Le lion est mort ce soir, de Nobuhiro Suwa Sección Oficial

Con el impresionante actor francés, icono de la nouvelle vague, Jea-Pierre Léaud

Quién. Veinte años de carrera y sólo seis películas, todas aclamadas por la crítica y premiadas en festivales, Nobuhiro Suwa presenta en San Sebastián su último y muy esperado film, Le lion est mort ce soir.

Qué. Un actor, interpretado por Jean-Pierre Léaud, en pleno rodaje, con dificultades para interpretar la muerte del personaje, ve paralizada momentáneamente la película por una pequeña crisis de la actriz principal.

Aprovechando sus vacacione forzosas, el actor decide visitar al gran amor de su vida, que vive en un pueblecito cercano. Allí se encontrará con un grupo de niños que están rodando otra película (actividad que el propio director realiza en la realidad con sus clases con jóvenes en su país).

Cómo. Dentro de la más pura tradición japonesa de fantasmas, apariciones y rencuentros, el cineasta Nobuhiro Suwa mezcla este recurso tan tradicional en la filmografía de su país, con otro más occidental, el cine dentro del cine y la improvisación constante, que le da un cierto toque de reactualización de la nouvelle vague francesa de los años sesenta.

Jean-Pierre Léaud. Además de estos recursos narrativos, el director añade una de las figuras más importantes del citado movimiento, en la persona del gran actor francés. En plena forma, soñador, sugestivo, dejándose llevar por el lado inesperado de la historia y con una presencia que sigue llenando la pantalla, L el ion est mort ce soir podría considerarse un sentido homenaje al actor.

El lion est mort ce soir tiene todo lo que un jurado desearía: riesgo, poesía, narrativa abierta, múltiples metáforas, una adhesión al cine como fuerza unificadora de edades y sentimientos, líneas paralelas en su guión (los dos muertos de la película, la de la amante del protagonista y la del padre de unos de los jóvenes aficionados al cine), la simbología del león…

Una película que no admite medias tintas: o entras en ella o no conectas con su propuesta. Sin negar el valor de la película, personalmente percibo un falso de aire de ligereza, cuando se trata de una construcción muy estructurada, y una sucesión de imágenes poéticas, que luchan para acoplarse entre sí.

En un festival en que todas parecen firmes candidatas al Palmarés, la sorpresa final puede venir de cualquier lado. De hecho, el jurado estuvo reunido ayer casi cuatro horas, deliberando. El suspense llega a su fin en breve.