FICHA BÁSICA

Quién es: Director y artista plástico que ha sido definido como "el primer surrealista popular", aunque él mismo jamás se haya mostrado cómodo con el término. Ha extendido sus tentáculos a la televisión, la música electrónica experimental, las galerías de arte moderno, los libros de autoayuda y el diseño de muebles. También actuó durante un periodo como hombre del tiempo amateur en su web.

Señales de estilo: Sus películas suelen bascular entre elementos tan antitéticos como noche y día, interior y exterior, Bien y Mal o sueño y vigilia. De la intersección de todos ellos extrae la fuerza volcánica de su cine, que gusta de incorporar imágenes altamente violentas, prefiere la lógica onírica a la prosaica y suele dejar a cierto sector de la audiencia transfigurado (mientras perturba o indigna a todos los demás).

Colaboradores principales: el compositor Angelo Badalamenti, el novelista Barry Gifford, el actor Jack Nance, el guionista y productor televisivo Mark Frost.

Frase que puedes decir delante de cinéfilos:"La fuga psicogénica de 'Carretera perdida' prefiguró el laberinto esquizofrénico de 'Mulholland Drive'".

Frase que NO puedes decir delante de cinéfilos:"'Mulholland Drive' es una paranoia. ¡No se entiende nada!".

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CINCO PELÍCULAS QUE DEBES VER

1) 'Cabeza borradora' (1977): Definida por John Waters como la mejor película estudiantil de la historia (se produjo con ayuda del American Film Institute a lo largo de varios años), también es la primera película de medianoche con rango oficial. No es difícil imaginar qué atrajo a esos espectadores ávidos de emociones fuertes: su imaginería malsana, sus metáforas extremas sobre la paternidad (vinculada al fatalismo), su inquietante diseño de sonido y el peinado de Jack Nance la convirtieron en una nueva bestia dentro del cine de terror autoral.

2) 'Terciopelo azul' (1986): Empieza con la imagen de una oreja siendo devorada por hormigas bajo un césped norteamericano inmaculado, quizá la clave para interpretar todo el cine de Lynch. Aquí examinó las pulsiones psicosexuales oscuras del adolescente medio y su supervivencia dentro de una comunidad candorosa y vigilante de los valores tradicionales. Mención especial para Dennis Hopper como uno de esos grotescos monstruos de Id (casi siempre figuras paternales retorcidas) que pueblan el cine de Lynch.

3) 'Corazón salvaje' (1990): Ensayo sobre la violencia inherente a cierto tipo de iconografía estadounidense (la del cine de serie B, los romances fatales, el dinero fácil, Elvis y la velocidad), su primera colaboración con Barry Gifford fue malinterpretada por un público que sólo quería más 'Twin Peaks'. No obstante, hay toneladas de brillantez y mal rollo en su sátira lacerante sobre la banalidad de la cultura pop y sus arquetipos. Ah, y Nicolas Cage canta.

4) 'Carretera perdida' (1997): Para muchos, esta es la joya de la corona. Gifford la definió como "noir de terror del siglo XXI" en la portada del guión, y hay pocas definiciones más precisas para esta pesadilla freudiana sobre la fragilidad de la identidad dentro del callejón sin salida del deseo. Lynch trabajó en los dos niveles (realidad y fantasía) que sostenían ejemplos de cine negro clásico como 'Detour' o 'Retorno al pasado'. Su trabajo consistió, precisamente, en dinamitar las fronteras entre esos dos planos de la narración.

5) 'Mulholland Drive' (2002): Casi una revisión hollywoodiense del modelo 'Carretera perdida', este piloto televisivo malogrado acabó convirtiéndose en la pesadilla lynchiana que descubrió su cine a una nueva generación. Naomi Watts visita el Oz que se esconde tras las colinas de Los Angeles, sólo para descubrir una tierra de nadie psicológica donde los celos, la obsesión y las leyendas de un pasado fantasmagórico harán lo posible para alejarla del camino de baldosas amarillas.

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DOS TRABAJOS OPTATIVOS PARA SUBIR NOTA

1) 'The Short Films of David Lynch' (2002): Una colección de cortometrajes que, además, sirve como testimonio de su evolución como cineasta: desde trabajos estudiantiles más cerca del arte moderno ('Six Figures Getting Sick') hasta encargos para revistas francesas o películas colaborativas ('Lumière y compañía').

2) 'Inland Empire' (2006): ¿Te consideras estudiante avanzado de Lynch y aún no has visto su película más exigente? No pierdas ni un segundo más: puede que esta sea su última palabra en el medio cinematográfico, una summa (grabada en vídeo digital) de sus obsesiones y recurrencias que casi parece una jam session creativa. No hay interferencia de la industria ni filtros comerciales de ningún tipo: esto es Lynch en vena, para bien y para mal.