Se necesita el inmenso talento de Gaspar Noé para rodar una película en tan solo 15 días, sin guion preciso y con actores no profesionales, salvo dos o tres excepciones, como la increíble Sofia Boutella. Climax, su quinta película entre múltiples cortos y colaboraciones en otros filmes de episodios desde 1985, es una verdadera bomba.
Un estallido cinematográfico que aplica el cut-up narrativo (arte del recorte) de William S. Burroughs a unas imágenes que borran toda referencia al montaje actual imperante, y un brillante análisis de la expansión del caos, el contagio de la anarquía en un grupo, y si miramos más atrás (siempre, sin ira), una adaptación a la época actual de Masa: Un Estudio sobre la Mente Popular, es una obra de Gustave Le Bon, publicado 1895 (no hay error en la fecha, sí, ya hace más de un siglo).
Heredera directa del mítico documental, Paris is Burning (1990), de Jennie Livingston (que parece recobrar una segunda juventud en los últimos años), Gaspar Noé sitúa la acción a mediados de los noventa, tras la saturación y explotación intensiva por el cine de la década de los 80. Y también ha encontrado su banda de bailarines entre los miembros de las batallas de krump, la cultura ball y el voguing parisinos y hasta el rol de Big Daddy para el DJ Kiddy Smile, con la banda sonora del año para los fiestuquis más hype de la temporada.
Para celebrar el final de su creación coreográfica, el elenco entero se reúne en una aislada casa con una sangría, con ingredientes nada ortodoxos. Bajo sus efectos vemos la degeneración de los presentes hasta cimas insospechadas: comentarios y mentalidades machistas que degeneraron con la respuesta actual en el movimiento #MeToo, pulsiones reprimidas, tensiones ocultas que florecen, envidias destructoras… Todo un catálogo del lado animal en el ser humano.
Tras una serie de entrevistas a los bailarines en una televisión de la época (60 centímetros de profundidad), enmarcada por los libros y películas en VHS (que para los más jóvenes debe sonar a enfermedad de transmisión sexual), con la que el cineasta reivindica sus referencias (excelente selección, por cierto), Climax se abre con un plano secuencia de un baile que ya quisiese La La Land. Montaje invertido como en Irreversible (2002), rótulos que intentar ordenar un caos generalizado (Nacer y morir son experiencias extraordinarias. Vivir es un placer fugitivo…) hasta la total inversión de la imagen que hace de sus protagonistas, vampiros colgados del techo, y resumen de la película: el mundo se ha vuelto del revés.
Si algunos vieron en Enter the Void (2009) -el primer melodrama psicodélico de la historia del cine, en la que sus planos tan complicados impidieron conciliar el sueño a su director, que tenía pesadillas con las grúas de las escenas-, en Love (2015)una búsqueda de la provocación, un deseo de llamar la atención o una forma de atraer maliciosamente espectadores, a base de la infalible receta de kilómetros de piel, drogas duras y miembros en el mismo estado, en realidad, quizás, se trate sencillamente de un honesto intento de exponer la realidad sin filtros, con todos los momentos que se evitan en el cine comercial, para retratar unas historias de amor, la perdida de la inocencia y el complicado paso a la edad adulta.
Gaspar Noé ha sido siempre muy bien tratado en Sitges. En 1998 se llevó el premio al mejor guión por Solo contra todos, en 2009 merecidísimos Premio especial del jurado y Mejor fotografía por Enter the Void. Hoy regresa a Sitges y, casi seguro, volverá a triunfar.
Sección: Oficial Fantastic Competición Sitges 51
Título: Climax. Fecha de estreno: 11 de octubre de 2018. Duración: 95 min. Dirigida por Gaspar Noé. Reparto: Sofia Boutella (La momia), Romain Guillermic (Elektro Mathematrix) y Souheila Yacoub (Plus belle la vie). País: Francia. Distribución: Avalon Distribución Audiovisual.
Sinopsis: La película sigue a un grupo de jóvenes bailarines de los años 90 que se reúnen para ensayar una coreografía. Después, decidirán festejarlo con una fiesta alrededor de una gran fuente de sangría. Conforme avanza la noche, la atmósfera se vuelve eléctrica y una extraña locura los atrapará. Será un viaje hipnótico y brutal al final de la noche.