Son muchos los nombres que se barajan para un nuevo 007. Pero Steven Soderbergh solo tuvo uno a la hora de contar con el mejor espía al servicio de Su Majestad: Michael Fassbender. "Steven es muy bueno eligiendo a sus actores. Y una vez que tiene el reparto, nos deja hacer. Así que, si te llama, no dejas pasar la oportunidad", bromea el intérprete, honrado de encabezar el reparto de 'Confidencial (Black Bag)', el último trabajo de uno de los directores más prolíficos del cine estadounidense.

"¡Soy un enamorado de las películas de Bond desde que era un chaval! Un mundo increíble, el de los espías", agrega con esa sonrisa impoluta de gato de Cheshire que hace brillar aún más el azul de sus ojos. Un pequeño detalle: la última película de Soderbergh está lejos de la acción, los martinis y las chicas Bond, y más cerca de la tensión de films como '¿Quién teme a Virginia Woolf?' (M. Nichols, 1966). La sonrisa de Fassbender se expande aún más: "De ahí salen las mejores historias de espionaje, del drama, el aislamiento y la soledad en la que viven sus agentes, que entran en este juego con todo su idealismo y entusiasmo, pero donde las líneas se van borrando tras 20 años de carrera", explica.

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Claudette Barius / Focus Features

El estreno de 'Confidencial (Black Bag)' es un buen momento para hacer balance de la carrera de Fassbender. Al fin y al cabo, como reconoce a Fotogramas el intérprete irlandés nacido en Alemania, "no hay mejor actor que un espía. Su vida depende de su interpretación. Incluso cuando lo han dejado, cuando se han separado del cuerpo, no pueden evitar ciertas costumbres propias del que fue su trabajo. Como estar siempre vigilantes, alerta. En eso también nos parecemos. A veces es difícil dejar nuestro trabajo en el rodaje".

Veinte años de aptitud

Como le ocurre a George Woodhouse, Fassbender lleva más de dos décadas de carrera a la cabeza de su juego, ya sea en taquilla (como Magneto en la saga de los X-Men) o en el Olimpo de los Oscar, con dos candidaturas por '12 años de esclavitud' (S. McQueen, 2013) y 'Steve Jobs' (2015). Además, está felizmente casado con la también actriz Alicia Vikander, con quien tiene dos hijos y vive en Lisboa con toda la discreción de un espía: sin hacerse notar. "Es mucho más fácil de lo que puede parecer", afirma compartiendo su secreto: dejar de lado las redes sociales. "Son divertidas. Y poderosas. Pero me paso demasiado tiempo al teléfono por trabajo, así que cuando no trabajo, prefiero estar con mi familia", añade.

Una carrera llena de lealtades y también de momentos de crisis. Entre esas lealtades están las que lo han convertido durante años en actor fetiche de grandes directores. El propio Soderbergh, con quien ya trabajó en 2011 en 'Indomable (Haywire)'. Steve McQueen, que además de brindarle su segunda candidatura al Oscar, lanzó su carrera con 'Hunger' (2008) y 'Shame' (2011). O incluso Ridley Scott, con 'El consejero' (2013) y como Walter en 'Prometheus' (2012) y 'Alien: Covenant' (2017). Como repite el actor con humildad, ellos le dieron la oportunidad y él se lanzó de cabeza. "Son todos maestros", se le llena la boca. "Y en muchos casos, yo no hacía más que comenzar. He aprendido mucho de ellos, además de ganar a su lado un sentimiento de familia, una química parecida a la que sientes cuando te reúnes con un amigo al que no has visto en tiempo, pero se siente como si fuera ayer".

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Desaprender el método

Pero, como dice de los espías, el ímpetu y la inocencia con los que llegó a esta profesión, cuando cansado de trabajar en un almacén fue elegido para formar parte del reparto de la serie de TV 'Hermanos de sangre' (2001) (y casi lo seleccionan para ese desastre llamado 'Pearl Harbor'), se fueron desvaneciendo. "Antes, cuando trabajaba mucho, no me quedaba tiempo para descomprimir. Entonces era un actor muy de método, metido siempre en el personaje, lo que hacía muy difícil quedar con nadie porque no les apetecía ir a cenar con Macbeth", se ríe. "Ahora soy mejor. Intento desconectar y relajarme para empezar fresco", admite. Y tan fresco. Entre sus rituales antes de comenzar el día están los consabidos 20 minutos de meditación, entrenamiento por su cuenta cinco días a la semana y baños de hielo.

Como buen actor, asegura que no hay dieta en su vida, ni tan siquiera para un cuerpo '300' (2006), que todo es metabolismo. ¡Bendito el actor que algún día admita lo difícil que es quitarse de esa pizza que tanto le gusta! Al menos Fassbender reconoció recientemente que hacía ayuno intermitente, no tanto por la forma física como por la mental. Otro de sus secretos para concentrarse es la cocina, una afición que le agradó compartir con su personaje de 'Confidencial (Black Bag)'. La coincidencia estaba en el guion, pero Fassbender, hijo de madre irlandesa y padre alemán, creció entre fogones. "Mi padre era chef y tuvimos un restaurante durante 18 años". Ahora, reconoce, le sigue gustando enredar en la cocina. Aunque donde realmente le gusta remangarse es en las carreras. Fue siempre su pasión, incluso antes que la interpretación: ser piloto de carreras. "Lo echo mucho de menos", confiesa. "No al revés. No eché en falta la interpretación mientras me dediqué a las carreras. Trabajé mucho durante muchos años y necesitaba alejarme de la industria".

