'Harry Potter: Regreso a Hogwarts' podía hacer muchas cosas, pero con el claro precedente del especial de 'Friends', había una pregunta en el aire. Igual que la reunión de la sitcom tuvo su punto álgido en la tensión sexual/amorosa nunca jamás resuelta (o eso dijeron) entre Jennifer Aniston y David Schwimmer, 'Regreso a Hogwarts' marcaba en todas las quinielas el destape de un romance. Al fin y al cabo hablamos de una saga cuyo reparto pasó su década de mayor revolución hormonal entre tomas.
Si en algo falló la saga cinematográfica de 'Harry Potter' fue en sus historias de amor. Mucho antes de su discutido epílogo, nunca lograron funcionar ni el emparejamiento de Harry y Ginny, ni el de Hermione y Ron (siempre hablando de las películas, no de los libros). Y la razón no estaba tanto en sus personajes como en la química de su reparto, que emanaba amistad, pero nada más. Por eso, aunque sea una de las partes más divertidas del especial, a nadie le sorprende descubrir lo incómodo que fue para Emma Watson y Ruper Grint la escena de su beso. Lo que debía ser la culminación de la principal historia de amor de la saga es una escena tan incomoda de ver como, descubrimos, lo fue de rodar.
Ellos mismos tienen tanta confianza y lo tienen tan claro al respecto que no dudan en decirse a la cara que besar al otro fue algo increíblemente difícil y poco agradable. Parte, seguramente, del guion, dejamos ese romance ficticio con un "I Love You" de Rupert Grint a Watson que, por supuesto, no tarda en terminar con la puntilla de "como amigos".
Por eso, al contrario de lo que podía dar 'Friends', confesando que sí hubo un crush fuera de la pantalla entre su principal pareja amorosa, 'Regreso a Hogwarts' solo puede jugar con eso de forma bastante poco sustancial. Mucha más chicha, por supuesto, tiene lo que el especial dedica al tan rumoreado romance entre Emma Watson y Tom Felton. Aunque Draco Malfoy y Hermione Granger son, en pantalla, grandes enemigos, no cabe duda de que ambos actores tuvieron siempre más química romántica, dentro y fuera de la imagen, que cualquier otro miembro joven del reparto (mención de honor para Neville y Luna).
Watson comienza recordando cómo cayó rendida a los pies del joven Felton cuando este dibujó a una chica en monopatín como su imagen mental de Dios. Felton, sin embargo, no tarda en decir que tiene 3 años más y que, en esas edades, nunca la vio como algo más que como su querida hermana pequeña. Pero el momento más importante viene cuando dice, literalmente, que nunca han estado involucrados románticamente entre ellos, aunque se quieren.
Sí, la cosa sigue siendo ambigua, pero para los que se preguntan si en estos veinte años pasó algo entre ambos que vaya más allá de la amistad, esa frase de Felton parece lapidaria. Eso sí, no olvidemos que estamos ante una reunión extremadamente medida, en dónde el guion y el montaje parecen férreos. No es casualidad que al "Quiero a Emma" de Rupert Grint le siga un "como amigos", mientras que al "I Love Emma" de Felton lo siga únicamente un silencio sostenido.
Así, 'Regreso a Hogwarts' cumple afrontando la realidad de que la relación entre Ron y Hermione fue una grave nota discordante de la saga. También, que la verdadera historia de amor, les guste o no, se desarrollará siempre en la cabeza de los fans entre Watson y Felton. Si de verdad pasó algo entre ellos..., probablemente nunca lo sepamos. 'Regreso a Hogwarts' nos dice, con la boca muy pequeña, que no. Los silencios, las miradas el resto de frases de ambos, apuntan hacia lo contrario. Sea como sea, quizás sea mejor que esta historia siga más viva en la mente de los fans que en el mundo real.

Rafael es experto en cine, series y videojuegos. Lo suyo es el cine clásico y de autor, aunque no se pierda una de Marvel o el éxito del momento en Netflix por deformación profesional. También tiene su lado friki, como prueba su especialización en el anime, el k-pop y todo lo relacionado con la cultura asiática. Por generación, a veces le toca escribir de éxitos musicales del momento, desde Bizarrap hasta Blackpink. Pero no se limita ahí, ya que también le gusta escribir de gastronomía, viajes, humor y memes. Tras 8 años escribiendo en Fotogramas y Esquire lo cierto es que ya ha hecho un poco de todo, desde entrevistas a estrellas internacionales hasta presentaciones de móviles o catas de aceite, insectos y, sí, con suerte, vino. Se formó en Comunicación Audiovisual en la Universidad de Murcia. Después siguió en la Universidad Carlos III de Madrid con un Máster en Investigación en Medios de Comunicación. Además de comenzar un doctorado sobre la representación sexual en el cine de autor (que nunca acabó), también estudió un Master en crítica de cine, tanto en la ECAM como en la Escuela de Escritores. Antes, se curtió escribiendo en el blog Cinealacarbonara, siguió en medios como Amanecemetropolis, Culturamas o Revista Magnolia, y le dedicó todos sus esfuerzos a Revista Mutaciones desde su fundación. Llegó a Hearst en 2018 años y logró hacerse un hueco en las redacciones de Fotogramas y Esquire, con las que sigue escribiendo de todo lo que le gusta y le mandan (a menudo coincide). Su buen o mal gusto (según se mire) le llevó también a meterse en el mundo de la gastronomía y los videojuegos. Vamos, que le gusta entretenerse.