Con el estreno de 'Armageddon Time', James Gray sumó su octava película dentro de una notable filmografía en la que ha dotado de nueva vida el aroma clásico de los géneros, trabajado con los mejores actores de su generación y regalado películas tan especiales como ‘La noche es nuestra’ y ‘Two Lovers’. Sin embargo, el realizador sigue siendo una figura poco conocido para el gran público y su círculo de fans es mucho más reducido que el de otros compañeros “autores” de su generación igual de valiosos.
Hemos decidido preparar esta introducción a su cine. Para que puedas iniciarte rápido en uno de esos cineastas que siguen demostrando que, en el cine americano, aún quedan artistas artesanos.
FICHA BÁSICA
¿Quién es? Al igual que otros directores de su quinta como Wes Anderson y Paul Thomas Anderson, el neoyorkino James Gray (nacido el 14 de abril de 1969) empezó muy joven pese a su corta filmografía. Señal de que cuida cada paso, sus películas parecen formar un conjunto compacto, con pocas fisuras y en donde se puede observar el avance y la madurez de sus intereses. Solo hace falta ver ‘Cuestión de sangre (Little Odessa)’, película que escribió y dirigió con solo 24 años, y compararla con su gran salto a las estrellas (y el estrellato) con ‘Ad Astra’ para darse cuenta.
Señales de estilo: de ascendencia judía rusa, los abuelos de Gray llegaron a la Isla de Ellis en 1923 provenientes de Ucrania, escapando de programas zaristas antisemitas. En consecuencia, desde sus inicios, sus personajes siempre han estado relacionados con su comunidad, siendo la mayoría de sus protagonistas judíos e inmigrantes rusos hasta ‘El sueño de Ellis’. La primera parte de su filmografía recupera el más clásico sabor a drama criminal y cine negro, con ‘Two Lovers’ y ‘El sueño de Ellis’ se pasó al melodrama romántico y, finalmente, con ‘Z, la ciudad perdida’ y ‘Ad Astra’ recupera el más puro sentido de cine de aventuras. De ritmo pausado, cuidada y fría estética, sus películas son un conjunto de elegantes postales dramáticas llenas de actores conocidos. Con otro neoyorkino como Francis Ford Coppola como máximo referente, Gray ha trabajado con actores tan reconocidos como Brad Pitt, Robert Pattinson, Mark Wahlberg, Robert Duvall, James Caan, Tim Roth o Jeremy Renner y actrices como Eva Mendes, Marion Cotillard, Faye Dunaway, Vanessa Redgrave, Sienna Miller, Gyneth Paltrow y Charlize Theron. Pero la cara más reconocible de su cine es la del ‘Joker’ Joaquin Phoenix que ha colaborado con Gray hasta en 4 de sus siete películas.
Filosofía: el cine de Gray se mueve en una fina línea casi desaparecida del cine americano. Su obra abraza los géneros clásicos y sus repartos siempre se llenan de estrellas. Sin embargo, sus películas nunca llegan a abrazar los códigos más populares ni a competir por los premios más célebres. Gray escribe en solitario sus propias películas, llenas de una densidad que muchos críticos le achacan. Un “se toma demasiado en serio a sí mismo” que produce películas cuidadas, oscuras, complejas y diferentes al cine más taquillero. Lo cual provoca que el público muchas veces se sienta engañado como, si por ejemplo, lo que espera ver en ‘Ad Astra’ es una aventura espacial o en ‘Two Lovers’ una historia de amor. Gray parece hacer películas gourmet, de esas que “pierden el tiempo” en las miradas y los silencios y nos ahorran al máximo los disparos, el fuego y las muertes. Pero tranquilos, todo esfuerzo tiene su recompensa, y si algo destaca en la forma de planificar las películas de Gray es su énfasis en los grandes finales, muchas veces resumidos en un único plano que, a menudo, es el más destacado de la película.
Una frase célebre: “Todo lo robo de Coppola”.
Una frase para decir delante de cinéfilos: James Gray es el gran cineasta neoyorkino que nos debe esta generación.
Una frase que NO puedes decir delante de cinéfilos: Mi peli favorita de Gray es la de ‘50 sombras…’.
Una escena memorable: la escena final de ‘El sueño de Ellis’, todo un homenaje a los inmigrantes de Nueva York a principios de siglo, que desemboca en una brutal conversación entre el personaje de Marion Cotillard y el de Joaquin Phoenix sobre los pecados, el amor, el perdón y la esperanza. Con los dos protagonistas dando lo mejor de sí en el desgarrador diálogo, la escena acaba con un bello plano capaz de juntar el final separado de ambos en una sola imagen contrapuesta. Un cierre redondo.
