Rodada en tan solo 25 días y con un desembolso inicial de nueve millones de dólares, el segundo largometraje de Christopher Nolan mostraba una estructura tan original como atípica, construida a base de una serie de flashbacks que nos hacían retroceder en el tiempo y que nos obligaban a experimentar la misma dolencia que sufría el protagonista del film: a medida que avanzaba la trama, debíamos recomponer las piezas del puzzle en base a los recuerdos que íbamos almacenando en nuestra memoria. Aunque merece la pena realizar un segundo visionado para comprender la complejidad de la historia, 'Memento' se convirtió en todo un homenaje moderno al film noir de los años 40 y en una declaración de intenciones por parte de un Christopher Nolan que, recién cruzada la frontera del segundo milenio, apuntaba alto. Muy alto.
EL DATO: La enfermedad que sufre el personaje de Leonard en 'Memento' es un trastorno neurológico real conocido como amnesia anterógrada, un tipo de pérdida de memoria que impide a la persona que lo sufre almacenar nuevos recuerdos a largo plazo. Durante la década de 1950, se dieron casos muy parecidos al de 'Memento' después de que algunos médicos trataran de curar episodios de epilepsia extrayendo partes del hipocampo, la parte de nuestro cerebro dedicada a la memoria.
LA IMAGEN CONGELADA: El reverso de la instantánea con la que Leonard es capaz de recordar a Natalie y en el que escribe aquella frase que será clave a la hora de confiar en ella para culminar su particular venganza: "Ella también ha perdido a alguien. Te ayudará por compasión".
LA FRASE:"¿Cómo puedo cicatrizar si no siento el paso del tiempo?" (Guy Pearce como Leonard)
EL PORQUÉ: Porque buena parte del ideario cinematográfico de Nolan se encontraba ya, como los tatuajes de Leonard, grabados a fuego en la piel de 'Memento'. Porque existen pocas historias que presuman de una estructura narrativa tan diferente a la norma preestablecida. Y porque, a diferencia del protagonista del film, no podemos olvidar el legado de una película que se convirtió, por méritos propios, en un film de culto.
'Memento' (Christopher Nolan, 2000). Distribución por Summit Entertainment (Todos los derechos reservados)
Se perdió una mañana de instituto para ver el final de ‘Perdidos’ y, aunque la leyenda cuenta que está en FOTOGRAMAS por sus tortillas de patata, la realidad es que lleva en la revista desde 2016 como “el chico de los vídeos”. Graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, un día se cansó de vivir entre muggles y, antes de que ‘Cinema Paradiso’ y ‘El espíritu de la colmena’ despertaran su fascinación por el séptimo arte, decidió (no) crecer imaginando su infancia entre hobbits y jedis. Vive enamorado de Emma Watson y Michael Scott, y está convencido de que su cima en la vida ha sido, es y será decirle a Viggo Mortensen en un ascensor que todavía guarda una figura de acción de Aragorn.