¿De qué va?. Adaptación de un libro de ensayos que cuenta la batalla legal entre la profesora alemana Deborah E. Lipstadt (Rachel Weisz) y el escritor David Irving (Timothy Spall). Irving, un experto en temas relacionados con la Segunda Guerra Mundial, demandó a la escritora judía por difamación cuando ella le acusó de negar la existencia del Holocausto. El conflicto se complica por culpa del sistema legal británico: en los casos de difamación en el Reino Unido es el acusado el que debe demostrar los cargos. Con la ayuda de un equipo de abogados (liderados por Tom Wilkinson y AndrewScott), Lipstadt deberá demostrar que el Holocausto pasó de verdad.
¿Y qué tal?. Sorprende si uno se para a pensarlo, pero hasta la llegada de 'La lista de Schindler' el cine de nazis no existía en Hollywood. El éxito descomunal de la película de Steven Spielberg causó una revolución y, de un año para otro, nació un subgénero (con "sedes" principales en Estados Unidos, Reino Unido y Alemania) que contaba diferentes historias del Holocausto. Cuando ya parecía que el tema ya no daba más de sí y el fenómeno se diluía, el año pasado 'El hijo de Saúl' causó sensación con una nueva aproximación a la historia. Con intenciones y resultados muy diferentes, 'Denial' también muestra un lado desconocido de la historia del nazismo: la escandalosa corriente ideológica que permitía afirmar que el Holocausto no había existido.
La rocambolesca afirmación de que la mayor tragedia en la historia de la humanidad no era más que un invento de los judíos para conseguir más dinero para fundar Israel en realidad no se aleja tanto de los exabruptos que suelta día sí, día también el aspirante republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump. 'Denial' huye de alegorías y comentarios sociales y aproxima al material en clave de drama judicial, otro de esos géneros que ya no parecen tener cabida en el cine contemporáneo. David Hare, el autor de las adaptaciones nominadas al Oscar de las novelas que inspiraron 'Las horas' y 'El lector', se enfrenta al concepto en dos frentes muy diferenciados: la sólida y fiel reconstrucción del extraño caso judicial sobre la causa negacionismo (particularmente disfrutable gracias a la efectiva construcción de los personajes y las dinámicas entre el equipo de abogados) y la disyuntiva moral del personaje de Deborah Lipstadt, que se ve relegada a un segundo plano de su propia batalla por estrategias legales que no alcanza a comprender. La desesperación de la escritora cuando siente que no está a la altura del lugar que la historia - sin ella buscarlo - le ha reservado le da a Rachel Weisz sus momentos más potentes dramáticamente. Con 'Denial' la actriz completa un esperado regreso que empezó con 'Langosta', 'La juventud' y 'La luz entre los océanos'. Compartir plano con tres de los mejores secundarios del cine británico ayuda a crear un interesante y entretenido thriller que hubiese encajado mejor en los años noventa... de no ser porque era entonces cuando se estaba desarrollando la increíble historia real que narra el filme.
El culpable de que la película no pueda volar más alto es su director, Mick Jackson. El firmante de 'El guardaespaldas' y ganador de un Emmy por el largometraje de HBO 'Temple Gradin' llevaba quince años sin dirigir una película y se nota. Su estilo está pasado y falla a la hora de dar trascendencia y una mayor a una emoción a una historia que de por sí la tiene. La buena dirección de actores y su notable ritmo (pasa la mayor parte de su metraje en despachos y juzgados) dignifica su trabajo, pero otros hubiesen aprovechado más las posibilidades del relato.