de moda. La marca Glitters for dinner comercializa versiones del vestido de cuadros e 'influencers' como Tevi Gevinson o la actriz Jennifer Morrison ya se han dejado fotografiar con él. La rapera Iggy Azalea hizo un homenaje al filme en su videoclip ‘Fancy’ donde desfilaba con versiones de cada uno de los trajes de Cher.

El futuro de ‘Fuera de onda’ está encima de las tablas de Broadway. Tras la no tan fracasada versión para la televisión (con Rachel Blanchard como protagonista y parte del reparto de la versión original), Amy Heckerling ha admitido que ya tiene el guion escrito para convertir la película en musical. Está en proceso de compra de los derechos de algunos de los temas más míticos de los 90 y ya ha declarado que lo más complicado es contar con un buen elenco de actores que lo lleven a cabo. Vuelven los 90, no te quedes fuera de onda…