Skip to Content

Sergio Leone: Una historia de violencia

Sergio Leone revolucionó el western con un puñado de títulos legendarios y concluyó su larga carta de amor al cine americano con la no menos legendaria 'Érase una vez América'. Recordamos paso a paso una carrera marcada por la mugre, el polvo y la violencia. 
Por Philipp Engel.
Eyewear, Glasses, Facial hair, Vision care, Finger, Barware, Moustache, Beard, Drinkware, Beer glass, pinterest
1

Una infancia convulsa

Ear, Facial hair, Beard, Dress shirt, Style, Moustache, Interaction, Monochrome, Monochrome photography, Black-and-white,

Nacido en la Ciudad Eterna el 3 de enero de 1929, Sergio Leone, al que vemos en la foto junto a su hijo Andrea, vivió la violencia desde pequeño. En un artículo titulado 'Mi violento mundo', firmado por él mismo y publicado en nuestra revista (septiembre, 1972) lo recordaba así: "Viví la ocupación alemana de Roma, durante la Segunda Guerra Mundial. Mis ojos se llenaron con imágenes constantes de fusilamientos y matanzas. Recuerdo un caso histórico: en una sola noche, los esbirros de las S.S. ejecutaron en las fosas Ardeatinas a 335 romanos inocentes, entre hombres y muchachos". En el largo que acababa de rodar por entonces, '¡Agáchate, maldito!' (1971), Leone exorcizó aquellas imágenes que le perseguían con la escenificación de una masacre de idénticas proporciones, aunque trasladada al contexto de la Revolución Mexicana.

2

Primeros pasos en el péplum

Footwear, Leg, Standing, Style, Waist, Monochrome, Trunk, Chest, Abdomen, Boot,

"Prácticamente nací en un plató", solía repetir. Su madre, Bice Valerian (o Walerian), era actriz y su padre, Roberto Roberti (alias de Vincenzo Leone), un cineasta pionero al que homenajeó firmando su primer western, 'Por un puñado de dólares' (1964), con el pseudónimo de Bob Robertson. Es decir, el hijo de Robert. A lo 12 años debutó, interpretando a un bambino, en uno de los films de su padre ('La bocca sulla strada', 1941), y nunca se dedicó a otra cosa que al cine. Desempeñó diversas funciones, y se convirtió en el asistente favorito de todo el que venía a rodar a Roma. Era un gran organizador de masas, y así, tras sustituir al director Mario Bonnard en el rodaje de 'Los últimos días de Pompeya' (1959), le brindaron la oportunidad de firmar su ópera prima, 'El Coloso de Rodas' (1961), otro péplum que él mismo despachaba sin tapujos: "El héroe era una especie de playboy metido en camisa de once varas. Por nada hubiera escogido a Rory Calhoun, que era un poco el Cary Grant del pobre. Tres días antes de empezar el rodaje, el productor no se había enterado de que el coloso era una estatua, y me proponía para el papel a un culturista..."

Publicidad - Sigue leyendo debajo
3

Fan de John Ford

Eyewear, Head, Glasses, Facial hair, Nose, Vision care, Finger, Hairstyle, Forehead, Eyebrow,

El péplum no era lo suyo. Es más, el resto de su filmografía puede leerse como una serie de cartas de amor a América, y a su cine, aunque siempre manchadas de sangre, por supuesto: "Toda mi infancia estuvo marcada por libros, cómics y películas que hablaban de América. Y más cuando, durante el fascismo, todo lo que venía de ahí estaba prohibido, lo cual no hacía más que aumentar mi curiosidad." No por nada, aquel niño acabó brillando como máximo renovador del western, el género más genuinamente americano. Y John Ford era su director favorito: "Sobre la mesa de mi despacho tengo una foto que me dedicó poco antes de morir. En una letra muy pequeña, reza: 'To Sergio Leoni. With admiration, John Ford'."

