· Bien - RRRRAARRWHHGRRGR
Empezamos con lo más fácil, ¿cómo nos iba a defraudar Chewbacca? Conocimos al wookiee en ‘La guerra de las galaxias’ (George Lucas, 1977) pero, según la cronología de la saga, la versión más joven del personaje la vimos en ‘Star Wars: Episodio III - La venganza de los Sith’ (George Lucas, 2005), ayudando a Yoda a escapar en el momento más delicado de la Orden Jedi y de la Antigua República.
Con esta nueva intervención, el copiloto más famoso del Halcón Milenario ha aparecido en siete títulos de la franquicia y, aún así, sigue conservando el encanto necesario para que sus rugidos sigan funcionando. Ni el cambio del veterano Peter Mayhew por el más lozano Joonas Suotamo bajo el denso pelaje, ha hecho que el de Kashyyyk pierda gancho.
· Mal - No hay dragones en el espacio
Todos teníamos
sobre la interpretación de Alden Ehrenreich. Ponerse en las botas de Solo era complicado, Harrison Ford hizo suyo el personaje a base de puro carisma y el joven actor tenía una dura tarea por delante. Aún así, y teniendo en cuenta que lo que estamos viendo es a un héroe en construcción, unos siete años más joven que aquel resabiado contrabandista que conocimos en Tatooine, Ehrenreich salva la papeleta.
Y tan cegados estábamos con los rumores sobre las dificultades del protagonista para hacerse con el papel que no pensamos en que algún otro miembro del reparto, más mimado por un fandom anterior, pudiese resultar lo más flojo de la cinta.
Así ha ocurrido con Qi'ra, el personaje al que encarna la tronista Emilia Clarke. Descuidada y a medio construir, es difícil adivinar hasta qué punto han querido guardarse su historia para ser explotada en posibles secuelas o, por el contrario, es un descuido debido al apresurado rodaje.
Estuviese planeado de ese modo en el libreto de los Kasdan o no, lo cierto es que Clarke no consigue que funcione y, por mucho que nos vendan su existencia como una pieza fundamental en la personalidad del protagonista, el guion hace que termine resultando una simple anécdota en su vida.
· Bien - Lando Gambino
Desde los primeros avances, quedó claro que el Lando Calrissian de Donald Glover tenía todos los ingredientes necesarios para convertirse en un robaplanos y, en sus fugaces apariciones, así ocurre.
Al porte heredado del genial Billy Dee Williams, Glover añade lo suficiente de su propia cosecha como para convertirse en el tipo del que realmente queremos saber más. Con suerte,
.
Tampoco debemos obviar la puntualidad con la que Childish Gambino, el sobrenombre musical del actor, ha decidido estrenar su genial ‘
’ a menos de un mes de la llegada de la película a los cines. Antes incluso de que aparezca en escena, ya es el personaje favorito de muchos.
· Mal - Mucho que contar, en mucho tiempo, muy deprisa
Tras dos horas y cuarto de frenético metraje, es curioso lo poco que parece haber ocurrido y los escasos recuerdos que quedan de grandes escenas de acción.
La velocidad parece deberse a la imperiosa necesidad de los guionistas de contarnos una gran historia pero, al final, lo que tenemos es algo así como un resumen acelerado sobre cómo Han empezó sus peripecias, trufada con algunos detallitos convertidos en canónicos que gustarán y enfurecerán a fanáticos de la saga a partes iguales. Una extraña mezcla que termina perdida, a medio camino entre la antología de hazañas y la aventura fundamental en el camino del héroe.
· Bien - El tren
La escena de acción más memorable de la película es el asalto al tren, una declaración de intenciones que, al menos durante la media hora en la que vemos a los personajes preparando el golpe ante una hoguera y poniéndose manos a la obra, nos convence de que esto es un western espacial.
Con el duo de Chewie y Han funcionando a pleno rendimiento, con unos Woody Harrelson y Thandie Newton a la altura y la presentación de Enfys Nest, una villana con el segundo mejor diseño de vestuario de la película (ganan las capas de Lando), esta set piece nos hace recordar por qué cualquier película mejora automáticamente si sale un tren.
· Mal - Bajón minero
El reverso tenebroso de la escena del tren. Si en aquella vemos cómo el diseño, los efectos, los personajes y el ritmo funcionan como un reloj, todo lo que acontece en las minas de especias de Kessel parece la rendición de un montador incapaz de lograr algo interesante con el material disponible.
