1. La estrella de cine que quería ser estrella de rock
Nació en Kentucky. Es el pequeño de cuatro hermanos. Se mudó a Miramar, Florida. Sus padres se divorciaron. Dejó la escuela. Tocó en una banda. Se tatuó... Así, con cuatro brochazos, se resumía a sí mismo John Christopher Depp II (Owensboro, Kentucky, 9 de junio de 1963). Eso era antes de aspirar a ser estrella de rock, antes de que se fuera a Los Ángeles, mucho antes de que se le pasara por la cabeza ser actor. Y es que, guitarra aparte, en Depp todo parece haber llegado por casualidad. Por azar. Porque Nicolas Cage, ex novio de su primera esposa (Lori, con la que Depp estuvo casado entre 1983 y 1986), pensó que podría dar bien a cámara. Le pasó el teléfono de su agente y, al día siguiente, Wes Craven le fichaba para Pesadilla en Elm Street (1984). Ese fue su segundo trabajo como actor porque el primero, contaba en una entrevista, no fue en un escenario sino al teléfono. Vendía bolígrafos. En pocas palabras, llamaba a gente que no quería que se la llamara para venderles cosas que no querían comprar. Sólo tuve éxito una vez. En pantalla la cosa iba a cambiar. Y no sería cosa del azar...
2. TV: entre el amor y el olvido
Recién cumplidos los 30, le preguntaron a Depp cómo se veía con 50. O si creía que llegaría a cumplirlos (eran los días de excesos y las noches en The Viper Room, véase el punto 5). Espero llegar, decía, pero no pienso mucho en ello. Me encantaría cumplir 60, 70 o 75 y tener un montón de chavales corriendo alrededor y contarles historias del viejo Hollywood. Lo que no les contaría son historias de la tele, el medio que le convirtió en estrella. Toda una ironía para alguien que creció devorando series. Depp detestaba la suya, Jóvenes policías (1987-1990, emitida en España por Antena 3 TV). El piloto lo protagonizó Jeff Yagher (Kyle en la serie V) porque Johnny, en un primer momento, rechazó la oferta. Después se lo repensaría y acabaría aceptando. Las últimas dos temporadas de la serie ni recordaba cómo se llamaba mi personaje.
3. Autores al rescate
Si no fuera porque Waters se arriesgó conmigo, hoy no estaría donde estoy. En Cry-Baby (1990), John Waters le hizo bailar (cantar no, la voz era de James Intveld) y le rescató de las portadas de revistas teen para convertirle en el niño bonito de los directores indie. Es cierto, Oliver Stone ya lo había querido de protagonista para Platoon (1986) pero dijeron que parecía demasiado joven, recuerda Depp. Después vinieron Jarmusch, Gilliam, Kusturica, Polanski... Y, sobre todo, Tim Burton.
4. Tim Burton
De Eduardo Manostijeras (1990) a Sombras tenebrosas (2012): 22 años, ocho films juntos. La carrera de Depp está ligada a Tim Burton: Trabajar con Tim es como si te tocara la lotería. Cuando te lo ofrecen por segunda vez, piensas que alguien se ha equivocado. Y una tercera, es como regresar a casa después de combatir en una guerra. Conectamos de manera extraña y es un honor trabajar con él.
5. Johnny Rock’n Roll
Soy un músico que se convirtió en actor y director por casualidad. Con su primera banda, The Kids, a principios de los años 80 fue telonero de Iggy Pop o los Talking Heads. Más tarde, en 1993, con 30 años cumplidos, ya encarrilado como actor y para matar el gusanillo del escenario, Depp y unos socios abren el que iba a ser el local de moda de Los Ángeles, The Viper Room. Frente a sus puertas fallecería meses después River Phoenix. Esa noche, Depp daba un concierto. Su muerte le perseguiría durante años.
6. Cafeína y cigarrillos (y gafas)
Si dejara de fumar me daría un ataque de nervios. Fumar es, probablemente, la única cosa que sé hacer bien. Y beber café, su segunda adicción incontrolable. O posar sin gafas, aunque entonces sólo veo formas. Sin ellas soy como un murciélago.
7. Hunter S. Thompson
Fue su sosías en Fear and Loathing in Las Vegas (T. Gilliam, 1998) y Los Diarios del Ron (B. Robinson, 2011). Y, en la vida real, su colega y su conejillo de indias en una competición de tiro a una bomba casera de nitroglicerina. La colocamos a unos 20 metros y le di a la primera. La explosión fue enorme. Hunter estaba eufórico.
8. Pesadilla Cannoise
En 1997, primera y única experiencia como director: The Brave, con la que participó en el Festival de Cannes. La cosa no fue demasiado bien: Me crucificaron, fue un ataque personal. Parece que ofendí por dirigir, escribir e interpretar la película. Pero volveré a dirigir, aunque la próxima vez no voy a actuar.
9. Don Marlon Brando
En The Brave dirigió a Marlon Brando, para Depp el actor más importante de los últimos dos siglos y compañero de reparto en Don Juan DeMarco (J. Leven, 1994). Conectamos instantáneamente, me hizo sentir cómodo. Y eso, en mí, es muy raro. Brando también fue su auxiliador cuando, en 1993, Johnny fue detenido en Nueva York por destrozar una habitación de hotel... al creer ver a un armadillo salir del armario. Marlon llamó a todo el mundo: al hotel, a la comisaría... Sólo quería ayudar. Pese a sus esfuerzos, Brando no fue a recogerle de la cárcel: lo hizo Bill Murray.
