E.T., después de haber sido abandonado por su familia tras una parada en California, descubrió la bondad infantil y, más tarde, la progresiva deshumanización de la especie conforme llega a su edad adulta. Al aterrizar en un paraje más mesetario, José Ramón y su teniente aprendieron las ventajas del pedazo de invento que es la gaseosa, lo confortable que es una almohada para la cabecita y, gracias al bueno de P. Tinto, que siempre hay que echarse azúcar en el café hasta que haga isla. Si, por motivos del destino, alguno de estos viajeros interestelares hubiese terminado en Sudáfrica, todo podría haber sido muy, pero que muy diferente.
Sabiendo el triste destino de los que se atrevieron a bajarse de la nave en Johannesburgo en ‘Distrito 9’ (Neill Blomkamp, 2009), el alienígena protagonista de ‘Fried Barry’ (Ryan Kruger, 2020) no comete ese error y decide abducir a un perfecto perdedor para, dentro de su cuerpo, darse un paseo por Ciudad del Cabo. El resultado, tanto para el inquilino del desde luego frito Barry como para nosotros, espectadores recluidos en nuestros propios envases, es hora y media de drogas, sexo, violencia y musicote.
Ryan Kruger se estrena con esta fiesta del exceso en el mundo del largometraje tras una treintena de cortos y videoclips que le han servido para filmar la locura con entereza, dotando a la música de Haezer de una experiencia visual desbordante protagonizada por el entregado Gary Green, actor que se deja llevar por los acontecimientos como si del bueno de Dougie Cooper se tratara. O al menos así sería si el White Lodge le guiase a la madre de todas las resacas.
Experiencia psicotrónica irreprochable y broma alargada al mismo tiempo, lo que es seguro es que este festival no debe perder las macarradas de este calibre en su Sección Oficial para subrayar las palabras de Najwa Nimri al recoger su Gran Premio Honorífico: “Si alguna vez pienso que el imaginario colectivo se ha estancado, miro a Sitges”.
Ricardo Rosado es crítico de cine, periodista cultural, experto en comedia norteamericana, películas de terror de cualquier tipo y todo lo que ocurra entre géneros y formatos. Criado entre películas de Steven Spielberg, y malcriado desde que se topó con David Lynch, lleva una década escribiendo sobre el arte que consume.
En FOTOGRAMAS le leerás comentando los últimos estrenos en salas, fomentando la paz entre fans de Marvel y DC, repasando todas las novedades de Star Wars o sumergido en las profundidades de los catálogos de Netflix, HBO Max, Prime Video y Filmin. También le gusta hacer galerías y rankings de películas y series, pero nadie se fía demasiado de su criterio.
Tras estudiar Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid, creó un blog de reseñas cinematográficas con la esperanza de acudir gratis a festivales de cine y pases de prensa. Ahora, tras siete años escribiendo en FOTOGRAMAS sobre los últimos estrenos en salas, las series del momento y cualquier contenido disponible en los diferentes canales de streaming, sigue pensando que mereció la pena.
Frontman de dos vergonzantes proyectos musicales, director de diversos videoclips de bandas de heavy metal madrileñas y autor de no pocos cortometrajes escondidos en la red de redes, es el editor y uno de los orgullosos contertulios del podcast cultural 'Los de al lado de Pumares', espacio que le ha permitido participar como colaborador en otros formatos de radio como 'Estamos de cine' (Castilla-La Mancha Media) y 'El faro' (Cadena SER), además de haberle convertido en una de las voces principales de los vídeos de FOTOGRAMAS.