Lo mejor de los festivales, y lo más esperado, es disfrutar de ese momento mágico en que una joya aparece en el lugar menos esperado. El instante en que el público permanece pegado a la butaca, casi sin respirar, y la sala de butacas se encuentra concentrada de tal manera en la gran pantalla que no la desalojaría ni un incendio. Ese momento no ha tardado en llegar a San Sebastián en su 70ª edición.
La película ‘Suro’ comienza con la descripción de una tendencia social, incitada por las últimas circunstancias históricas que hemos tenido que sufrir. La vuelta al campo, el retorno a lo natural, la búsqueda de un sentido más social a nuestros ritmos de vida y un rechazo al modelo ciudad-coche-consumo, que la nueva doctrina económica neoliberal, más radical y deshumanizadora, ha impuesto desde los años 70. La hemos aceptado, casi a ciegas, pero desde hace un tiempo muchos también intentan escapar de ella para construir alternativas.
Mikel Gurrea, director y guionista, se estrena en el formato largo, tras afilar a conciencia sus cuchillos de cineasta en seis cortos. El resultado es un guion inscrito en hormigón armado y una bomba de relojería en la pantalla. Una noche de los muertos vivientes resucitados para la carrera, sin regla alguna, del “más es mejor para mí” y del “yo soy yo y todas mis circunstancias inmobiliarias y bancarias”.
Donostiarra de origen, Mikel Gurrea conoce a la perfección lo que representa vivir en la ciudad más cara de España y, aunque el film está rodado en el Empordà, su localización puede aplicarse a cualquier lugar del mundo. Ensoñadora comienza una historia que parece prometer un bucólico regreso a Walden. Una joven pareja, con una inquebrantable complicidad (su baile inicial lo prueba con creces), abandona una cooperativa, que ha tenido que cerrar, casi seguro, por las habituales causas de presión del mercado, para instalarse en el campo.
El destino es una masía, heredada de una tía, y el objetivo, tener a un bebé que no tardará en llegar. Con suerte, poder vivir de la pela de corcho de unas hectáreas de alcornoque, alimentarse de su propio huerto y renovar una casa, que lleva décadas sin ningún mantenimiento. El bucólico cuadro lo completa hasta un adorable burro. Mascota que debía hacer las delicias, en sus vacaciones estivales, de una niña, ahora ya convertida en dueña de la propiedad.
Todo fascina en la película de Mikel Gurrea. Una sólida dirección, unos encuadres y fotografía que aportan un tensionado dramatismo, una elaborada evolución de los personajes, la mezcla de un elenco profesional y natural que ancla la historia en la realidad y una pareja de actores impecables, Vicky Luengo (‘Antidisturbios’, ‘Chavalas’) y Pol López (‘Matar al padre’, ‘Historias lamentables’).
Todo está medido y calibrado, incluso hasta la sutil elección de la música de los títulos de crédito finales. Sin olvidar la demoledora traca final: dos frases brutales y un plano de antología. Pese a que falta más de la mitad de la selección por proyectar, ‘Suro’ podría entrar en el Palmarés sin problema alguno: interpretación, guion… Solo el jurado lo sabe, pero lo que nadie podrá negar es la solidez cinematográfica de Mikel Gurrea. ‘Suro’ es una de las películas del año que hay que ver. Sí o sí.
Sección Oficial 70º Festival de San Sebastián
Título original: Suro. Dirección: Mikel Gurrea. Guion: Mikel Gurrea y Fran Kosterlitz. Reparto: Vicky Luengo, Pol López, Ilyass El Ouahdani. Fotografía: Julián Elizalde. Duración: 116 min. País: España (2022). Distribuidora: A Contracorriente Films. Estreno: 2 de diciembre de 2022.
Sinopsis: Helena e Iván se proponen construir una nueva vida en los bosques de alcornoques, pero sus diferentes puntos de vista sobre cómo vivir en la tierra emergen, desafiando su futuro como pareja.