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Como cada año, los aficionados al cine y las series tenemos una cita la noche de 5 de enero que no es con los Reyes Magos. La 82 edición de los Globos de Oro, los Premios que entrega la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA) son un principio y un final. Son el final de muchas campañas televisivas que empezaron el pasado septiembre con los Premios Emmy y, por supuesto, el inicio de una temporada de premios del cine en Hollywood que pondrá su punto y final en la gala de los Oscar del próximo 2 de marzo.
Pero los Globos de Oro tienen y siempre han tenido cierta personalidad propia. Han sabido resurgir y remodelarse sin perder esa personalidad que los convertía en la gala más gamberra de Hollywood. Todo ello sin perder esa baza, cada año mejor, de juntar cine y televisión. Los invitados se lo tomaron muy en serio desde una Alfombra Roja por la que desfilaron estrellas tan consagradas como Nicole Kidman, Demi Moore, Cate Blanchett y Angelina Jolie como otras idols de las nuevas generaciones como Zendaya, Selena Gomez y Ariana Grande. Estas dos últimas se enfrentaban, curiosamente, en el primer premio de la noche, el de Mejor Actriz Secundaria en Comedia o Musical. Ninguna se lo llevó para cabreó en redes de sus millones de fans, pero parece que tuvieron una noche plácida.
Por la alfombra roja también pasaron ellos, pero salvo algún pin en la solapa solo rompieron un poco el monocorde traje negro Andrew Scott y un Jeremy Strong que se ganó varias miradas con su sombrero. También recordaremos con cariño ese momento en el que Nicole Kidman interrumpió la entrevista de Ewan McGregor y que nos llevó a todos de vuelta a 'Moulin Rouge'.
Lo importante, la gala de entrega de Premios ocurrió después y duró más de tres horas.
Nikki Glaser, un debut con nota
Decían la comediante Nikki Glaser, maestra de ceremonias de estos Globos de Oro, que había llamado a Ricky Gervais para que le diera consejos. Entre eso, y que en Estados Unidos se ha hecho célebre por sus roast a estrellas, a nadie le sorprendió que su monólogo estuviese lleno de pullas bastante atrevidas. Aunque aún le queda para alcanzar la despedida de Gervais, Glaser se atrevió con un poco de todo. No faltaron las bromas con el Ozempic, con Donald Trump, el MeToo o incluso con las fiestas sexuales de Diddy que tanto están salpicando al star system americano.
Entre su extraña imitación de Sandler, su obvia y sobrante puya a Benny Blanco (prometido de Selena Gomez) y su reparo hacia la ausencia de 'Joker: Folie a Deux' podríamos decir que de Glaser lo que más se recordará serán sus looks. Y es que la cómica apareció todas y cada una de las veces con un vestido distinto en pantalla. Eso, al menos, esperamos que entretuviese a los fans de estos eventos que se fijan más en la alfombra roja que en el palmarés más que la monotonía de los presentadores hombres. En las redes sociales parece, sin embargo, que se le recordará por descolocar a Harrison Ford en una broma en la que aludía a que el actor de Han Solo confundiría los nombres de Ariana y Zendaya intentando conseguir marihuana.
Fue una broma que cayó fría como el hielo, pero no podemos tildar ni mucho menos de fracaso la primera intentona de Glaser en estos premios. Mantuvo la acidez clásica de Gervais en un monólogo que tuvo de todo, y luego se limitó a dar paso a los premios mientras se cambiaba continuamente de vestuario. Vista la duración de la gala, todos lo agradecimos más que el mejor chiste.
Los entregadores tienen que mejorar
Decían desde la retrasmisión de Movistar + que dolía ver como tantas estrellas se limitaban a leer el telepromter para recitar dos frases cuando son profesionales capaces de aprenderse guiones enteros. Y sí, los Globos de Oro reunieron un estelar reparto de entregadores. Por aquí desfilaron Harrison Ford, The Rock, Sharon Stone, Anya Taylor-Joy, Michael Keaton, Zoe Kravitz, Glenn Close o Nicolas Cage entre muchos otros. Sin embargo recordaremos a muy pocos.
A las que más, a Margaret Qualley y Demi Moore, que sí se vinieron con su guion aprendido para añadir una especie de escena extra a 'La sustancia' con su intervención. Ellas fueron lo más gracioso y entrañable que pretendía serlo. El más cómico, sin embargo, fue un serio y emocionado Vin Diesel encargado de entregar el debutante galardón al logro en taquilla. El alma de la saga 'Fast & Furios', además de saludar a su enemigo íntimo The Rock, se emocionó con un discurso donde reivindicaba el papel unificador y colectivo de los taquillazos que tan bien se le han dado. Gracias a él este premio, leído por todos como un simple guiño popular sin ningún prestigio, no desentonó nada.
