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El cine ha sido el lugar en el que se han desarrollado algunas de las historias de amor más grandes de todos los tiempos, trascendiendo las fronteras del tiempo, los idiomas y las circunstancias adversas. La pasada temporada cinematográfica un filme sobresalió por encima del resto gracias a su sincera historia romántica que ahonda en las profundidades de la memoria, la identidad y las conexiones humanas que sobreviven a la distancia geográfica y temporal. De este modo, el debut cinematográfico de una dramaturga se convirtió en uno de los ejercicios más íntimos y conmovedores sobre la naturaleza de los vínculos humanos que el cine contemporáneo haya producido en los últimos años.
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La directora coreana instalada en Canadá, Celine Song, estrenó ‘Vidas pasadas’ (2023), un filme que explora la historia de Nora y Hae Sung, dos amigos de la infancia coreanos separados por la emigración. La película, que se estrenó en el Festival de Sundance y posteriormente fue nominada a múltiples galardones, incluyendo los Premios Oscar en las categorías de Mejor película y Mejor guion original, estuvo protagonizada por Greta Lee y Teo Yoo, recibiendo elogios unánimes de la crítica por su delicadeza narrativa y su profunda exploración emocional. La película se encuentra actualmente disponible en el catálogo de Movistar Plus+.
En una entrevista de 2023 con The Hollywood Reporter, Celine Song habló sobre el evento de la vida real que inspiró la película: “Hay un bar en East Village en el que terminé porque vivía cerca de allí. Y estaba sentada allí con mi novio de la infancia que voló desde Corea, ahora es un amigo que solo habla coreano, y mi esposo estadounidense que solo habla inglés. Y estaba sentada allí tratando de traducir a estos dos tipos que intentaban comunicarse, y sentí que estaba sucediendo algo realmente especial. Me estaba convirtiendo en una especie de puente o portal entre estos dos hombres y también, de alguna manera, entre estos dos mundos de lenguaje y cultura. En ese momento realmente se desencadenó algo, y luego me hizo sentir realmente que tal vez esto podría ser una película. Entonces comenzó a partir de algo bastante real que me sucedió. Pero luego, por supuesto, al hacer la película, surge de una experiencia subjetiva que convierte toda esta historia en un objeto, que es un guión, y luego, a partir de ahí, la película.”
La crítica de Fotogramas de ‘Vidas pasadas’ incidió en que “Song, experta dramaturga, podría haber insistido en la alienación del exiliado (Nora se instala en Canadá cuando es preadolescente) o caído en los clichés del triángulo amoroso (Nora está casada con un escritor norteamericano cuando vuelve a ver a Hae Sung), pero, felizmente, evita esos tópicos para que ni la tradición cultural de su protagonista femenina ni la existencia de un marido entorpezcan el relato civilizado de ese reencuentro neoyorquino donde valen tanto los silencios y las miradas tímidas como las palabras. En la propuesta de Song, impera la delicadeza, la sensibilidad y la empatía hacia sus personajes”.
