¿Cuál es el origen de 'Black Coal'?

La historia surge de una novela que leí hace años, sobre un hombre desesperado, que pierde su casa y a su esposa, y que planteaba algo que me interesa mucho: las entrañas, el interior del ser humano, sus sentimientos y sus sufrimientos. Ese fue un primer referente, más o menos indirecto, y a partir de ahí construímos un relato con un componente atractivo para el espectador: el elemento de la intriga criminal estaba en función de la construcción de unos personajes complejos y contradictorios. Así es el protagonista, un perdedor, un hombre divorciado, torpe, lleno de conflictos. En la película, el protagonista se agarra a un caso como un clavo ardiendo, la última oportunidad de redimirse y encontrar un nuevo comienzo, un nuevo camino.

Los protagonistas son un ex policía perdedor, como usted dice, y una mujer que cuadraría en el perfil de la clásica femme fatale.

No diría que Wu encaja en el perfil de la femme fatale tradicional: ella ha sufrido experiencias traumáticas y violentas y ha intentado defenderse, protegerse, y seguir adelante. No es una mujer fría, como las clásicas femme fatale del género negro. Creo que se distingue de ellas en ese sentido. Y tampoco creo que sea una mujer que utilice especialmente el elemento sexual: creo que estaría más cerca de los personajes femeninos de Antonioni, mujeres que despiertan el instinto de protección de los hombres.

¿Manejó referentes del noir clásico? ¿Cuáles son sus títulos favoritos del género?

Había muchos referentes, claro, pero lo que queríamos era alejarnos de ellos, para construir nuestro propio relato. En cualquier caso, he visto mucho cine, y ese es un género que me gusta especialmente: títulos como 'El Tercer Hombre', 'El Halcón Maltés'... y títulos de otras características, como 'Los crímenes del Doctor Mabuse', 'El gabinete del doctor Caligari', 'La Caja de Pandora'... Como cinéfilo, he bebido en todas esas fuentes, sí, pero no hubo ninguna voluntad de reproducir nada de esas películas. De todos modos, creo que el cine negro es uno de los que mejor expresan esos sentimientos humanos. Uno de los elementos que más me interesa del noir está en la construcción de personajes llenos de claroscuros, de contradicciones. Esa parte oscura que todos los seres humanos tenemos dentro. Yo mismo, no soy una persona de grandes valores morales, no me veo recogiendo una bandera en favor de la justicia universal. Y así es el ser humano.

El uso de la violencia en la película es frío, seco, adusto. Pero sugiere más que muestra. Hay una escena, con unos patines como arma mortal, que demuestra bien esa voluntad. ¿Estaría de acuerdo?

En esa escena hicimos una toma muy larga, no estábamos demasiado seguros, pero vimos que filmada así dejaba una sensación de angustia en el espectador mucho mayor que siendo más explícitos. La idea era incomodar al espectador y así resultaba más eficaz. Cuando la rodamos, estábamos a 30 grados bajo cero, no sabíamos muy bien cómo rodaríamos ese momento, y salió así. A veces, el destino se pone de tu parte, y se crea la magia.

¿Mostrar los cambios que ha vivido China en los últimos años fue otro de los objetivos de la película?

Parto de la idea de que lo importante en los thrillers no es, muchas veces, quién cometió el asesinato, sino descubrir y mostrar la sociedad, el entorno, que rodea todo eso. Me interesa muchísimo ese aspecto, y es lo que hemos intentado mostrar en la película, en una China que evoluciona y vive grandes cambios en los momentos en que sucede la trama.

¿Cómo recibió y cómo está gestionando el Oso de Oro que ganó la película en el Festival de Berlín?

Fue una sorpresa y una alegría enorme, y a partir de ahí es cierto que han llegado muchos viajes para llevar la película por todas partes, y nos asegura financiación e inversiones para próximos proyectos. Si eso, además, hace que el público se interese por el cine de autor será fantástico.

'Black Coal' forma parte de una corriente del cine chino que está siendo estupendamente recibido en Occidente. ¿Qué opina de esa relación entre el cine oriental y Europa o Estados Unidos?

Creo que el boom del cine asiático, y concretamente el chino, llegó a finales de los 80, con las películas de Zhang Yimou o Chen Kaige, que resultaban muy sorprendentes para el público occidental. Ahora se ha reavivado ese interés, pero ha desaparecido el factor sorpresa, no es tan importante el exotismo, y se es mucho más exigente con la calidad de las películas que llegan de nuestro continente.