El 18 de diciembre de 1998, llegó a la cartelera española ‘El milagro de P. Tinto’, la extraña ópera prima de un exitoso director de publicidad. Ganador de un Goya con su primer corto, y habiendo demostrado que era una bestia creativa incontrolable con el segundo, era el momento de que Javier Fesser confirmase su talento con un largometraje.

Pero como no tenemos prisa, y aún faltan 5 años para que nos tengamos que apartar de la vía por la llegada del Expreso Pendular del Norte, vamos poco a poco.

Javier Fesser Pérez de Petinto, antes del milagro

Nacido en Madrid el 15 de febrero de 1964, Fesser fundó Línea Films poco después de licenciarse en la Complutense. Durante años, trabajó dirigiendo todo tipo de anuncios para grandes marcas pero en 1992, junto a Luis Manso, crea la productora Películas Pendelton con la intención de probar suerte en la ficción.

En aquella época, el Fesser más popular era su hermano Guillermo, la mitad del combo Gomaespuma que andaba planeando su salto de la radio a la televisión. Una de sus propuestas iniciales fue crear ‘Cándida, la serie’, continuación de la ficticia radionovela en la que Guillermo Fesser encarnaba a la tierna y despistada encargada del hogar a las órdenes de una tacaña señora a la que daba vida Juan Luis Cano.

Fue en el rodaje del piloto de aquella serie nunca realizada donde Luis Ciges conoció a los Fesser y se convirtió en una de las claves de su futuro creativo.

En 1994, con Ciges como gran estrella, el cineasta estrena su primer cortometraje, ‘Aquel ritmillo’, una joya que tamizaba la ocre imaginería de Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro con resortes cartoon que sonaban a Bruguera.

Pese a diferentes lances de la producción, como un accidente de Victoriano Romera que obligó a Fesser a inventarse un nuevo final en montaje para no alargar el proceso, la historia de Temeroso, Torcuato y Tintoreto terminó convirtiéndose en la sensación del año en el circuito de cortos y obligando a Fesser a subirse al escenario a recoger el Goya.

En ‘Aquel ritmillo’ puede notarse la marca del director en la fotografía de Javier Aguirresarobe, el tratamiento de los personajes y la cuidada selección de elementos que pueblan el escenario, pero cuando realmente nos acercamos al universo P. Tinto fue en su siguiente cortometraje, una explosión creativa imposible llamada ‘El secdleto de la tlompeta’.

Con Pablo Pinedo y sus dos bombonitas como eje central, la historia nos cuenta, con todo lujo de detalles, el jaleo que se trae el pobre tras un encontronazo con las fuerzas del orden en la gasolinera del camino que va de Torrevieja de Matute a Miraelrío de la Fuentes.

Todos los ingredientes artísticos que terminarían conformando su primer largometraje estaban ya presentes en este corto, incluida una definitiva intención ibáñezqua que, si bien explotó definitivamente en sus dos Mortadelos, forma parte intrínseca del imaginario P. Tinto.

Con decenas de anuncios rodados como experiencia previa, dos aplaudidos cortos como muestra pública de su talento y Ciges en mente, fue entonces cuando Javier y Guillermo comenzaron la escritura de un guion que no terminaría de evolucionar y ampliarse hasta el último día de rodaje de ‘El milagro de P. Tinto’.

Azar, milagro o accidente: Obleas P. Tinto abre sus puertas

Con el libreto de los Fesser bajo el brazo, la producción de Sogetel (ahora Sogecine) junto a Películas Pendelton y la participación de Canal+, Luis Manso empezó la preparación de un título que, con 300 millones de pesetas de presupuesto (menos de 2 millones de euros), resultaba realmente barato en la época. Ojo, que el apache Enrique López Lavigne también andaba por allí haciendo de las suyas.

Con Luis Ciges como único e insustituible P. Tinto confirmado, la búsqueda de intérpretes para completar el elenco fue relajada. La única tensión la provocó la incapacidad por encontrar a un segundo marcianito que llegase a la Tierra en un OVNI 600 junto a Emilio Gavira. Por suerte, antes de empezar a rodar con el mismo actor encarnando a ambos personajes, el director de casting Paco Pino se cruzó por la Gran Vía madrileña con un melenudo Javier Aller al que captó sin dudarlo.

Ese azaroso encuentro no solo nos regaló al descarado José Ramón, sino que cambió la vida de Aller, convirtiéndose en actor esporádico en títulos como ‘El corazón del guerrero’, ‘El robo más grande jamás contado’, ‘La gran aventura de Mortadelo y Filemón’ o ‘Miguel y William’, hasta su fallecimiento en mayo de 2018.

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Películas Pendelton

Con Agarrisarobe de nuevo tras la cámara, el rodaje comenzó en una carretera secundaria en la que un motocarro de tres ruedas tendría un desastroso encuentro con un camión de La Zamorana. Azuzado por Fesser, el especialista que conducía el vehículo quiso sorprender a los presentes con un derrape para el que aquel cacharro no estaba preparado. Tras el vuelco y el susto de aquella primera escena del primer día de rodaje, todo fue más tranquilo.

La dirección artística de César Macarrón casó tanto con las ideas de Fesser y Aguirresarobe como con las necesidades del equipo de efectos especiales, trabajo por el que Raúl Romanillos y Félix Bergés terminaron recogiendo un Goya.

Entre temas de Jorge Sepúlveda, Luisa Linares y Los Galindos, Los 3 Sudamericanos o el ‘Tengo un ovni formidable’ de Juan Luis Cano, Suso Sáiz fue el encargado de poner música original a la película y año y medio después de aquel accidentado primer día de rodaje, el resultado llegó a las salas españolas.