Ni tanto ni tan calvo en los discursos
Nos hemos quejado a menudo de discursos largos, de ganadores que se van por las ramas contándonos la historia de cuando su abuela les hacia galletas en el campo o como su padre les ataba los cordones. Este año no recordaremos los Globos de Oro por casi ningún discurso. Sin embargo, si queremos aguantar otra gala despiertos necesitamos que las estrellas vuelvan a emocionarse un poco, y que cuando lo hagan digan algo interesante.
Solo hubo cuatro protagonistas en los discursos. La primera fue Zoe Saldana, que recogió la primera estatuilla de la noche y se emocionó como la que más. Hablamos de la cuarta estrella más taquillera de la historia de cine que, sin embargo, ganaba gracias a 'Emilia Perez' su primer premio importante. La estrella de ascendencia dominicana salió emocionada, casi sin respirar, agradeciendo a todo el mundo hasta que se le acabó el tiempo para subir todavía más un grado de emoción y recordar a su familia. No le faltó tampoco el español para dirigirse a su compañera Karla Sofía-Gascón con un "eres única" que nos hizo creer que la gala iba a ser más emotiva de lo que fue.
Demi Moore cumplió con un discurso bello y efectivo en el que recordaba que hace décadas le dijeron que era una estrella "palomitera", una destinada a ganar dinero en taquillo pero no premios ni prestigio. Ahora, cuando ella creyó que su carrera ya le había dado todo lo que le iba a dar, parece que ese "productor" se equivocó. Demi Moore sale disparada de los Globos de oro como favorita al Oscar pero, como dijo Glaser poco después, "las mujeres que hacen un papel pasados los 50 hacen un 'regreso' mientras que los hombres se preparan para hacer de novios de Sydney Sweeney". Ojalá dentro de unos años podemos decir que alguien como Moore nunca dejó de ser noticia.
Volvió a arrasar 'Shogun' y volvieron a subir a recoger premios Hiroyuki Sanada, Anna Sawai y Tadanobu Asano. El primero fue, como siempre, correcto y elegante. La segunda, la gran revelación de Hollywood esta temporada, salió tan al borde del llanto como en los Emmy, pero se retiró tras el discurso más breve de la noche. El que se ganó las simpatías de todos fue Asano, que aseguró que volaba a Tokio de vuelta esa misma noche, pero que no había regalo más grande que ese. El japonés despertó simpatías, risas y mucha cercanía mientras no se olvidaba de nadie. Y en un idioma que no es el suyo... Ojalá más premiados hubiesen tenido su habilidad.
En una gala que opaca mucho a los cineastas en post del brillo de las estrellas tampoco podemos dejar pasar el discurso del ganador del premio a Mejor Director. El también actor Brady Corbet se lo llevó por 'The Brutalist', la gran triunfadora de la noche en la categoría de Drama y, de paso, nos recordó que nadie parecía necesitar ver un drama de más de tres horas sobre un arquitecto que, encima, se empeñó en rodar en 70 mm. Como dijo, siempre hay que apoyar a los cineastas, a los artistas, sin ellos no habría películas, solo productos prefabricados.
Los momentazos de la noche
Que los Globos de Oro tengan barra libre de alcohol, pillen a la gente desentrenada al inicio de la carrera de premios y demás elementos caóticos provoca habitualmente que haya más salidas de tono de las previstas. Este año no será recordado como uno histórico en cuanto a eventos destacables, y los tuiteros se tendrán que contentar con pequeños momentos. Pero que eso no nos impida ver la belleza en ese Kieran Culkin diciendo palabrotas mientras recoge su premio y avergüenza a su mujer a la vez que habla de su terapeuta. Tampoco nos queremos olvidar de Sofia Vergara, que se coló en el cuarto Globo de Oro de Jodie Foster con un "Dame uno a mí" que luego refrendó con un gesto a la cámara. Ya es su cuarta vez nominada sin suerte.
También nos sacó una sonrisa Paul W. Downs, creador y actor de 'Hacks', pidiendo que por favor no le diesen más chupitos a Jean Smart, también ganadora, que mañana tenían rodaje a las seis. Nos vamos más tranquilos sabiendo que Seth Rogen denunció en vivo y en directo el extraño ángulo de cámara ladeado con el que enfocaban a la mayoría de entregadores y preocupados por que Harrison Ford no vaya a volver a acercarse a otra gala de premios. En esta, además de perder, está claro que no se lo pasó precisamente bien.
Sin embargo, quizás lo más destacado surgió al final. Con el triunfo de 'Emilia Perez', y con Saldana y Audiard con ya todo dicho, el micrófono fue a parar para una Karla Sofía Gascón a la que habíamos visto algo cabreada durante la gala. Normal cuando eres una nominada y cuando hablan de ti la realización enfoca a Sofía... Vergara. La española dio el discurso más importante de la noche para poner punto y final a la gala.