Pobretona y alargada, hubiese sido un acierto para el corte final haber dejado todo este teatrillo de carreras por pasillos para el Blu-ray. Los fans de L3 no estarán de acuerdo, pero su mensaje es tan plano, simplón e impostado que podría colocarse en cualquier otra escena y, al menos, no seguir sumando minutos.
· Bien - Burocracia imperial
Lo mejor de los planes de Disney con sus películas paralelas, al menos para los fanáticos de la saga, es la oportunidad de ver cómo funciona el universo más allá del culebrón de los Skywalker. Este spin-off, como ya hacía la genial ‘Star Wars: The Clone Wars’, nos permite ver cómo se vive en nuevos rincones de la galaxia.
Gracias al momento histórico en el que transcurre, podemos además disfrutar del Imperio en pleno apogeo, en un momento en el que controlan las fronteras, expolian planetas y llevan la paz a la galaxia a base de mano dura.
· Mal - Lucasfilm no es infalible
El trabajo de Kathleen Kennedy no es precisamente fácil. Desde que se convirtió en la presidenta de Lucasfilm y empezó a liderar la maquinaria que Disney quería poner en funcionamiento lo antes posible, ha conseguido salir indemne de todos los problemas que le han ido apareciendo, y no han sido pocos.
Desde el mosqueo por los plazos de J.J. Abrams, a aquella vuelta al rodaje de ‘Rogue One’ en la que Tony Gilroy cambió el tercer acto de una película que no terminaba de funcionar, Kennedy se las ha ido ingeniando para que, hasta el momento, nada de eso llegase hasta el espectador una vez había pagado la entrada.
Esta vez no ha sido del todo así. Aunque todo rastro de Phil Lord y Chris Miller ha sido borrado y Ron Howard es el director de lo que vemos en pantalla, ni el realizador de ‘Apolo 13’ ha logrado disimular que esto ha sido
a solucionar en la mitad del tiempo mínimamente indispensable.
Escenas que, con algo más de calma, podrían haberse replanteado o eliminado al no quedar tan bien como parecen hacerlo en papel, se han rodado, montado y proyectado confiando en el buen hacer de Lawrence y Jon Kasdan. Su defensa del guion, uno de los motivos principales del despido de los dos primeros directores, obliga a pensar que Howard ha plasmado todo lo que ellos habían escrito.
De ser así, y teniendo en cuenta que esta historia sobre la juventud del canalla intergaláctico ha terminado siendo la película con menos humor de la saga, ¿por qué contratar en un primer momento a los directores de ’Lluvia de albóndigas’, ’Infiltrados en clase’ y ‘La LEGO película’? Kennedy, ¿en qué estabas pensando?
Ricardo Rosado es crítico de cine, periodista cultural, experto en comedia norteamericana, películas de terror de cualquier tipo y todo lo que ocurra entre géneros y formatos. Criado entre películas de Steven Spielberg, y malcriado desde que se topó con David Lynch, lleva una década escribiendo sobre el arte que consume.
En FOTOGRAMAS le leerás comentando los últimos estrenos en salas, fomentando la paz entre fans de Marvel y DC, repasando todas las novedades de Star Wars o sumergido en las profundidades de los catálogos de Netflix, HBO Max, Prime Video y Filmin. También le gusta hacer galerías y rankings de películas y series, pero nadie se fía demasiado de su criterio.
Tras estudiar Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid, creó un blog de reseñas cinematográficas con la esperanza de acudir gratis a festivales de cine y pases de prensa. Ahora, tras siete años escribiendo en FOTOGRAMAS sobre los últimos estrenos en salas, las series del momento y cualquier contenido disponible en los diferentes canales de streaming, sigue pensando que mereció la pena.
Frontman de dos vergonzantes proyectos musicales, director de diversos videoclips de bandas de heavy metal madrileñas y autor de no pocos cortometrajes escondidos en la red de redes, es el editor y uno de los orgullosos contertulios del podcast cultural 'Los de al lado de Pumares', espacio que le ha permitido participar como colaborador en otros formatos de radio como 'Estamos de cine' (Castilla-La Mancha Media) y 'El faro' (Cadena SER), además de haberle convertido en una de las voces principales de los vídeos de FOTOGRAMAS.