Lo primera que los curiosos espectadores de ‘El milagro de P. Tinto’ vieron al apagarse las luces fue ‘Pøsnëkc (la llave)’, corto ganador del “Juria Premiôk” en el “Ziudad de Grosnik Internazional Festibäl”. Este era el primer y loco acierto de la película, además de toda una declaración de intenciones sobre la libertad con la que Fesser había rodado su historieta. Presentar a uno de los protagonistas y su conflicto en un supuesto corto para que, al empezar oficialmente el largometraje, fuese totalmente olvidado hasta que irrumpiese media hora después en la trama central, dice mucho sobre el atrevimiento del maravilloso puzzle logrado por el cineasta.

Y es que Joselito, y su bombonita, llegará a casa de los P. Tinto en el mejor momento, justo cuando comienzan a dudar sobre si los dos marcianitos con los que han sido bendecidos son realmente la familia que tanto han estado buscando.

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Películas Pendelton

Así, encadenando acontecimientos azarosos que son confundidos con milagros y viceversa, la película avanza con la inercia de un dibujo de Tex Avery, el brillo de un tebeo de Francisco Ibáñez, el gusto costumbrista de Luis García Berlanga y la asunción del absurdo como único pilar al que aferrarnos de José Luis Cuerda.

Todo esto no terminó de reflejarse en la crítica de la época, que no terminó de asimilar de qué demonios acababa de ocurrirle al cine español. Los académicos tampoco parecieron demasiado satisfechos y, aunque reconocieron con una estatuilla la labor en el apartado de efectos especiales y nominaron a Fesser como mejor director novel, terminaron galardonando a Santiago Segura que ese mismo año había estrenado ‘Torrente, el brazo tonto de la ley’.

Por suerte, el público sí respondió. ‘El milagro de P. Tinto’ recaudó algo más del doble de su presupuesto, casi 700 millones de pesetas (4 millones de euros), dato más que válido para tratar a la película como un pequeño éxito que permitiría a Fesser seguir con su carrera.

De Mortadelos y campeones, Fesser después de P. Tinto

Tras su primera odisea en la gran pantalla, Fesser volvió a terrenos conocidos como realizador de spots publicitarios y cortos. En 2001 pudimos ver los 14 capítulos de la corta pero chocante ‘Javi y Lucy’, leyenda de la Edad del hierro de Internet en España, y aliciente para que el director se lanzase a promover Notodofilmfest, festival de cortometrajes online que aún hoy continúa siendo el objetivo de jóvenes promesas.

En 2003 volvió a las alfombras rojas con ‘La gran aventura de Mortadelo y Filemón’, la muestra final de que Ibáñez estaba detrás de gran parte de los gags visuales de P. Tinto.

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Películas Pendelton

Tras una nominación al Oscar por el corto ‘Binta y la gran idea’, Fesser estrenó ‘Camino’, un triste pero luminoso relato inspirado en los últimos días de Alexia González-Barros. Otorgó al realizador los Goyas al mejor director y mejor guion, además de hacerse con otros cuatro cabezones, mejor película incluido.

Seis años y múltiples anuncios y cortos después, regresó junto a Zeta Cinema para encargarse de la animada ‘Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo’, una nueva y genial aproximación a los perfectamente imperfectos agentes de la T.I.A..

Pero si este año has vuelto a oír el nombre de Javier Fesser es gracias a su quinto largometraje, ‘Campeones’, la historia de un desquiciado entrenador de baloncesto que encuentra el equilibrio en su vida al verse obligado a tratar con un grupo de jugadores con diversas discapacidades.

Exito rotundo de taquilla y seleccionada por la Academia para representarnos en los Oscar (no así por sus homólogos norteamericanos), ‘Campeones’ ha conseguido once nominaciones a los Goya de 2019 entre los que se encuentran los de mejor película, guion y dirección.

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Morena Films
Headshot of Ricardo Rosado

Ricardo Rosado es crítico de cine, periodista cultural, experto en comedia norteamericana, películas de terror de cualquier tipo y todo lo que ocurra entre géneros y formatos. Criado entre películas de Steven Spielberg, y malcriado desde que se topó con David Lynch, lleva una década escribiendo sobre el arte que consume.

En FOTOGRAMAS le leerás comentando los últimos estrenos en salas, fomentando la paz entre fans de Marvel y DC, repasando todas las novedades de Star Wars o sumergido en las profundidades de los catálogos de Netflix, HBO Max, Prime Video y Filmin. También le gusta hacer galerías y rankings de películas y series, pero nadie se fía demasiado de su criterio.

Tras estudiar Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid, creó un blog de reseñas cinematográficas con la esperanza de acudir gratis a festivales de cine y pases de prensa. Ahora, tras siete años escribiendo en FOTOGRAMAS sobre los últimos estrenos en salas, las series del momento y cualquier contenido disponible en los diferentes canales de streaming, sigue pensando que mereció la pena.

Frontman de dos vergonzantes proyectos musicales, director de diversos videoclips de bandas de heavy metal madrileñas y autor de no pocos cortometrajes escondidos en la red de redes, es el editor y uno de los orgullosos contertulios del podcast cultural 'Los de al lado de Pumares', espacio que le ha permitido participar como colaborador en otros formatos de radio como 'Estamos de cine' (Castilla-La Mancha Media) y 'El faro' (Cadena SER), además de haberle convertido en una de las voces principales de los vídeos de FOTOGRAMAS.