10. Paris bien vale un premio
No tiene ningún Oscar (ha sido nominado tres veces) pero sí un premio a su carrera... recibido cuando tenía 36 años. Fue en los César de 1999, una de esas típicas cosas que te dan antes de morir. Depp reconoce que se sintió como si, tras el discurso, me tenía que dar un ataque. No me van los premios. Entiendo de qué van pero esa competitividad me parece rarísima. Dos años antes había conocido a Vanessa Paradis y había encontrado su ídem galo: Llegué a Francia y casi sin darme cuenta me encontré bronceado y embarazado. Ese premio, reconoce, sí le cambió.
11. Lo normal es raro
Depp se juró que sólo haría buenas películas. En el juramento iba implícita una cláusula extra: sólo encarnaría a bichos raros. El padre de A la hora señalada (J. Badham, 1995) es uno de los pocos roles normales de su carrera. Hay gente que ya interpreta gente normal y muy bien, además. ¿Por qué debería hacerlo yo? No sé si sabría. Creo que me moriría de aburrimiento o me volvería loco.
12. Los roles que rechazó
Los de Keanu Reeves en Drácula de Bram Stoker (F. F. Coppola, 1992) y Speed (J. De Bont, 1994); los de Brad Pitt en Thelma & Louise (Ridley Scott, 1991) y Leyendas de pasión (Edward Zwick, 1994); el Lestat de Tom Cruise en Entrevista con el vampiro (Neil Jordan, 1994); el hermano bastardo de Kevin Costner en Robin Hood, Príncipe de los Ladrones (Kevin Reynolds, 1991). Puede que alguno de los actores que acabaron con el papel, y tampoco digo que podría haberlos hecho todos, cree que se lo ofrecieron a él primero.
13. Jack Sparrow, pirata de oro
Mi meta no es convertirme en Tom Cruise y ser el actor más taquillero del mundo. Pero eso no quiere decir que sea alérgico al éxito comercial, decía Depp. Un personaje, raro, único, iba a conseguir el milagro y transformar al ex veneno en taquilla en estrella mundial con franquicia incluida: Jack Sparrow. Rodé el primer Piratas del Caribe (G. Verbinski, 2003) tras visitar Disneylandia con mi familia y ver el poder de atracción que los piratas tienen en los niños. Pensé que sería divertido hacer una película a lo grande, un Disney, disfrazarme y ponerme rímmel. Y que mis hijos la podrían ver de pequeños. Mucho se ha escrito sobre qué pensaron los ejecutivos del estudio sobre el trabajo de Depp tras ver el primer montaje (¿Está borracho? ¿Es un pirata gay?). Cuatro entregas y más de 2.900 millones de euros recaudados después, queda claro que esa confesada debilidad por fracasar miserablemente quedaba definitivamente aparcada.
14. El hombre de los (casi) 50 millones de euros
De los 36.000€ por cada episodio de Jóvenes policías a los 44,4M€ que cobró por Piratas del Caribe: En mareas misteriosas (G. Verbinski, 2011) hay un trecho. La diferencia entre vivir en Los Ángeles perseguido por los paparazzi a hacerlo en una isla privada en las Bahamas o un palacete con viñedo y bodegas propias en Saint-Tropez alejado de cualquier mirada. Cuando eres famoso utilizas tu dinero para comprar privacidad porque la mayor parte de tu vida no puedes vivirla con normalidad.
15. Señor Productor
Johnny Depp también tiene productora: Infinitum Nihil. Significa absolutamente nada, cuenta. Me gusta contestar esto cuando me preguntan por su nombre. La compañía, dirigida por su hermana Christi Dembrowski y que acaba de firmar un acuerdo de colaboración con Disney, tan pronto respalda a Martin Scorsese (La invención de Hugo) como publica la única novela de Woody Guthrie o saca el último disco de country de Bill Carter.
16. Lagartos, fósiles y otros bichos
Tippi Hedren, fan confesa, bautizó uno de sus gatos con su nombre. Amante de los insectos de pequeño, camaleón en Rango (G. Verbinski, 2011), coleccionista de barbies y casi padrino de un fósil (un científico puso su nombre a un animal marino de hace 500 millones de años porque le recordó a Eduardo Manostijeras), Depp sigue siendo un bicho raro. Por eso será el Lobo de Into the Woods, la adaptación del musical de Stephen Sondheim que dirigirá Rob Marshall y liderará junto a Meryl Streep.
17. Es el favorito de los fans y los colegas
Porque es capaz de ir disfrazado de Jack Sparrow a una escuela para evitar un motín de alumnos o gastarse 50.000 euros en chaquetas para el equipo de rodaje. Sólo hay algo que no tolera: que se fotografíe a sus dos hijos, Lily Rose y Jack.
Roger Salvans es experto en cine y series de TV de ayer, hoy y siempre. Del Hollywood dorado a la generación de los rebeldes de los años 70 que lo cambiaron todo. Los clásicos ochenteros los indies del cambio de siglo, blockbusters palomiteros –con o sin capa– o las cintas de autor más rompedoras a las series de culto, consumo masivo y devoción absoluta.
Roger lleva 20 años escribiendo en las páginas de Fotogramas, revista de la que es actualmente redactor jefe de la edición impresa y para la que ha entrevistado a centenares de directores y estrellas de la gran y pequeña pantalla: los hermanos Coen, David Fincher, Scarlett Johansson, Paul Mescal, Steven Spielberg, Tim Burton, Martin Scorsese, Leonardo Di Caprio, Christopher Lee, Margot Robbie, Aaron Sorkin, Anya Taylor-Joy y muchísimos más.
Licenciado en Comunicación Audiovisual, profesor universitario durante 15 años, guionista y periodista con casi tres décadas de experiencia, también ha colaborado frecuentemente en distintos medios de radio y TV.