4

Yo soy la Revolución

Mammal, Interaction, Monochrome, Conversation, Black-and-white, Monochrome photography, Crew, Belt, Law enforcement, Air gun,

Leone puso patas arriba el western ya con 'Por un puñado de dólares' (1964), un inesperado bombazo en la taquilla mundial con el que aposentó las bases de su estilo, que puliría hasta la excelencia en los dos episodios siguientes de la llamada Trilogía de Dólar: 'La muerte tenía un precio' (1965) y 'El Bueno, el Feo y el Malo' (1966). Ya se habían rodado unos cuantos westerns en Almería, y el de Leone, que en un principio tenía que llamarse 'Ray, el Magnífico' (sic), estaba destinado a ser uno más. Pero fue un éxito total, pese a una combinación de factores totalmente desconocidos: Leone no era nadie; Clint Eastwood fue contratado porque cobraba muy poco; Gian Maria Volonté, el villano de la función, figuraba acreditado como John Wells, y Morricone todavía no había tenido oportunidad de grabar un banda sonora a su gusto. Mención especial merecen los créditos de Iginio Lardani: puro pop art en movimiento.

Publicidad - Sigue leyendo debajo
5

La hora del realismo sucio

Text, Font, Poster, Vintage clothing, Advertising, Publication, Illustration, Vintage advertisement, Retro style,

Se acabaron los pistoleros guapos que no sudaban bajo un sol de justicia, que atravesaban el desierto sin arrugarse la camisa y que desenfundaban sin despeinarse. Formado con el Neorrealismo (apareció y colaboró en 'Ladrón de bicicletas', de Vittorio De Sica, 1948), Leone introdujo la realidad en el western, aunque sin olvidar que el cine es espectáculo. La suciedad física y moral y la violencia descarnada arrugaron la nariz de la crítica, pero entusiasmaron al vulgo, que podía verse proyectado. El antihéroe amoral, con poncho, cigarro y botas polvorientas, convertido al instante en el icono del nuevo western, quedó completado, a medida que evolucionaba la Trilogía del Dólar, con otros dos elementos que tampoco daban el tipo de guaperas de Hollywood: el pícaro Eli Wallach reemplazó finalmente a Volonté en 'El Bueno, el Feo y el Malo', mientras que Lee Van Cleef ya se había incorporado en 'La muerte tenía un precio': "Estaba muy enfermo, destrozado por el alcoholismo. Acaba de dejar el hospital y en Hollywood ya nadie le quería dar trabajo."

6

Adiós amigo

Cheek, Hairstyle, Skin, Chin, Forehead, Eyebrow, Facial hair, Landscape, Mammal, Facial expression,

La amistad varonil es un gran tema en Leone, pero Eastwood no se llevaba bien con el director que le convirtió en astro. La cosa fue a peor después de que Leone se negara a dirigirle en 'Cometieron dos errores' (1966), que finalmente realizó Ted Post: "Era mejor que cada uno siguiera su camino. Luego me encontré con un pequeño problema. Mientras preparaba 'Hasta que llegó su hora' (1968), imaginé que los tres hombres que, al principio del film reciben a Harmónica, el personaje de Charles Bronson, serían los protagonistas de 'El Bueno, el Feo y el Malo'. Van Cleef y Wallach dijeron que sí. Pero Eastwood se negó." Casi mejor, la larga introducción del flm ha quedado como una obra maestra dentro de una obra maestra, aunque uno de los tres matones también salió malparado fuera de la pantalla: el desgarbado Al Mulock (en la foto) saltó por la ventana del hotel. No había forma de encontrar una dosis de heroína en Guadix. El epitafio que le dedicó Leone fue más bien escueto: "La ropa, necesitamos su ropa".

Publicidad - Sigue leyendo debajo
7

La más grande

Arm, Glasses, Musician, T-shirt, Music artist, Musical instrument accessory, String instrument accessory, Bowed string instrument, Violin, Violin family,

El cine de Leone es pura testosterona, y las mujeres rara vez se salen de papeles de puta o madonna, hasta que apareció, en 'Hasta que llegó su hora' (1968), Claudia Cardinale, máxima diva del cine italiano que, a la postre, acababa de rodar otro clásico del Oeste, 'Los Profesionales' (Richard Brooks, 1966). "A menudo en los western las mujeres no son más que un apéndice", reconocía. "No tienen razón de ser si no es, de cuando en cuando, un paseo en carromato. Y yo prefiero no sacar ninguna mujer antes que poner una sin razón. Si Claudia Cardinale aparece en 'Hasta que llegó su hora' es porque todo gira a su alrededor". Y por supuesto, es la primera en aparecer en los créditos, antes que Bronson, Jason Robards o el mismísimo Henry Fonda, que además de componer uno de los villanos más inolvidables de la historia del cine, también protagonizó, según ella, su primera auténtica escena de amor: "En Cinecittà llamaron a cientos de periodistas de todo el mundo. Fue muy embarazoso para él."