CUATRO PELÍCULAS PARA CONOCERLE MEJOR
‘Z, la ciudad perdida’ (2016): Al igual que en ‘Ad Astra’, ‘El corazón en las tinieblas’ de Joseph Conrad es el principal referente de esta película de aventuras protagonizada por Charlie Hunnam, Sienna Miller, Tom Holland y Robert Pattinson. La película narra la creciente obsesión de un explorador y militar británico por encontrar en el Amazonas la mítica ciudad que da nombre a la película. Mientras el protagonista se debate entre seguir adelante o volver con su familia, se crea todo un relato sobre la obsesión humana por explorar, sobre el misterio y las fronteras y la magia de los descubrimientos. Avisamos que tiene un final de esos que dejan huella.
‘Two Lovers’ (2008):Quizás la películas más redonda de Gray, esta libre adaptación de ‘Noches blancas’ de Fiódor Dostoyevski es una desoladora película romántica protagonizada por Joaquin Phoenix, Gwyneth Paltrow y Vinessa Shaw. Narra el encuentro de un joven con problemas psicológicos que comienza a relacionarse con dos mujeres. La interpretada por Shaw es toda calidez y bondad mientras que la de Paltrow es tan misteriosa como oscura. Gray convierte su característica frialdad en pasión contenida que explota de manera descarnada y animal en esta obra sobre los extremos del amor y la pasión.
‘La noche es nuestra’ (2007): Culmen de toda la primera trayectoria criminal del realizador, se sitúa en la violencia de la noche neoyorkina en los ochenta. Robert Duvall es el jefe de policía, Mark Wahlberg, el hijo que sigue sus pasos, y Joaquin Phoenix, la oveja negra de la familia. Cuando los traficantes de droga atacan a su familia, Phoenix tiene que decidir si ayudarlos y dejar a un lado su cómoda vida nocturna junto a su bella novia (Eva Mendes) o ignorar la llamada del deber. El resultado es un film que parece exudar noir por todos lados, un relato sobre el mal de y la podredumbre de la violencia que hay bajo la diversión nocturna. Varias escenas de acción e intriga sobresalientes (atentos a la persecución bajo la lluvia) coronan un thriller sobre los sacrificios del deber.
‘Cuestión de sangre’ (‘Little Odessa’)(1994): Con solo 24 años, Gray escribió y dirigió su primer cuenta de violencia criminal. Protagonizado por Tim Roth (probablemente en el mejor papel de su carrera), Edward Furlong, Moira Kelly y Vanessa Redgrave, este debut le daba a Gray el Premio a Mejor director en Venecia. Cuanta la historia de un frío asesino que vuelve a su barrio natal para encontrarse con sus seres queridos, aún a riesgo de su propia vida. Con su madre enferma de cáncer, su padre renegando de él y su hermano intentando seguir sus pasos, el personaje de Roth se pasea sin alma, corrompiendo sin querer, pero tampoco sin hacer por evitarlo, todo lo que le rodea. Ya desde sus inicios, Gray no temía a la sutiliza como marca expresiva, dejando respirar a sus intérpretes y a la película, lo que consigue dotar de varias lecturas morales posibles a cada uno de los personajes. El film también puede verse como un gran retrato de los bajos fondos criminales de Nueva York, cuya visión ampliaría en ‘La otra cara del crimen’ (2000).

Rafael es experto en cine, series y videojuegos. Lo suyo es el cine clásico y de autor, aunque no se pierda una de Marvel o el éxito del momento en Netflix por deformación profesional. También tiene su lado friki, como prueba su especialización en el anime, el k-pop y todo lo relacionado con la cultura asiática. Por generación, a veces le toca escribir de éxitos musicales del momento, desde Bizarrap hasta Blackpink. Pero no se limita ahí, ya que también le gusta escribir de gastronomía, viajes, humor y memes. Tras 8 años escribiendo en Fotogramas y Esquire lo cierto es que ya ha hecho un poco de todo, desde entrevistas a estrellas internacionales hasta presentaciones de móviles o catas de aceite, insectos y, sí, con suerte, vino. Se formó en Comunicación Audiovisual en la Universidad de Murcia. Después siguió en la Universidad Carlos III de Madrid con un Máster en Investigación en Medios de Comunicación. Además de comenzar un doctorado sobre la representación sexual en el cine de autor (que nunca acabó), también estudió un Master en crítica de cine, tanto en la ECAM como en la Escuela de Escritores. Antes, se curtió escribiendo en el blog Cinealacarbonara, siguió en medios como Amanecemetropolis, Culturamas o Revista Magnolia, y le dedicó todos sus esfuerzos a Revista Mutaciones desde su fundación. Llegó a Hearst en 2018 años y logró hacerse un hueco en las redacciones de Fotogramas y Esquire, con las que sigue escribiendo de todo lo que le gusta y le mandan (a menudo coincide). Su buen o mal gusto (según se mire) le llevó también a meterse en el mundo de la gastronomía y los videojuegos. Vamos, que le gusta entretenerse.