"¿Qué es el cine? No os engañéis. El cine es una industria. Es dinero: son cientos miles de millones invertidos en películas y recaudados en taquilla. Por eso no hay cine en nuestro país, porque no hay concepto de industria. Porque no hay comunicación entre creador y público. Hemos llegado a un momento crítico en el que el cine sólo se salvará si es entendido como un fenómeno industrial. Vosotros sois alumnos de imagen, sois el futuro del cine español, ¡Salvadlo! Ahí fuera está la industria norteamericana dispuesta a pisotearos, y sólo hay un modo de competir con ella: darle al público lo que quiere ver. No lo olvidéis." (Profesor Jorge Castro, Tesis, 1996)
La ópera prima de Alejandro Amenábar cuenta ya con un cuarto de siglo. La película, que no ha sentido el paso del tiempo en absoluto, supuso un necesario golpe de aire fresco que despertó a toda una industria cinematográfica española. Guion, crítica, modernidad... Un proyecto completo con el que un estudiante de la Universidad Complutense de Madrid abofeteaba a la producción nacional.
Un reflejo generacional
Antes de entrar en la trama, 'Tesis' es ante todo una película generacional. Refleja la vida de unos determinados estudiantes universitarios. Aquellos y aquellas que vivieron la transición española en su niñez. Esos que tuvieron que labrarse los trabajos de la carrera pasando horas en las bibliotecas de sus facultades, quedando con sus compañeros, ajenos a la herramienta que conocerían en su treintena: Internet.
Un personaje femenino fuera de lo común
El personaje de Ángela (Ana Torrent) de primeras es el de una chica "normal". Una joven responsable, discreta, con muchas inquietudes. De buena familia y comprometida con los problemas sociales, escogía para su tesis doctoral la violencia que desprenden los medios audiovisuales. Aunque es fácil de intimidar, es muy tenaz y se empeña en demostrar su autosuficiencia, algo difícil entre las chicas de su generación, aún -muchas de ellas- coartadas por el sexo opuesto (como refleja el personaje de su ingenua hermana pequeña). A día de hoy, Ángela es un referente dentro del cine español, y no solamente por el desconcertante slogan de la cinta: "Me llamo Ángela. Me van a matar".
Para la elaboración de su tesis, dos compañeros de facultad entrarán en su vida: Chema (Fele Martínez), el típico chico friki un tanto arisco, que amontona cintas de VHS en su casa como latas de refresco vacías. Después llegará el antagónico Bosco (Eduardo Noriega), guapo y seductor, un pijo al uso de esos años.
La vida estudiantil de los 90
En una facultad de Ciencias de la Información paralela, otro chaval con aire tímido y reservado llamado Alejandro se sacaba la carrera de Imagen y Sonido con desánimo, dado el exceso de teoría y la poca práctica de los estudios. Interesado en el mundo de la imagen y en escribir, se puso a hacer proyectos con colegas, como Mateo Gil. Más tarde, José Luis Cuerda se cruzó en su camino. El director de 'Amanece que no es poco' vislumbró el talento que desprendía el chaval. Con 'Tesis' pone de manifiesto su posición ante los estudios. De sobra es conocida la anécdota de Castro, el profesor que realmente existió en la universidad y le suspendió. Su recuerdo permanece en su debut en el personaje de Jorge Castro (Xabier Elorriaga).
La doble moral de la sociedad
El joven Amenábar no solamente enseñó al gran público lo que eran las películas snuff, plasmó también su ideario a través de la cámara. No solo hacía alusiones a la muerte, uno de los temas de referencia de su posterior filmografía. Si algo quería plasmar en su largometraje, era esa fascinación escondida de la sociedad por lo morboso. Con la trama llamaba la atención sobre la doble moral de la gente, que oculta ciertos aspectos ante los demás. En esos noventa eran los años del despegue de la telebasura, el impulso de los programas que nadie ve, pero todo el mundo sabe lo que pasa en ellos. Esa cuestión quedaba referenciada en sus dos personajes masculinos: la frase "¡Te has enamorado del malo, imbécil!" contenía más significado que la indignación de Chema.
La crítica estaba servida y el novel realizador pasaba la pelota a nuestro tejado. De ahí que la película finalice con las palabras de la periodista, como preparación al mundo que tenemos fuera: "Estas son las imágenes".
Lo que vino después
Tras el éxito de la película -que se llevó siete Goyas, entre ellos Mejor Película y Dirección Novel- miles de estudiantes se matricularon en Ciencias de la Información queriendo ser nuevos Amenábar. Él fue el cambio, el giro en la industria, y quizás uno de los motivos por los que la nota de corte subiera tanto en esa carrera. El cineasta fue el emblema de esos nuevos estudiantes de audiovisuales: hordas de jóvenes de provincias se marchaban a grandes ciudades para estudiar la carrera de Imagen y Sonido, renombrada Comunicación Audiovisual. Los centros privados se frotaban las manos con el negocio que iban a hacer con tanto estudiante apurado por no llegar a la altísima calificación requerida. Sí, la puntuación se ponía por las nubes para los que querían ser como Alejandro, y todo porque él no hizo más que seguir una obvia indicación: Hay que dar al público lo que quiere.
No terminó la carrera, pero esa fue su tesis, una presentación Cum laude en la profesión.
María es experta en cine, series y televisión. Lleva más de 10 años escribiendo sobre cine y ya son siete los que lleva en Fotogramas.
Hace muchos años comenzó a coleccionar de revistas de cine, donde encontró algo más que un hobby. Por ese motivo, cuando le tocó escoger carrera, se metió a estudiar Comunicación Audiovisual (pensando como idea loca escribir en el futuro en algún medio como Fotogramas). Después hizo un Máster en el IED en Comunicación. Aunque ha trabajado en showrooms y departamentos de prensa, lo que más le gusta dentro del gremio son las labores de periodista: escribiendo, presentando o locutando.
Comenzó como redactora y crítica cinematográfica en varios medios online especializados en cine y series. Se ha encargado de cubrir festivales como la Berlinale, Cannes, Gijón, Málaga o San Sebastián, haciendo entrevistas o crónicas diarias. Más tarde fue la encargada de los contenidos de cine de la revista Madriz. De ahí surgieron varias colaboraciones en otros medios como S Moda, eCartelera, El Duende o Pikara Magazine. En 2016 comenzó su andadura por Fotogramas y ahí sigue.
Se encarga de hablar sobre las novedades del cine español, los estrenos de Netflix, HBO, Marvel, cubrir el festival de cine de San Sebastián, carreras de premios o haciendo listados de películas (su buena memoria le ha venido muy bien para esta actividad). Además la puedes escuchar conduciendo el programa de radio 'Vivir de cine' en Radio Intereconomía, donde se repasa la actualidad cinematográfica semana tras semana.