8

El sueño eterno

Eyewear, Monochrome, Style, Monochrome photography, Black-and-white, Goggles, Sun hat, Beard, Stock photography,

Hasta que llegó su hora permitió a Leone rodar algunas escenas en Monument Valley, el paraíso de Ford, e incluso en una reserva india, pero pese a tratarse de un film hipnótico no era la película que Leone quería rodar. Ya por entonces, se había encaprichado de las memorias del gánster judío Harry Grey en las que contemplaba su definitiva carta de amor a América, aunque Hollywood sólo veía en él a una fábrica de exitosos westerns. Aún tardaría 16 años en ver su sueño hecho realidad. Entre tanto, dirigió '¡Agáchate, maldito!', con Rod Steiger y James Coburn (foto), y produjo otros westerns como 'Mi nombre es Ninguno' (Tonino Valerii, 1973), la favorita de Spielberg, y otro film de nuevo protagonizado por Terence Hill ('El genio', Damiano Damiani, 1975) que el propio Leone resumió así: "El Oeste ha caído en manos de un idiota".

Publicidad - Sigue leyendo debajo
9

La última ruptura

Hair, Face, Coat, Dress shirt, Suit, Outerwear, Formal wear, Style, Collar, Blazer,

Leone dijo No a rodar 'El Padrino' (Francis Ford Coppola, 1972), para llevar a cabo lo que se convirtió en 'Érase una vez en América' (1984), un film donde los sueños del cineasta se mezclan con los del protagonista, encarnado por Robert De Niro, al que la cámara descubre en un fumadero de opio, una droga que permite imaginar el futuro. "Toda la película es un sueño opiáceo donde yo mismo, director europeo, sueño con los fantasmas del cine americano". Pero la historia de amor con América acabó mal. Convencidos de que aquel intrincado juego de espejos entre pasado y futuro, y realidad y sueño, amén de lo que pudieran temer de tres escenas concretas (un desnudo de Jennifer Connelly, que debutaba con 12 años, y un par de violaciones perpetradas por De Niro), los productores remontaron el film, amputando hora y media de los 229 minutos de un metraje que sí pudo verse íntegro en los festivales de Cannes y de Venecia. Leone ni siquiera quiso ver la versión corta: "Espero que quemen el jodido negativo".

10

El desencanto

Photograph, Standing, Monochrome, Monochrome photography, Black-and-white,

Andrea Leone, hijo del cineasta, sintetizaba así el desencanto americano: "La película fue un gran éxito en todo el mundo excepto en Estados Unidos. Mi padre no perdió su amor por América, pero se sintió engañado. A lo mejor no se desenamoró del todo. Pero llegó a flirtear con el enemigo: la Unión Soviética." De Niro, una vez más, tenía que ser el protagonista de una gran película épica sobre el sitio de Leningrado. Se trataba también de un sueño largamente acariciado. Leone, que se definía como 'anarquista pasivo', lo tenía que producir con los soviéticos, que estaban ya al borde de la Perestroika, e iba a ser la película europea más cara hasta el momento. Pero Leone, con la salud ya muy minada a raíz de los disgustos provocados por su sexto largo, 'Érase una vez en América', falleció dos días antes de firmar el contrato. Estaba en casa, viendo '¡Quiero vivir!' (Robert Wise, 1958) en la TV. Tenía 55 años. Y desde entonces descansa entre los más grandes, como Robert Bresson, con el que posa para nosotros. 

VER VÍDEO 
preview for Dynamic FOTOGRAMAS SPAIN list