Cuando, a mediados del mes de julio, Alberto Barbera, director artístico de la Mostra de Venecia, anunció que ‘Joker’ de Todd Phillips competiría en la sección oficial del certamen italiano, se dispararon un sinfín de especulaciones e hipótesis. ¿Estábamos ante una superproducción de Hollywood que trascendía los límites del actual cine de entretenimiento? ¿O era todo una operación de marketing para lanzar a Joaquim Phoenix hacia la nominación al Oscar al mejor actor? Esta historia tuvo ayer el final más épico y memorable que podía imaginarse cuando la cineasta argentina Lucrecia Martel (que no cabría olvidar que renunció a dirigir 'Black Widow' de Marvel porque le dijeron que no tendría que ocuparse de las escenas de acción) anunció la entrega del León de Oro a ‘Joker’, un premio que suele estar reservado al cine considerado “de autor”.

Resulta difícil no leer el León de Oro para ‘Joker’ como un manifiesto político-fílmico de amplio abasto. No solo porque Phillips utiliza al más célebre villano de Batman como una excusa para criticar un mundo dominado por la brecha entre ricos y pobres, y por la dictadura de la felicidad (cimentada en la comercialización masiva de psicofármacos), sino también porque ‘Joker’ se presenta como una impugnación contra un Hollywood entregado al infantilismo. Producida por Warner Bros, la película de Phillips –un escaparate brutal para la animalística interpretación de Joaquin Phoenix– puede verse como un caballo de Troia que, desde el interior de la industria, intenta recuperar el potencial subversivo del Nuevo Hollywood de la década de 1970; no en vano, los principales referentes que maneja la película son ‘Taxi Driver’ y ‘El rey de la comedia’, ambas de Martin Scorsese.

preview for JOKER – Final Trailer – (Warner Bros.)

El León de Oro para ‘Joker’ no fue la única sorpresa que deparó el palmarés de la Mostra. El segundo premio en relevancia, el Gran Premio del Jurado, fue a parar a las manos de Roman Polanski, un autor que fue protagonista del inicio del festival cuando Lucrecia Martel declaró sentirse incómoda ante la participación en la competición de un cineasta con un pasado tan turbulento –el director tiene cuentas pendientes con la justicia norteamericana por un antigua acusación de violación–. El premio a ‘J’Accuse (El oficial y el espía)’ resulta aun más llamativo si se tiene en cuenta que la película, una académica crónica histórica del Caso Dreyfus, es fácilmente interpretable como una parábola sobre la condición de Polanski como víctima de la infamia.

El palmarés regaló otros grandes aciertos. Ahí está, por ejemplo, el León de Plata, o premio a la Mejor Dirección, para el sueco Roy Andersson, que en ‘About Endlessness’ prosigue su estudio de la desesperación existencial que campa a sus anchas por la realidad contemporánea. Y también cabe celebrar la Copa Volpi al mejor actor para el italiano Luca Marinelli, el rostro, voz y cuerpo del ‘Martin Eden’ de Pietro Marcello, relectura transalpina del personaje creado por Jack London, y mejor película vista en la Mostra.

Un acierto que también se propagó a las categorías de Mejor Guion, para el hongkonés Yonfan, que en la película de animación ‘No7 Cherry Lane’ evoca la lucha por la libertad (sexual, política y emocional) en el Hong Kong de 1967, y al Premio Especial del Jurado, que reconoció la valentía del documentalista satírico Franco Maresco al denunciar, en 'La mafia non è più quella di una volta', la inoperancia del estado italiano en su lucha contra la cultura mafiosa. Los únicos peros del palmarés oficial serían el premio a la Mejor Actriz para Ariane Ascaride por ‘Gloria Mundi’, un premio excesivo para el film de Robertg Guédiguian (el galardón debía haber sido para Mariana Di Girolamo, la protagonista de ‘Ema’ de Pablo Larraín), y la ausencia en el palmarés de ‘Ad Astra’, la gran película de James Gray.

Por último, cabe destacar los dos premios cosechados por el cine español en el palmarés de la sección paralela Orizzonti. El cineasta hispano-chileno Théo Court se alzó con el premio a la Mejor Dirección por ‘Blanco en blanco’, una meditación, en clave de western itinerante, sobre el genocidio indígena durante la conquista de Tierra del Fuego a manos occidentales (un galardón que se suma al Premio FIPRESCI de la crítica internacional que ya había ganado ‘Blanco en blanco’). Mientras, la murciana Marta Nieto se llevó el premio a la Mejor Actriz por su papel protagonista en ‘Madre’ de Rodrigo Sorogoyen, prolongación del cortometraje homónimo del mismo director que llegó a ser nominado al Oscar de Hollywood.

Headshot of Manu Yáñez

Manu Yáñez es periodista y crítico de cine y está especializado en cine de autor, en su acepción más amplia. De chaval, tenía las paredes de su habitación engalanadas con pósteres de ‘Star Wars: Una nueva esperanza’ de George Lucas y ‘Regreso a Howards End’ de James Ivory, mientras que hoy decora su apartamento con afiches de los festivales de Cannes y Venecia, a los que acude desde 2003. De hecho, su pasión por la crónica de festivales le cambió la vida cuando, en 2005, recibió el encargo de cubrir la Mostra italiana para la revista Fotogramas. Desde entonces, ha podido entrevistar, siempre para “La primera revista de cine”, a mitos como Clint Eastwood, Martin Scorsese, Angelina Jolie, Quentin Tarantino y Timotheé Chalamet, entre otros.

Manu es Ingeniero Industrial por la Universitat Politécnica de Catalunya, además de Máster en Estudios de Cine y doctorando en Comunicación por la Universitat Pompeu Fabra. Además de sus críticas, crónicas y entrevistas para Fotogramas, publica en El Cultural, el Diari Ara, Otros Cines Europa (escribiendo y conduciendo el podcast de la web), la revista neoyorkina Film Comment y la colombiana Kinetoscopio, entre otros medios. En 2012, publicó la antología crítica ‘La mirada americana: 50 años de Film Comment’ y ha participado en monografías sobre Claire Denis, Paul Schrader o R.W. Fassbinder, entre otros. Además de escribir, comparte su pasión cinéfila con los alumnos y alumnas de las asignaturas de Análisis Fílmico de la ESCAC, la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña. Es miembro de la ACCEC (Asociación Catalana de la Crítica y la Escritura Cinematográfica) y de FIPRESCI (Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica), y ha sido jurado en los festivales de Mar del Plata, Linz, Gijón, Sitges y el DocsBarcelona, entre otros. 

En el ámbito de la crítica, sus dioses son Manny Farber, Jonathan Rosenbaum y Kent Jones. Sus directores favoritos, de entre los vivos, son Richard Linklater, Terence Davies y Apichatpong Weerasethakul, y su pudiera revivir a otros tres serían Yasujirō Ozu, John Cassavetes y Pier Paolo Pasolini. Es un culé empedernido, está enamorado de Laura desde los seis años, y es el padre de Gala y Pau.