En el ámbito de los festivales de cine, la misión de un buen jurado es la de separar el grano de la paja. Por desgracia, en la 77ª Mostra de Venecia –el primer gran festival de la era post Covid-19– hubieron demasiadas medianías y poco esplendor. El riesgo, para el jurado presidido por Cate Blanchett, consistía en la posibilidad de caer víctima de la monótona sucesión de películas empeñadas en subrayar su “discurso” o decididas a subirse al carro de alguna tendencia de éxito en el ámbito del cine de autor. Por suerte, Blanchett y compañía se aferraron a la responsabilidad cinéfila para componer, en su mayor parte, un palmarés ejemplar, encabezado por el merecido León de Oro para ‘Nomadland, la película norteamericana dirigida por la cineasta de origen chino Chloé Zhao y protagonizada por Frances McDormand. Un soplo de ternura en el corazón de un panorama fílmico dominado por el nihilismo y la desesperanza, la tercera película de Zhao demuestra que el firme compromiso humanista con la realidad sigue siendo, siete décadas después del surgimiento del Neorrealismo italiano, una fuente inagotable de imágenes imperecederas. En ‘Nomadland’, la directora de 'The Rider' propone un híbrido de documental y ficción que disecciona la precaria pero incorruptible realidad de una comunidad nómada formada por gente mayor de clase trabajadora que lo perdió todo en la crisis económica de finales de la primera década del siglo XXI. Un retrato lleno de honestidad que toca el cielo gracias a la presencia de la gran Frances McDormand, que da vida y complejidad a la figura de Fern, una mujer que encuentra en la carretera un pequeño antídoto para la melancolía provocada por la muerte de su marido y la pérdida de su antiguo modo de vida.

Luego, más allá de un León de Oro que, en justicia, deberían compartir Zhao y McDormand, Blanchett y su jurado trufaron el palmarés de alegrías cinéfilas. La mayor de todas fue el León de Plata a la Mejor Dirección para el japonés Kiyoshi Kurosawa por ‘La mujer del espía’, un fascinante drama histórico con toques de thriller de espionaje ambientado en el Japón de la Segunda Guerra Mundial. A medio camino entre el homenaje a la serie B del Hollywood clásico, el recuerdo del maestro nipón Kenji Mizoguchi y el ejercicio de modernidad fulgurante, Kurosawa compone un film fantasmagórico que revela las atrocidades cometidas por el ejército japonés durante la guerra. Por su parte, siendo Blanchett la presidenta del jurado, no cabía esperar menos que unos galardones ejemplares en la categorías actorales. Así, la londinense Vanessa Kirby –conocida por haber interpretado a la condesa de Snowdon en la serie ‘The Crown’–, se llevó la Copa Volpi a la Mejor Actriz por su impetuosa encarnación de una mujer golpeada por la fatalidad en 'Pieces of a Woman' del húngaro Kornél Mundruczó, un trabajo interpretativo que evoca el recuerdo de los actores del “método”, expertos en interiorizar y contener las aflicciones de sus personajes para luego hacerlas estallar en ejercicios de pirotecnia emocional. Menos espectacular pero igual de estimulante resultó la tarea del italiano Pierfrancesco Favino en ‘Padrenostro’ de Claudio Noce, donde el protagonista de ‘El traidor’ de Marco Bellocchio ofrece un nuevo recital de presencia escénica en la piel de un jefe de policía de romano amenazado de muerte por un grupo revolucionario en la Italia de la década de 1970. El panorama de actores galardonados se completó con el Premio Marcello Mastroianni al Mejor Joven Intérprete para Roohollah Zamani, que en la discreta 'The Sun Children' del iraní Majid Majidi encarna a un niño que intenta salir adelante en el seno de la devastación social del Irán más marginal.

El palmarés se completó con otras buenas noticias, como el Premio Especial del Jurado para la magnífica ‘Dear Comrades’, en la que Andréi Konchalovski compone, en prodigioso blanco y negro, un detallado, emotivo y vivaz fresco histórico centrado en las convulsiones sociales de la Unión Soviética en el año 1962. También cabe celebrar el premio al Mejor Guion para el indio Chaitanya Tamhane por ‘The Disciple’, en la que se retrata la odisea a contracorriente de un joven músico que aspira a perfeccionar su conocimiento e interpretación de la música clásica india. Por último, cabe apuntar que a este palmarés ejemplar solo le faltó alguna mención para la magnífica ‘Miss Marx’ de Susanna Nicchiarelli y le sobró el Gran Premio del Jurado para ‘Nuevo orden’, en la que Michel Franco compone un escalofriante y algo exhibicionista teatro de la crueldad para denunciar las tensiones de clase y la violencia sistémica que imperan en el México actual.

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Manu Yáñez es periodista y crítico de cine y está especializado en cine de autor, en su acepción más amplia. De chaval, tenía las paredes de su habitación engalanadas con pósteres de ‘Star Wars: Una nueva esperanza’ de George Lucas y ‘Regreso a Howards End’ de James Ivory, mientras que hoy decora su apartamento con afiches de los festivales de Cannes y Venecia, a los que acude desde 2003. De hecho, su pasión por la crónica de festivales le cambió la vida cuando, en 2005, recibió el encargo de cubrir la Mostra italiana para la revista Fotogramas. Desde entonces, ha podido entrevistar, siempre para “La primera revista de cine”, a mitos como Clint Eastwood, Martin Scorsese, Angelina Jolie, Quentin Tarantino y Timotheé Chalamet, entre otros.

Manu es Ingeniero Industrial por la Universitat Politécnica de Catalunya, además de Máster en Estudios de Cine y doctorando en Comunicación por la Universitat Pompeu Fabra. Además de sus críticas, crónicas y entrevistas para Fotogramas, publica en El Cultural, el Diari Ara, Otros Cines Europa (escribiendo y conduciendo el podcast de la web), la revista neoyorkina Film Comment y la colombiana Kinetoscopio, entre otros medios. En 2012, publicó la antología crítica ‘La mirada americana: 50 años de Film Comment’ y ha participado en monografías sobre Claire Denis, Paul Schrader o R.W. Fassbinder, entre otros. Además de escribir, comparte su pasión cinéfila con los alumnos y alumnas de las asignaturas de Análisis Fílmico de la ESCAC, la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña. Es miembro de la ACCEC (Asociación Catalana de la Crítica y la Escritura Cinematográfica) y de FIPRESCI (Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica), y ha sido jurado en los festivales de Mar del Plata, Linz, Gijón, Sitges y el DocsBarcelona, entre otros. 

En el ámbito de la crítica, sus dioses son Manny Farber, Jonathan Rosenbaum y Kent Jones. Sus directores favoritos, de entre los vivos, son Richard Linklater, Terence Davies y Apichatpong Weerasethakul, y su pudiera revivir a otros tres serían Yasujirō Ozu, John Cassavetes y Pier Paolo Pasolini. Es un culé empedernido, está enamorado de Laura desde los seis años, y es el padre de Gala y Pau.