Parece que fue ayer, pero ya han pasado 17 años desde el estreno de Harry Potter y la piedra filosofal, primera entrega de un universo mágico incomparable que marcó la infancia de toda una generación. Porque, mucho antes de la irrupción de Animales fantásticos, el universo literario de J. K. Rowling llegó a la gran pantalla acompañado de tres pequeños actores que nos robaron el corazón con cada escena de aquel film con el que Chris Columbus abrió las puertas de Hogwarts por primera vez en 2001. Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint se convertirían, con el paso del tiempo, en la imagen con la que millones de lectores de todo el mundo comenzarían a imaginar a Harry, Ron y Hermione, el trío protagonista de una serie de aventuras mágicas que se prolongaría hasta el año 2011 con el estreno de la segunda parte de Las reliquias de la muerte, que supuso el final de una saga cinematográfica formada por ocho películas y que, desde hace unos años, ha encontrado su expansión en los spin-off protagonizados por Newt Scamander.
Durante los primeros días de la producción de Harry Potter y la piedra filosofal, sus tres actores protagonistas, que por aquel entonces contaban con unos diez años, realizaron nada más ser seleccionados entre un casting de miles de niños la que sería la primera prueba de cámara de toda la saga. Un vídeo para la historia en el que Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint se metían por primera vez en la piel de sus personajes durante el ensayo de la escena en la que realizan el descubrimiento de Nicolas Flamel y su Piedra Filosofal, el elixir que Voldemort perseguía desesperadamente para volver a la vida. Además de mostrar una compenetración clara desde los primeros días de rodaje, el vídeo da prueba de una confianza y una amistad que ya son eternas. Porque, como dijo Emma Watson hace un tiempo, "fueron tantos años creciendo juntos que, al final, se han convertido en algo más que unos amigos... Para mí son ya como unos hermanos".
Se perdió una mañana de instituto para ver el final de ‘Perdidos’ y, aunque la leyenda cuenta que está en FOTOGRAMAS por sus tortillas de patata, la realidad es que lleva en la revista desde 2016 como “el chico de los vídeos”. Graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, un día se cansó de vivir entre muggles y, antes de que ‘Cinema Paradiso’ y ‘El espíritu de la colmena’ despertaran su fascinación por el séptimo arte, decidió (no) crecer imaginando su infancia entre hobbits y jedis. Vive enamorado de Emma Watson y Michael Scott, y está convencido de que su cima en la vida ha sido, es y será decirle a Viggo Mortensen en un ascensor que todavía guarda una figura de acción de Aragorn.