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La huelga de actores y actrices del Sindicato SAG-AFTRA lleva 100 días paralizando la industria en busca de una serie de propuestas enfocadas a los derechos de las emisiones en streaming y al uso de la inteligencia artificial. Sin embargo, cuando los guionistas llegaron a un acuerdo, muchos supusieron que el de los actores también era inminente. Pero nada más lejos de la realidad, mientras los guionistas vuelven al trabajo, los actores siguen tan alejados en su trato con la industria que hasta una simple reunión permanece lejana. Por eso, son muchas las voces que ahora buscan nuevas ideas y alternativas para buscar nuevas propuestas con las que intentar avanzar en un acuerdo. En este sentido, George Clooney, Scarlett Johansson, Ben Affleck y otras estrellas de la llamada lista A (super estrellas protagonistas de grandes proyectos) presentaron el martes una propuesta con la intención de poner fin a la centenaria huelga. Sin embargo, el mismo miércoles fue rechazada por el comité del sindicato, que sigue prefiriendo apegarse a las propuestas ya elaboradoras y no a estas nuevas ideas de la minoría más privilegiada de los actores.
Según informa Variety, la propuesta se estructuraba a través de dos elementos principales: un aumento de las cuotas para los actores con altos ingresos y un cambio en las ganancias residuales para garantizar que los actores de bajos ingresos cobren primero.
Según las reglas actuales, los miembros de la SAG-AFTRA pagan cada año 231,96$ de cuota base más el 1,575% de sus ganancias hasta el millón. La propuesta de las estrellas eliminaría este límite, pero mantendría la cuota del 1,575%. El propio Clooney estima que eso daría al sindicato unos 50 millones de dólares al año, y todos procedentes de los (por promedio) 160 actores que ganan 21 millones de dólares o más por año. Sin embargo, SAG-AFTRA aclara que la huelga no es para aumentar los ingresos del sindicato, sino de los actores. Advierten que esta compensación no serviría para invertirla en algunas de sus peticiones, como las deudas de los estudios con los actores o los fondos de pensiones de sus miembros.
En cuanto a la segunda propuesta, parece que el enfoque es más interesante. Se basa en que los primeros pagos residuales lleguen a los actores de bajos ingresos y que los de más cobren al final. Pero el sindicato no pide cambios de fechas, y aclara que esto confunde los pagos residuales con la participación en las ganancias. Los actores de categoría A suelen negociar un porcentaje de las ganancias. Estas empiezan con un gran porcentaje que va descendiendo conforme aumentan las ganancias. Sin embargo, los pagos residuales ya se pagan al mismo tiempo a todos y cuando se debe. Los pagos residuales no tienen nada que ver con las ganancias y menos aún con el grado salarial del actor.
En otras palabras, esta idea de Clooney, Johansson y compañía ha dejado en evidencia que entre los mismos actores del sindicato hay dos mundos muy lejanos, y que hasta las grandes estrellas son bastante ajenas al mundo salarial dónde se mueven sus compañeros más humildes, los verdaderos interesados en esta huelga. Las propuestas de la huelga son: una propuesta sindical para pagar a los actores una parte de los ingresos del streaming, un aumento de los mínimos para seguir el ritmo de la inflación, y regulaciones sobre inteligencia artificial.
Sin embargo, son muchos los que apuntan a que los estudios no negocian porque de verdad ven inviable económicamente estas medidas. Por tanto, algunos piensan que los actores de categoría A deberían ser los sacrificados económicamente en las nuevas condiciones. De ahí se podría entender esta ya fracasada propuesta de Clooney, Johansson, Affleck y compañía. Alguien, al fin y al cabo, tendrá que ceder. Si no, perderán todos.

Rafael es experto en cine, series y videojuegos. Lo suyo es el cine clásico y de autor, aunque no se pierda una de Marvel o el éxito del momento en Netflix por deformación profesional. También tiene su lado friki, como prueba su especialización en el anime, el k-pop y todo lo relacionado con la cultura asiática. Por generación, a veces le toca escribir de éxitos musicales del momento, desde Bizarrap hasta Blackpink. Pero no se limita ahí, ya que también le gusta escribir de gastronomía, viajes, humor y memes. Tras 8 años escribiendo en Fotogramas y Esquire lo cierto es que ya ha hecho un poco de todo, desde entrevistas a estrellas internacionales hasta presentaciones de móviles o catas de aceite, insectos y, sí, con suerte, vino. Se formó en Comunicación Audiovisual en la Universidad de Murcia. Después siguió en la Universidad Carlos III de Madrid con un Máster en Investigación en Medios de Comunicación. Además de comenzar un doctorado sobre la representación sexual en el cine de autor (que nunca acabó), también estudió un Master en crítica de cine, tanto en la ECAM como en la Escuela de Escritores. Antes, se curtió escribiendo en el blog Cinealacarbonara, siguió en medios como Amanecemetropolis, Culturamas o Revista Magnolia, y le dedicó todos sus esfuerzos a Revista Mutaciones desde su fundación. Llegó a Hearst en 2018 años y logró hacerse un hueco en las redacciones de Fotogramas y Esquire, con las que sigue escribiendo de todo lo que le gusta y le mandan (a menudo coincide). Su buen o mal gusto (según se mire) le llevó también a meterse en el mundo de la gastronomía y los videojuegos. Vamos, que le gusta entretenerse.