No es un nombre reconocido por el gran público, pero Karyn Kusama es una de las pocas cineastas femeninas que se ha impuesto en dos grandes festivales internacionales. Con su ópera prima, Girlfight, se llevó el prestigioso Gran Premio del Jurado de Sundance, pero los tropiezos de sus dos siguientes películas (dos concesiones a Hollywood en forma de Aeon Flux y Jennifer’s Body) hicieron que la prometedora cineasta neoyorquina despareciera del mapa durante seis años en los que no trabajó en la industria audiovisual. Fue en 2015 cuando Kusama protagonizó un inesperado regreso a la primera línea con The Invitation, un perturbador thriller alrededor de una secta y una cena entre amigos con el que se impuso en el Festival de Sitges, el certamen de cine fantástico más importante del planeta. El éxito de ésta le abrió de nuevo las puertas de la industria. Tras tres años trabajando en series de televisión de todo tipo, la cineasta asiático americana vuelve a explorar un universo siniestro con Destroyer, un thriller con una impactante Nicole Kidman que dejará al público con la boca abierta con la interpretación más exigente de su carrera.

La película se puede ver como una sucesora natural al fenómeno de True Detective en HBO, además de un encuentro de los dos trabajos más exitosos de la directora. Destroyer hereda la lucha contra el sistema de una mujer solitaria en Girlfight y la ambientación inquietante y el acercamiento al universo de las sectas de The Invitation. En esta ocasión, somos testigos del viaje a los infiernos de una agente de policía de Los Ángeles traumatizada por un error del pasado y su desastrosa relación con su hija adolescente. Tras recibir un inquietante paquete, tiene que revisitar el caso que cambió su vida para siempre: la infiltración en una organización criminal liderada por un hombre que manipula a todo aquel que le rodea.

A lo largo de dos horas, somos testigos de una historia que se desarrolla en dos épocas y que permiten ver no una sino dos transformaciones radicales de su actriz protagonista. El cambio más publicitado y comentado en redes sociales es el pelo canoso, las ojeras y el evidente apagón vital de Erin en la actualidad, pero en los flashbacks también vemos a una mujer natural y despreocupada que recuerda a las películas de principio de siglo de la australiana. Lo opuesto de las dos ambientaciones temporales permite a Kidman representar un extraordinario rango de emociones y situaciones, pero su interpretación va mucho más allá de un mediático cambio de look. En Destroyer vemos a la protagonista de Moulin Rouge disparar rifles como si lo llevara haciendo toda la vida, arrastrarse por las escenas como alguien que ya no tiene razones por las que mirar al futuro y jugar con la voz como nunca lo había hecho antes. Al igual que pasó con Las horas, su único Oscar hasta el momento, una transformación física es lo más comentado de su interpretación, pero eso no es más que una herramienta de la australiana para convertirse, literalmente, en otra persona. Tiene mérito estar viendo a una de las actrices más famosas del planeta y que se te olvide que ahí detrás está Nicole Kidman.

Destroyer corre el riesgo de ser devorada por la arrolladora interpretación de su protagonista, pero su intrigante estructura y su inteligente forma de avanzar en la investigación del caso (reencontrándose poco a poco con diferentes personas del pasado de la policía, descubriendo así nuevos aristas a sus múltiples taras) compensan las falsas expectativas que crea el guion alrededor de la organización criminal ni su líder. El desenlace desde un punto de vista narrativo es algo frustrante, pero el clímax emocional de la historia agente de policía es un “home run” que Kidman lleva a las estrellas.

Dirección: Karyn Kusama
Reparto: Nicole Kidman, Sebastian Stan, Tatiana Maslany, Toby Kebbell, Scoot McNairy, Bradley Whitford, James Jordan, Toby Huss, Jade Pettyjohn, Shamier Anderson, Jan HoagTítulo en V.O: Destroyer
Nacionalidad: USA Año: 2018 Fecha de estreno: - Género: Thriller Color o en B/N: Color Guión: Phil Hay, Matt Manfredi
Sinopsis: Erin Bell (Nicole Kidman) trabajó en su juventud como policía encubierta en una peligrosa banda del desierto de California. Su incursión en el mundo de la mafia tuvo consecuencias fatales para su mente de las que cree haberse recuperado. Sin embargo, cuando el líder de la banda vuelve a dar señales de vida, Bell sufre una odisea moral y existencial.