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En 2014, el director David Ayer, famoso por haber llevado a la gran pantalla la poco convencional película de superhéroes ‘Escuadrón suicida’ (2016), se sumergió en el gélido invierno de la Segunda Guerra Mundial con una cinta que aborda los horrores y la camaradería de la primera línea de combate. La cinta constituye una impactante odisea bélica que se aleja de los grandes despliegues tácticos para enfocarse en la experiencia íntima de un grupo de soldados americanos que se enfrentan a los últimos días del conflicto en Europa.
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La película sigue a Don ‘Wardaddy’ Collier, interpretado notablemente por Brad Pitt, un sargento veterano que comanda un tanque Sherman y su tripulación durante el empuje final hacia Berlín. Junto a él se encuentran otros personajes como el tímido novato Norman Ellison, encarnado por Logan Lerman, y el violento y ermitaño Cobb, a quien da vida Shia LaBeouf. Todos ellos componen juntos este peculiar grupo de hombres que debe sobrevivir a los bombardeos, las emboscadas y la brutalidad de los combates callejeros mientras se enfrentan a su propia humanidad.
‘Corazones de acero’ (2016), es un retrato certero del famoso conflicto bélico que tuvo lugar desde 1939 hasta 1945 y cuenta con un encomiable trabajo de Ayer en la dirección, a través del cual logra sumergir al espectador en la claustrofobia y el estrés de la guerra mecanizada, utilizando planos cerrados y unos veloces movimientos de cámara que capturan la dinámica en el interior del tanque. El reparto está completado por otros famosos intérpretes como Jon Bernthal, Michael Peña, Jason Isaacs o Scott Eastwood, el hijo del legendario Clint Eastwood. El filme se encuentra actualmente disponible en el catálogo de Movistar Plus+.
Para lograr una autenticidad sin precedentes, el director quiso que antes de que el rodaje se iniciara, todo el reparto completara un riguroso curso de un mes de duración basado fundamentalmente en maniobras militares. Brad Pitt que durante el momento del rodaje contaba con 52 años y era más mayor que el resto de sus compañeros de reparto, participó en todas las pruebas que componían el curso militar sin excepción, incluida la prueba final en la que los actores debían pilotar un tanque real durante un ejercicio de combate. Más tarde, el actor comentó sobre el rodaje en Inglaterra que “no había raciones de comida, no había duchas y dormíamos bajo la lluvia. Fue horrible, pero nos encantó a todos”.
La crítica de 'Corazon de acero' de Fotogramas afirmó que la película “se instala plenamente en esa otra tradición de películas de guerra que muestran las contiendas como lances humanos marcados por la barbarie, un conductismo elemental y la irracionalidad más desoladora; cintas incómodas de contemplar y digerir, donde ni se intuye gloria alguna asociada a la victoria o la derrota en la batalla (...) David Ayer construye una crudísima, episódica y atrozmente bella epopeya alrededor de la canalización del salvajismo humano en tiempos de combate."