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Fassbender habla así de ese hiato de cuatro años que se tomó en 2020 para participar en carreras como las de Le Mans Series. Fue un encuentro fortuito con Patrick Dempsey, otro amante de la velocidad, el que revivió un sueño que lo llevó a ser piloto profesional de carreras con más o menos suerte, pero en una pieza para fortuna de sus seguidores. "Era un sueño de juventud y me alegré de hacerlo realidad. Una experiencia que me puso los pies en la tierra. Me ha dado ganas de volver a la interpretación. Aunque regresaré a las carreras", amenaza.

El cómplice perfecto

Donde ha vuelto con ganas es al cine. 'The Killer' (2023), 'El peor equipo del mundo' (2023) y 'Kneecap' (2024) son algunos de los títulos, además de su incursión en TV con 'The Agency', serie que comenzó a rodar solo una semana después de acabar 'Confidencial (Black Bag)' y en la que también fue productor ejecutivo.La curiosidad le pica y el actor no descarta su implicación en otros campos cinematográficos. Pero primero, la familia, esa que formó con Alicia Vikander tras conocerse en 2004 en el rodaje de 'La luz entre los océanos'. Como buenos espías mantuvieron su relación en secreto hasta que ambos acudieron juntos, como pareja, a la 73.ª edición de los Globos de Oro, ella candidata por 'La chica danesa', él con 'Steve Jobs'.

Fassbender admira la bravura de su esposa. Vikander dijo en su día que lo que le atrajo de este hombre de facciones frías y papeles nada empáticos fue su ritmo al bailar, algo desconocido para el resto de los mortales."Ayuda mucho lo de pertenecer al mismo ámbito porque los dos sabemos los conflictos que eso puede generar, por lo que la otra persona está pasando". Una gran ayuda, confiesa de un ‘buddy-system’, de un sistema de compañeros como el de los submarinistas que los ayuda a navegar las aguas de Hollywood alternando sus proyectos con tal de que al menos uno esté constantemente con sus hijos.Hasta en eso se parecen a los espías porque Fassbender asegura que en su vida existe ese 'Black Bag' que da el título original de la película, un saco roto al que van todos esos secretos de los que no puedes hablar. "Supongo que en esa saca están todas las películas que he hecho y que mis hijos no podrán ver hasta bien entrados en la adolescencia", ríe.

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"Hay veces en las que callar quizás no es tan mala idea.Pequeños momentos de apoyo como 'Te veo genial' aunque ese día las ojeras pesen. Es parte de nuestra dinámica familiar, estar ahí por y para el otro". Se trata de una lealtad que sellaron en 2017 en secreto en Ibiza, isla fetiche a la que vuelven (o lo intentan) todos los veranos. "Fue allí donde nos prometimos, allí nos casamos y es un lugar muy especial para nosotros". "Una pena que, pese a ser alemán, conociera esta isla tan tarde", concluye volando hasta allá en su mente.

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Rocío Ayuso es periodista, escritora, productora, cofundadora de la librería Madrid-Cómics y con una larga carrera como corresponsal internacional en diferentes medios, desde la Agencia EFE al Canal Plus, Audiovisual 451, El País o Fotogramas. Eso sí, su pasión es el cine desde que, bien niña, recuerda que fue con su hermano a ver en Logroño un programa doble: El libro de la selva, el de verdad, el de los estudios Disney, de 1967, y El pequeño salvaje (1970), de François Truffaut. Se pasó el resto del verano leyendo “El cine según Hitchcock”, las 50 horas de conversación entre Truffaut y el rey del suspense. Eso selló su destino. Bueno eso y Gustavo, el reportero más dicharachero de Barrio Sésamo, su inspiración para dedicarse al periodismo.

Titulada en Ciencias de la Información por la Universidad de Leioa y titulada con grado de Filosofía y ciencias de la educación en la Universidad de Deusto además de ser de las primeras promociones del Master UAM-El País, Rocío Ayuso ha desempeñado su labor periodística en diferentes ciudades -Madrid, París, Londres- y son muchos años en Los Ángeles donde cubre toda la información relacionada con el arte y la industria del cine y televisión. Miembro desde hace 25 años de la organización que concede los Globos de Oro, Rocío Ayuso ha disfrutado (y a veces no) de un Hollywood donde ha pilotado un coche con Paul Newman, ha comido spaghetti con Michael Douglas, Tom Cruise le ha cantado el cumpleaños feliz, Sofía Loren le ha abierto las puertas de su casa, arregló el vestido a Penélope Cruz en la alfombra roja de los Oscar, sigue enamorada de Jodie Foster y le mandó un regalo de boda a George Clooney. Son muchos más los que ha entrevistado o, simplemente, con los que ha conversado, los rodajes que ha visto y los festivales por los que ha pasado.

También ayuda a la promoción del cine español en Los Ángeles mediante su compañía R&R Communications y es productora ejecutiva del filme de animación Extraordinary Tales además de co autora de "Bill Plympton, el cineasta incansable" y jurado en festivales como Stuttgart, Mumbai Arena, BIAF en Corea o parte de, los Globos de Oro, los premios Platino y los Forqué. En 2015 recibió el International Media Award, máximo galardón para la prensa de Hollywood. Pero para ella nada de esto se compara con una buena película junto a su marido, el director Raúl García, y el tiempo junto a sus perros Melón y Lady Lucy Loca. Momentos de quedarse pegada a la pantalla.