Uno de los personajes fundamentales de la saga de 'Harry Potter', tanto de los libros como de las películas (obviamente) es Voldemort. Porque algo básico en cualquier historia es: cuanto mejor es el villano, mejor es la película. Y tanto J.K Rowling como los productores lo sabían. En los libros de la autora británica, el malo malísimo culpable de la muerte de los padres de Harry Potter no aparecía hasta el final del cuarto libro, por lo que trasladar eso a pantalla iba a ser complicado.
La primera aparición física de Voldemort tenía que ser espectacular, y el actor que lo interpretara tenía que ser alguien a la altura. Así, el estudio y el propio Mike Newell, director de 'Harry Potter y el Cáliz del Fuego', decidieron acercarse a uno de los actores ingleses más respetados de los últimos años (nominado dos veces a los Oscars): Ralph Fiennes.
"La verdad es que no sabía nada acerca de las películas o de los libros. Se me acercó el equipo de producción, y querían que yo estuviera en la película que estaba dirigiendo Mike Newell. Iba a ser la primera vez que Voldemort apareciera físicamente" relata el actor.
"Ignorante de la historia, pensé que no sería algo para mí. Estúpidamente, dudé y estaba un poco reacio a aceptar. Creo que la que consiguió que me picara el gusanillo fue mi hermana Martha, ya que tenía 3 hijos que tendrían en aquel entonces unos 12, 10 y 8 años" recuerda Fiennes. "'¿¡Qué dices!? ¡Tienes que hacerlo!' me dijo mi hermana, así que volví a darle una vuelta y al final acepté".
Y menos mal que lo hizo. La elegancia del actor, unida a su capacidad camaleónica y su mirada penetrante, dieron con la clave para trasladar a Voldemort a la gran pantalla. Su diseño aún sigue atormentando a niños de todo el mundo, y se ha convertido en uno de los villanos más famosos de la historia del cine.