¿Y si la televisión es el lastre de los Globos de Oro?
La televisión, se supone, es el gran punto diferencial de los Globos de Oro frente a los Premios Oscar. Además, cada año le permite convocar a estrellas de Hollywood del mismo nivel que las del apartado de cine. Este año estaban Kate Winslet, Cate Blanchett, Jodie Foster, Harrison Ford, Ewan McGregor, Javier Bardem (nominado pero ausente) y un largo etc. Sin embargo, cuando se empiezan a suceder los premios, el aburrimiento es lo único que sacamos. Básicamente, porque se nota que los votantes se dedican más al cine que a la televisión y sus premiados son muy predecibles y limitados. Si en el cine hay sorpresas, en la televisión se repite la misma dinámica de los Emmy. Este año fueron un calco salvo el premio a Colin Farrell por 'El pingüino', que no se había estrenado en la celebración de los últimos Emmy. Además, los premiados llegan con las estanterías ya tan cargadas de galardones por el papel que parecen vivir un simple trámite.
De sorpresas también viven los Globos de oro
El gato se comió al ratón, y es que 'Flow, un mundo que salvar', una película de animación letona sin diálogos con un protagonista gatuno, se llevó el Premio por encima de 'Del revés 2', 'Robot Salvaje' o 'Vaiana 2'. Desde luego, un premio merecido para la ganadora absoluta de los últimos Annecy que le da posibilidades en los Premios Oscar frente a Disney y compañía.
Pero sin duda la mayor sorpresa fue la victoria de 'Cónclave' a Mejor Guion... Vale no, eso es algo personal. La mayor sorpresa fue la victoria de la brasileña Fernanda Torres en la categoría de Mejor Actriz Principal en Drama o Comedia frente a frente a Nicole Kidman, Angelina Jolie, Tilda Swinton, Pamela Anderson y Kate Winslet. Desde luego, la protagonista de 'Aún estoy aquí' puede decir que ganó frente a titanes.
Los Oscar empiezan a ser cosa de 2
Pese al empuje de las redes por el fenómeno 'Wicked' y de los críticos por la magnífica 'Anora' (nos duele que se fuese absolutamente de vacío), si los Globos de Oro han dejado dos cosas claras son las candidaturas a los Oscar de 'Emilia Perez' y 'The Brutalist'. Ambas acabaron con cuatro galardones, aunque la segunda se llevó el reconocimiento a Mejor Dirección. Si a esto le sumamos que Adrian Brody, protagonista de 'The Brutalist', sí que ganó el premio a Mejor Interpretación Protagonista que no se llevó Karla Sofía Gascón por 'Emilia Pérez', podemos decir que la película más reforzada es 'The Brutalist'. Pero no podemos perder de vista que 'Emilia Perez' se enfrentaba con las tres favoritas, 'La sustancia', 'Anora' y 'Wicked'.
Las cartas están echadas, pero ahora ha quedado claro que hay dos caballos claramente en cabeza.

Rafael es experto en cine, series y videojuegos. Lo suyo es el cine clásico y de autor, aunque no se pierda una de Marvel o el éxito del momento en Netflix por deformación profesional. También tiene su lado friki, como prueba su especialización en el anime, el k-pop y todo lo relacionado con la cultura asiática. Por generación, a veces le toca escribir de éxitos musicales del momento, desde Bizarrap hasta Blackpink. Pero no se limita ahí, ya que también le gusta escribir de gastronomía, viajes, humor y memes. Tras 8 años escribiendo en Fotogramas y Esquire lo cierto es que ya ha hecho un poco de todo, desde entrevistas a estrellas internacionales hasta presentaciones de móviles o catas de aceite, insectos y, sí, con suerte, vino. Se formó en Comunicación Audiovisual en la Universidad de Murcia. Después siguió en la Universidad Carlos III de Madrid con un Máster en Investigación en Medios de Comunicación. Además de comenzar un doctorado sobre la representación sexual en el cine de autor (que nunca acabó), también estudió un Master en crítica de cine, tanto en la ECAM como en la Escuela de Escritores. Antes, se curtió escribiendo en el blog Cinealacarbonara, siguió en medios como Amanecemetropolis, Culturamas o Revista Magnolia, y le dedicó todos sus esfuerzos a Revista Mutaciones desde su fundación. Llegó a Hearst en 2018 años y logró hacerse un hueco en las redacciones de Fotogramas y Esquire, con las que sigue escribiendo de todo lo que le gusta y le mandan (a menudo coincide). Su buen o mal gusto (según se mire) le llevó también a meterse en el mundo de la gastronomía y los videojuegos. Vamos, que le gusta entretenerse.