Quién: El australiano Justin Kurzel (Galway, 1973) causó sensación con la inolvidable y ultraviolenta 'Snowtown' (2011) en la Semana de la Crítica.

Qué: Tras ganar una batalla decisiva, Macbeth (Michael Fassbender), duque de Escocia, contempla alucinado cómo un grupito de brujas le aseguran que algún día llegará a ser Rey de Escocia. Decidido a no perder el tiempo y espoleado por su esposa (Marion Cotillard) decide asesinar al Rey para hacerse con la corona.

Cómo: 'Snowtown', cinta de culto, nos adentraba en la vida de una familia white trash, cuyo chaval, entre otras lindezas, era sistemáticamente violado por su hermano mayor. Nada más sórdido, y sin embargo la espiral ultraviolenta del aquel film profundamente perturbador, que relata las andanzas de un sangriento asesino en serie, no hacía más que empezar. Surgido de la nada, Justin Kurzel se impuso como el gran maestro a la hora de plasmar una violencia realmente capaz de indisponer al espectador. La circunstancia le hacía idóneo para actualizar la negrura del texto de Shakespeare, pero al final no ha convencido. O no del todo.

Extremadamente estética (cielos rojos, imágenes congeladas...), el 'Macbeth' de Kurzel es como un '300' al ralentí que trata de parecerse al Nicholas Winding Refn de 'Valhalla Rising'. Los paisajes del gélido invierno escocés son ciertamente impactantes -como se suele decir, un personaje más-, y distinguen esta versión, mucho más cinematográfica, de sus predecesoras. Pero la violencia no resulta particularmente impactante y la pomposa solemnidad del relato, 100% al texto original, se traduce demasiado pronto en aburrimiento para el espectador. Michael Fassbender, para el que 'todo actor debería interpretar a Shakespeare al menos una vez en la vida' parece entregado al rol con la cara embadurnada de los restos de la batalla, pero Marion Cotillard, que lleva cuatro años consecutivos compitiendo en Cannes, ha perdido sin duda otra gran oportunidad de hacerse con el preciado trofeo a la Mejor Actriz. Lady Macbeth es probablemente el personaje femenino más pérfido del imaginario shakespeareano, pero aquí se queda en reina pasmada. que trata de transmitir fragilidad desde la oscuridad. Y además, al contrario que Fassbender, que disfrutó del whisky escocés durante del rodaje, Marion se declaró abstemia durante la rueda de prensa que siguió a la proyección. Otra decepción, y una lástima para ella, que no podrá ahogar sus lágrimas en alcohol. Pobre Lady Macbeth.