1. El sello Fesser. Ya desde que debutó en 1994 con el cortometraje 'Aquel ritmillo' (que ganó el Goya al Mejor Cortometraje de Ficción), Javier inauguró un estilo propio –influido en buena parte por los dibujos animados del director y caricaturista Chuck Jones y por la estética que adquirió en sus años como director de publicidad– que se confirmó con 'El milagro de P. Tinto', su primer largometraje. La ternura y admiración con la que retrata a sus personajes (a los que él se empeña en quitar la etiqueta de “extravagantes”) y una estética visual por la que le han llegado a comparar con Jean-Pierre Jeunet ('Amélie') son solo algunas de las señas de identidad que se han convertido en marca de la casa de Pendelton, su productora.
2. Javier Gutiérrez. El hombre de las mil caras, el que se atreve con lo que le echen y, sobre todo, el que es capaz de llevar a cabo con precisión casi artesanal la difícil labor de interpretar al hombre de clase media normal. Su elección fue clave para que la película funcionara. “Hace dos años rodé con él el corto 'Servicio técnico' y ahí confirmé que compartimos lenguaje y sentido del humor. Cuando surgió 'Campeones', supe que era el candidato perfecto para personificar las dos cualidades de la película que he mencionado: ternura y humor. Javier ha sido mi aliado fundamental en el rodaje. Yo, detrás de la cámara, y él, desde delante de ella, controlándolos”, confiesa Javier Fesser a FOTOGRAMAS.
3. La discapacidad, vista desde la ternura y el humor. Sensible, pero sin caer en el sentimentalismo. Es, sin duda, otra de las características de la filmografía de Fesser y que se convirtió en una máxima durante el rodaje de 'Campeones'. El director tuvo claro desde el principio que la honestidad, el respeto, el humor y la ternura tenían que ser las notas predominantes de la película, que huye de la condescendencia: “La inocencia que destilan todos los actores, su falta de prejuicios, esa limpieza, tan infantil, de mirada y de alma. Tenía la sensación de estar trabajando con niños, pero no porque fueran inmaduros, sino por todo lo contrario, por la madurez que hay que tener para convertir cada pequeño reto del rodaje en algo ilusionante”.
4. El casting. Los discapacitados intelectuales que conforman el reparto (Alberto Nieto, Roberto Chinchilla, Jesús Vidal, Jesús Lago Solís, Fran Fuentes, José de Luna, Sergio Olmo, Gloria Ramos, Alberto Nieto Fernández, Julio Fernández y Stefan Nieto) salieron de un casting por el que pasaron 600 aspirantes. “Aunque nos hemos quedado solo con diez, todos han participado en el resultado porque inspiraron frases, gestos, detalles y reacciones que ven en pantalla. Gracias a ellos he conocido en profundidad el mundo de estas personas, que me enamoró desde el principio”. Javier, además, destaca la autenticidad con la que han trabajado: “Buscaba la capacidad de emocionar y encontrar la verdad. Y el hecho de que sean discapacitados no ha supuesto ninguna dificultad extra. El auténtico desafío ha sido filmar una película coral con diez personas que no son actores. Han suplido su falta de experiencia con un entusiasmo envidiable”.
5. Basada en hechos reales. La idea de rodar la película surgió tras la publicación de un artículo que contaba la historia del Club Deportivo Aderes de Burjassot, en Valencia, y en el que se hablaba de Ramón Torres, capitán del equipo paralímpico al que retiraron la medalla de oro que ganó en los Juegos de Sidney 2000 al considerar que varios miembros del equipo no tenían “la suficiente deficiencia intelectual”. David Marqués escribió un primer borrador del guion, que Fesser modificó y cuya tercera versión acabó siendo el texto definitivo firmado por ambos. Para ello, contaron con el asesoramiento de asociaciones como Plena Inclusión o el Grupo AMÁS que, además, ayudaron en el proceso de selección de los actores.
6. Una película inclusiva, delante y detrás de las cámaras. Fesser decidió contratar a discapacitados intelectuales no solo como miembros del reparto sino también en los departamentos de producción, catering…
7. Caras conocidas… y otras olvidadas. Al igual que hizo en 'El milagro de P. Tinto', donde le regaló a Luis Ciges el primer personaje protagonista de su currículum –que por aquel entonces contaba ya con 130 títulos–, Javier Fesser ha 'recuperado' actores como Daniel Freire, que no trabajaba en cine desde que rodó 'Cruzados' en 2013; o Athenea Mata, a la que no habíamos visto en ninguna película desde 'Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo', que Fesser dirigió en 2014.
8. De la risa al llanto. Aunque la nota predominante de la película es el humor –ojo al manejo de la comedia que tienen los diez intérpretes debutantes–, en 'Campeones' hay espacio para todo. Y esto fue, precisamente, una de las cosas que cautivó a Fesser desde la primera lectura del guion. Atención a la emotiva secuencia final cargada de verdad o a la tan reivindicativa como triste escena en la que los pasajeros de un autobús se pillan un monumental cabreo al tener que compartir el vehículo con el grupo de discapacitados.
9. El poder de los secundarios. Itziar Castro, Luisa Gavasa, Juan Margallo o Luis Bermejo componen aquí unos personajes secundarios tan bien dibujados como el padre de 'Camino', al que dio vida Mariano Venancio, o el Filemón por el que Pepe Viyuela recibió la felicitación del mismísmo Ibáñez.
10. Acción antes del 'Y acción'. Muchos de los actores que han trabajado con Fesser aseguran que nunca saben cuándo ha comenzado a rodar. ¿El motivo? El director cree que en esos momentos previos a la claqueta es donde se pueden producir reacciones imposibles de reproducir después de gritar 'acción'. Un material que, a la vista está, no está dispuesto a desaprovechar.
11. Formando equipo. La mayoría de los actores de la película no habían jugado nunca al baloncesto, por lo que pasaron los dos meses previos al rodaje entrenando con Andrea González, preparadora de los madrileños Los Raperos de Ademo. Durante ese tiempo, los chavales aprovecharon para hacer piña y crear ese buen rollo que traspasa la pantalla grande y en el que no tiene cabida ni el más mínimo ápice de competitividad.
Director digital de Fotogramas.es y el español vivo que ha visto y ve más cine español. Se mete 1,7 películas al día y escribe sobre ellas 40 horas a la semana desde hace 20 años. Y no solo cine patrio. Desde los títulos más indies hasta los blockbuster imprescindibles o lo más selecto de los festivales internacionales. Todo vale para alimentar su inagotable ansia cinéfila. Y, por supuesto, sin dejar de lado las series de televisión.
Por su grabadora ha pasado todo el 'star system' español… y gran parte del internacional. Desde que se licenció en Periodismo allá por… Bueno, desde que se licenció en Periodismo, ha trabajado en varias cabeceras de Hearst, como TP, Supertele o Teleindiscreta, antes de aterrizar en Fotogramas, curiosamente, la revista que le empezó a despertar su pasión por el séptimo arte desde bien pequeñito.
También es actor pero, a la espera del Goya Revelación, está felizmente encasillado en su papel.