Han pasado 18 años desde que se estrenase ‘American Pie’ (Paul Weitz), una comedia generacional que marcó el camino del humor adolescente norteamericano durante la primera década del siglo XXI. Sus tres secuelas oficiales, más las cuatro salidas directamente en DVD, fueron perdiendo tirón, pero lo cierto es que tanto la original como ‘American Pie 2’ (J.B. Rogers, 2001) permanecen en el recuerdo de todo aquel que naciese alrededor del 90.
En su reparto encontramos un buen número de caras que nos suenan pero que, en su mayoría, andan algo desaparecidas. Hoy nos centramos en uno de los secundarios con menos minutos que más nos marcaron, uno con nombre propio: The Sherminator.
Chris Owen fue el encargado de interpretar a Chuck Sherman, un pobre friki de instituto cuya estrategia de ligue era fingir ser el Terminator de la película de James Cameron pero con una programación centrada en la reproducción. En la primera entrega no le funciona, en la segunda logra engatusar a Nadia (Shannon Elizabeth) y en ‘American Pie: El reencuentro’ parece estar pasando por un duro divorcio, algo que no le impide continuar con el radar activado.
El actor comenzó su carrera en 1995 con dos divertimentos infantiles de cierto éxito en Estados Unidos, ‘El gran peque se va de ligue’ (Patrick Read Johnson) y ‘Major Payne’ (Nick Castle). Tras su aparición en las dos primeras entregas de la franquicia de los jóvenes salidos, apareció en un par de copias del invento y hasta en ‘American Pie presenta Band Camp’ (Steve Rash, 2005), la primera de las secuelas en aparecer directamente en formato doméstico. Junto con Eugene Levy, fue el único intérprete de los títulos oficiales en prestarse al nuevo formato.
Después su carrera empezó a flojear. Un pequeño papel en ‘La niebla’ (Frank Darabont, 2004), el regreso en ‘American Pie: El reencuentro’ (Jon Hurwitz, Hayden Schlossberg, 2012) y su aparición en un capítulo de ‘Mentes criminales’ el año pasado, es lo más destacable de su trabajo actoral.
Entonces, ¿de qué vive? Según un reportaje publicado por el New York Daily News hace unos tres años, Owen ha estado trabajando como camarero en un restaurante de sushi en Santa Monica, California. “La vida no ocurre siempre como esperas”, declaró entonces. “Me encanta actuar y este trabajo me permite seguir luchando por ello”.
Gracias a su Instagram podemos ver cómo ha evolucionado el actor y, a decir verdad, de enclenque paliducho de instituto se ha convertido en una versión pelirroja de Benedict Cumberbatch.
