Hasta aquí ha llegado el culebrón de los Skywalker. La épica historia que comenzó como la más perfecta aventura espacial en ‘La guerra de las galaxias’ (George Lucas, 1977), culmina cuarenta y dos años después, y tras nueve películas numeradas, con ‘Star Wars: El ascenso de Skywalker’ (J.J. Abrams, 2019).

Emocionante para unos, desastrosa para otros, la película llega en tiempos convulsos para el fandom de una franquicia que ya lo abarca todo. El trabajo de J.J. Abrams era complicado, ya que no solo tenía que unir de algún modo lo que comenzó en ‘Star Wars: El despertar de la Fuerza’ (2015) y que evolucionó en la valiente ‘Star Wars: Los últimos Jedi’ (Rian Johnson, 2017), sino que le tocaba mirar atrás y dar carpetazo a la trama central de la familia que funciona como columna vertebral de una galaxia lejana pero, por lo que parece, no demasiado grande. Caprichosa cuanto menos.

Vamos a centrarnos en ese cierre pero, antes, para los que van por la vida como Jar Jar por Mos Espa, recordamos que como hemos prometido hablar del final de la película, lo que sigue a continuación es un auténtico campo de SPOILERS. Por favor, salga de aquí inmediatamente si no han pasado aún por taquilla. Gracias sean dadas al hacedor.

Dicho esto, vamos directamente al final de ‘Star Wars: El ascenso de Skywalker’.

Star Wars El ascenso de Skywalker
Lucasfilm Ltd.

Los Sith han desaparecido con la muerte definitiva del Emperador, la Primera Orden ha explotado (literalmente) y la Resistencia ha ganado la batalla. ¡A por la tercera!

Por su parte, Rey se ha descubierto como una habilidosa usuaria de la Fuerza entre la luz y la oscuridad. Con el sacrificio de Kylo como último empujón en su herencia del apellido más importante de la galaxia, la otrora chatarrera es la protagonista de la última escena de la película, un emotivo regreso a Tatooine.

Y es que en aquel desértico planeta comenzó todo. Allí se criaron Anakin y Luke y, precisamente en la granja de humedad donde la madre del primero fue liberada y el segundo pasó su vida previa a la aventura, Rey encuentra un remanso de paz idóneo para ocultar, quien sabe si para siempre, dos reliquias que demuestran que su historia no es solo una historieta de cuento.

Envueltas en una tela, los sables láser de Luke y Leia desaparecen en la arena poco antes de mostrar que ella misma tiene ya su propia espada de luz. El color amarillo de su hoja nos indica inequívocamente su capacidad para mantener el equilibrio, ya que los seguidores de la saga siempre han unido este tono del arma a los Jedi grises, aquellos que logran utilizar sus poderes en el punto intermedio entre un Jedi y un Sith.

En ese momento, una aldeana aparece en escena para recordar a Rey que nadie ha pasado por allí en mucho tiempo y, cuando le pregunta su nombre y apellido, los fantasmas de la fuerza de Luke y Leia parecen impacientes en ver cómo asume su legado y responde: “Rey Skywalker”.

Comienza una nueva era, las dos facciones han desaparecido para dejar que la última Skywalker sea una equilibrada usuaria de la Fuerza en un momento en el que la guerra de en aquellas estrellas ha terminado por fin. Hasta que vuelva a hacer falta, todo lo ocurrido irá transformándose poco a poco en una vieja historia, en una lejana leyenda.

Y ya solo nos queda apretar la butaca muy fuerte y dejar que John Williams, una última vez, nos empañe los ojos.

Star Wars: El ascenso de Skywalker’, dirigida por J.J. Abrams y con banda sonora firmada por John Williams, cuenta en su reparto con Daisy Ridley, Adam Driver, John Boyega, Oscar Isaac, Anthony Daniels, Joonas Suotamo, Carrie Fisher, Mark Hamill, Billy Dee Williams, Ian McDiarmid, Domhnall Gleeson, Kelly Marie Tran, Lupita Nyong’o, Billie Lourd, Keri Russell, Naomi Ackie y Richard E. Grant.

¡Ya en salas!

Star Wars El ascenso de Skywalker Póster
Lucasfilm//Disney
Headshot of Ricardo Rosado

Ricardo Rosado es crítico de cine, periodista cultural, experto en comedia norteamericana, películas de terror de cualquier tipo y todo lo que ocurra entre géneros y formatos. Criado entre películas de Steven Spielberg, y malcriado desde que se topó con David Lynch, lleva una década escribiendo sobre el arte que consume.

En FOTOGRAMAS le leerás comentando los últimos estrenos en salas, fomentando la paz entre fans de Marvel y DC, repasando todas las novedades de Star Wars o sumergido en las profundidades de los catálogos de Netflix, HBO Max, Prime Video y Filmin. También le gusta hacer galerías y rankings de películas y series, pero nadie se fía demasiado de su criterio.

Tras estudiar Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid, creó un blog de reseñas cinematográficas con la esperanza de acudir gratis a festivales de cine y pases de prensa. Ahora, tras siete años escribiendo en FOTOGRAMAS sobre los últimos estrenos en salas, las series del momento y cualquier contenido disponible en los diferentes canales de streaming, sigue pensando que mereció la pena.

Frontman de dos vergonzantes proyectos musicales, director de diversos videoclips de bandas de heavy metal madrileñas y autor de no pocos cortometrajes escondidos en la red de redes, es el editor y uno de los orgullosos contertulios del podcast cultural 'Los de al lado de Pumares', espacio que le ha permitido participar como colaborador en otros formatos de radio como 'Estamos de cine' (Castilla-La Mancha Media) y 'El faro' (Cadena SER), además de haberle convertido en una de las voces principales de los vídeos de FOTOGRAMAS.