El cine clásico tiene un sabor especial. Y no es el blanco y negro, el sistema de estudios o ese filtro embellecedor que se le ponía a las estrellas. Son ellos, las leyendas de la pantalla. Nunca nadie será tan famoso, tan inalcanzable, tan icónico, como esas estrellas del cine que habitaban en gigantescas pantallas de todo el mundo cuando todavía ni existía la televisión. Ellos se volvieron eternos a través de la magia del séptimo arte y, junto a ellos, su saber estar y sus costumbres.
Y sí, una de las cosas que más impresionan a quien ahora vuelve la vista atrás es el estilo y la elegancia de Humphrey Bogart, Cary Grant, John Wayne, Frank Sinatra y compañía cuando se tomaban una copa. No podemos pensar en un fan de 'Casablanca' o el cine negro de los años cuarenta que no se haya creído por un momento Humphrey Bogart al degustar su primer (o su último) whisky. Por eso, viendo que ahora se acerca la Navidad, hemos decidido ponernos peliculeros y pensar en convertirnos por un momento en estas estrellas con estilo gracias a Johnnie Walker Black Label.
Johnnie Walker es de esas marcas que no debería necesitar presentación y Black Label es su etiqueta más icónica y extendida. Reconocida a nivel mundial, este blend premium está cuidadosamente elaborado con single malts y whiskies añejados en barricas durante, al menos, 12 años. Puro whisky escocés que seguro que sacaría una sonrisa al John Wayne de 'El hombre tranquilo'. Pero hablar de este destilado es hacerlo de sus aromas refinados a frutas secas y vainilla, de su equilibrio entre dulzura y ahumado, de su regusto a especias, fruta y caramelos tostados. Es una bebida compleja y elegante.
Por eso, conforme nos acercamos a Nochebuena, creemos que este Johnnie Walker es un regalo más cinéfilo de lo que podría parecer en un principio. Con clase, regalar Johnnie Walker Black Label (o comprártelo para tu propio mueble bar) es un acierto seguro. Es, además, la excusa perfecta para creerse por un momento Humphrey Bogart, con esmoquin blanco, diciéndole a Sam que la toque otra vez mientras espera que aparezca Ingrid Bergman por la puerta.
Los 4 cócteles que todo galán adoraría
Y sí, los tipos del cine clásico son bastante duros y, en la mayoría de veces, solo les hace falta un hielo para disfrutar de su whisky... pero lo cierto es que las posibilidades de esta etiqueta negra son infinitas. Te lo demostramos con cuatro cócteles legendarios y universales (con algún girito personal y novedoso).
- Old Fashioned. Si hablamos de cine clásico, no podía faltar el cóctel más legendario y (valga la redundancia) clásico que se puede preparar. Ya sabes, un vaso hasta arriba de hielo, Johnnie Walker, sirope de azúcar, angostura y una imprescindible rodaja de piel de naranja. El resultado inmortal es una bella mezcla de toques ahumados, dulces, cítricos y un destilado que permanece casi intacto, pero con los matices todavía más expuestos. Este es el cóctel que le daríamos a Humphrey Bogart si quisiéramos que nos dijera "siempre nos quedará París".
- Johnnie & Lemon. Los clásicos también pueden ser refrescantes y perfectos para aquellos amantes del whisky que quieren algo un poco más ligero. Este cóctel los conquistará a todos y se hace, simplemente, mezclando tres cuartos de gaseosa de limón con un cuarto de Johnnie Walker. Una rodaja de cítrico, ya sea limón, naranja o lima, le acaba de dar el toque. Este combinado se lo serviríamos a Gilda, es decir, a Rita Hayworth. Si lo has hecho bien te lanzará el guante.
- Whisky Sour: normalmente, suele ser el cóctel al que recurrimos cuando el bebedor no está muy versado en whisky. Ojo, no porque oculte el sabor del destilado... sino porque su diversidad de sabores, su equilibrio entre ácido y dulce, lo hace apetecible para todo tipo de paladares. Este se crea con mitad de Johnnie Walker Black Label, un cuarto de limón, otro cuarto de jarabe de azúcar o sirope y, si quieres lucirte y darle una textura cremosa, una clara de huevo. Eso sí, para hacer este necesitas lucir estilo agitando coctelera. Este sería nuestro vaso para el siempre sorprendente Cary Grant.
- Johnnie & Ginger: nuestro último cóctel es un auténtico viaje de contrastes. Hablamos de un combinado para los amantes del sabor puro del whisky, pero que va más allá con toques picantes y cítricos. Para elaborarlo, al Johnnie Walker Black Label se le añade Schweppes Selection Ginger Ale y Jengibre intenso. Tras mezclar, se termina con una rodaja de limón o del propio jengibre y anís estrellado. Un mezcla que usaríamos para intentar aguantar el tipo en la barra sin derretirnos ante la mirada de Marilyn Monroe.
Y si todas estas opciones te saben a poco, siempre podrás regalar una versión personalizada de tu whisky favorito. Y es que, a través de la web de Johnnie Walker puedes grabar algunas de sus botellas más icónicas.

Rafael es experto en cine, series y videojuegos. Lo suyo es el cine clásico y de autor, aunque no se pierda una de Marvel o el éxito del momento en Netflix por deformación profesional. También tiene su lado friki, como prueba su especialización en el anime, el k-pop y todo lo relacionado con la cultura asiática.
Por generación, a veces le toca escribir de éxitos musicales del momento, desde Bizarrap hasta Blackpink. Incluso tiene su lado erótico, pero limitado, lamentablemente, a seleccionarnos lo mejor de series y películas eróticas. Pero no se limita ahí, ya que también le gusta escribir de gastronomía, viajes, humor y memes.
Tras 5 años escribiendo en Fotogramas y Esquire lo cierto es que ya ha hecho un poco de todo, desde entrevistas a estrellas internacionales hasta presentaciones de móviles o catas de aceite, insectos y, sí, con suerte, vino.
Se formó en Comunicación Audiovisual en la Universidad de Murcia. Después siguió en la Universidad Carlos III de Madrid con un Máster en Investigación en Medios de Comunicación. Además de comenzar un doctorado sobre la representación sexual en el cine de autor (que nunca acabó), también estudió un Master en crítica de cine, tanto en la ECAM como en la Escuela de Escritores. Antes, se curtió escribiendo en el blog Cinealacarbonara, siguió en medios como Amanecemetropolis, Culturamas o Revista Magnolia, y le dedicó todos sus esfuerzos a Revista Mutaciones desde su fundación.
Llegó a Hearst en 2018 años y logró hacerse un hueco en las redacciones de Fotogramas y Esquire, con las que sigue escribiendo de todo lo que le gusta y le mandan (a menudo coincide). Su buen o mal gusto (según se mire) le llevó también a meterse en el mundo de la gastronomía y los videojuegos. Vamos, que le gusta entretenerse.