¿De qué va? Lucy Cola (Natalie Portman) es una astronauta que regresa a la Tierra tras una experiencia trascendental durante una misión en el espacio. De vuelta en el hogar, Lucy comienza a perder su conexión con la realidad en un mundo que de pronto se le hace pequeño.
¿Y qué tal? "En la película no aparecerán los pañales. No encajan en nuestra historia". Horas antes de su premiere mundial en el Festival de Toronto, 'Lucy in the Sky' daba su primer disgusto a los más curiosos. Noah Hawley, el visionario creador de 'Legion' y la versión televisiva de 'Fargo', despejaba así la mayor incógnita de la adaptación al cine de uno de los sucesos más rocambolescos de la historia de la NASA. El 7 de febrero de 2007 la astronauta Lisa Nowak era detenida y acusada de intento de homicidio, secuestro y agresión a una mujer que mantenía un idilio con el astronauta con el que la propia Nowak mantenía una relación extramatrimonial. En todo el caso, explotado hasta la extenuación por los medios norteamericanos más carroñeros, había un detalle que resultaba aún más loco: cuando la policía detuvo a Nowak, ésta llevaba puestos unos pañales de persona adulta. Que en la versión cinematográfica de este suceso éstos no hagan, al menos, una aparición especial es la primera de una larga lista de decepciones.
El punto de partida de la ópera prima de Hawley era más que prometedor. Tras ver este mismo año a Brad Pitt irse al espacio en 'Ad Astra' para superar sus conflictos con su padre y a Eva Green preguntarse en 'Proxima' si es compatible ser una buena madre y trabajar como astronauta, 'Lucy in the Sky' traía el drama a la Tierra y lanzaba una sugerente pregunta al aire: ¿qué pasa cuando has vivido algo tan extraordinario (ir al espacio) que a partir de entonces todo en tu vida te sabe a poco? El existencialismo de esa reflexión podría haber dado a una gran obra en manos de un autor obsesionado en retratar los problemas de sus personajes para diferenciar la realidad de la ficción. El problema aquí es que Hawley está atado de pies y manos por un referente de la vida real que, más allá del morbo, acaba pesando como una losa a la historia y al personaje que interpreta una estupenda (como casi siempre) Natalie Portman. La actriz ya había interpretado un inolvidable viaje a la locura en 'Cisne negro' pero aquí no forma de salvar un barco que se va a pique.
En lugar de seguir sendas más reflexivas y cercanas a los anteriores trabajos del propio Hawley, la película prefiere seguir la hoja de ruta de títulos como 'Atracción fatal' sin tener la gracia, el ritmo o el perverso sentido del humor de la propuesta de Adrian Lyne. 'Lucy in the Sky' es culebronera, dispersa y, lo que es peor, aburrida en los dos primeros actos de su historia. Para cuando llega el alocado clímax, ya es demasiado tarde para preocuparse de ninguno de esos personajes.
Si el guion es el principal culpable del naufragio del thriller psicológico, la característica puesta en escena del director también merece ser observada con lupa. Al igual que hacía en 'Legion', Hawley usa su característico estilo visual para retratar el caótico estado mental de su personaje protagonista, priorizando aquí unas florituras que nunca terminan de funcionar (el viaje astral más espectacular de todos está acompañada de 'Lucy in the Sky with Diamonds', un cliché del que tampoco quiere, puede o sabe escapar la película) en detrimento de un retrato emocional y psicológico que la película nunca parece demasiado interesada en abordar. Cambiar el formato de la pantalla para adaptarlo al estado mental de Lucy es una elección interesante (la mayoría de escenas de su nueva y frustrante vida se ven en 4/3, dejando claro que su mundo ya está limitado) pero cuando lo demás es tan pueril y vago, no hay mucho más que hacer. Ni en el espacio, ni en la Tierra.