20 razones por las que no olvidamos 'Bonnie & Clyde' medio siglo después
Faye Dunaway cumple 78 años pero siempre la recordaremos como la mítica Bonnie, huyendo junto a Warren Beauty.
Se cumple medio siglo del estreno en España de una de las películas que más profundamente cambió Hollywood. Una de las mejores historias de los sesenta, capaz de aunar amor, crítica social y crimen dentro de un relato fresco y trepidante. No podíamos dejar pasar la oportunidad de recordar 'Bonnie & Clyde' en el cincuenta aniversario des su estreno. Para ello, hemos creado una galería de imágenes con veinte razones por las que seguimos recordando la película y por las que nunca la olvidaremos.
El estreno
Unos ilusionados Faye Dunaway y Warren Beauty acudían a la premiere de 'Bonnie & Clyde' hace ya más de medio siglo. La recepción crítica de la película fue, sin embargo, muy negativa.
El alma del proyecto
Warren Beauty buscaba volver a la senda de 'Esplendor en la hierba' (1961) tras varios años sin lograr un gran éxito.
La historia
François Truffaut le pasó el libreto (Robert Benton, David Newma) de dos jóvenes guionistas que habían adaptado la historia real de Bonnie Parker y Clyde Barrow para él. Esta diseñado para ser dirigido "a lo nouvelle vague". Europa, bienvenida de nueva a Hollywood.
Dispuesto a todo
Cuentan que Beauty estaba tan convencido de protagonizar y producir esta historia tan diferente que se arrodilló ante un anciano Jack Warner hasta que le convenció para invertir su dinero en la película.
Arthur Penn
Otro de esos grandes e irregulares directores del nuevo Hollywood que procedían de la televisión. Consiguió hacer brillar todos los elementos de un guion genial lleno de drama, sexo, critica social, humor y aventura. Quizás su mejor trabajo
La aparición de Faye Dunaway
En una película tan cargada de interés y estímulos, el mayor de todos fue la presencia de una debutante Faye Dunaway. Sensualidad desbordante unida a una fragilidad interior tremendamente humana y frágil. Uno de los mejores debuts de la historia del cine.
Gene Hackman vino para quedarse
Aunque había hecho varios trabajos en televisión desde principios de los sesenta y también era un habitual del teatro, este fue el papel que le cambió la carrera. Es el principal secundario de la película, hermano de Clyde. Un auténtico roba escenas.
Un reparto excepcional
No hay personaje sin carisma, no hay actor que no borde su papel. Michael J. Pollard y Estelle Parsons son dos de los judas más carismáticos de la historia del cine. Por si fuera poco, Gene Wilder también aparece en una escena difícil de olvidar.
La decencia
Cuentan que La Liga de la Decencia Americana tuvo que comprobar numerosas veces que Faye Dunaway si podría llevar ropa interior en su primera aparición. Nosotros creemos, porque Penn es lo que quería hacernos creer, que no llevaba nada.
Los dobles sentidos
La violencia ejercida por la pareja funcionó como un doble sentido catalizador de su tensión sexual desde su primer encuentro. Él se la enseña a ella, ella la acaricia y le pide que la use, él la usa y...surge el amor. Hablamos de la pistola, claro.
Impotencia
Sin embargo, todo es mucho más complejo y al personaje interpretado por Beauty se sitúa en una situación sexual ambigua: entre la impotencia traumática y la homosexualidad reprimida.
La época del cambio
La estrategia de la pareja de delincuentes de robar cerca de las fronteras para burlar a las policías estatales fue uno de los motivos del aumento de poderes del FBI. La película, por su parte, conseguía, sin justificar la delincuencia, mostrar a Bonnie y Clyde como dos víctimas de un gran sistema corrupto.
Hola de nuevo juventud
Decíamos que la película empezó mal pero la cosa mejoró pronto. Las salas se llenaron de jóvenes que volvían a recuperar la pasión por la pantalla grande. La película costó menos de 3 millones y solo en EEUU recaudó más de 50.
No hablemos del pasado
La película consigue ligarnos profundamente a sus personajes sin que ellos en ningún momento nos expliquen mucho su vida. Su química se siente, sin necesidad de confesiones. Su historia..., nos la imaginamos, aunque no nos la cuenten.
Una carta abierta
Si por algo conocemos la historia de Bonnie y Clyde es por la prensa, ellos mismos se encargaron poco antes de ser asesinados de que los periódicos publicasen su versión de la historia. Como diría Ford, se imprime la leyenda.
Crítica social
La película está situado en un contexto de tremenda pobreza, en plena gran depresión tras el crack del 29. Tras ver a campesinos quedarse sin casa por culpa del banco ¿quién no entiende más a Bonnie y Clyde?
Los límites de la violencia
La película es ligera y libre de ataduras en todas las escenas de diálogo y huidas pero, también, es tremendamente ágil y violenta en las escenas de acción. Hasta 'Bonnie & Clyde' el disparo y el disparado se tenían que ver en dos planos distintos, ahora la muerte aparece en una misma imagen, ¡y en primer plano!
Fotografías
La película asume por completo que además de en un caso real se basa en un mito popular. Por eso, no duda en recrear las fotos más populares de los auténticos ladrones. Para nuestro lamento, la de su final también está incluida.
El final
Hay pocos finales más chocante en la historia del cine. No solo es de una violencia inusitada, sumada a que proviene de una traición de corte casi bíblico, es que su sobresaliente uso del montaje nos clava para siempre la última mirada que se dedican...
Una leyenda que se alimenta de otras
Cuando hablamos de Bonnie y Clyde ya no sabemos si lo hacemos de la realidad o de la película. Ambas son parte fundamental del siglo XX y artistas como Brigitte Bardot y el gran músico Serge Gainsbourg no dudaron en dedicarles una canción.
Rafael es experto en cine, series y videojuegos. Lo suyo es el cine clásico y de autor, aunque no se pierda una de Marvel o el éxito del momento en Netflix por deformación profesional. También tiene su lado friki, como prueba su especialización en el anime, el k-pop y todo lo relacionado con la cultura asiática. Por generación, a veces le toca escribir de éxitos musicales del momento, desde Bizarrap hasta Blackpink. Pero no se limita ahí, ya que también le gusta escribir de gastronomía, viajes, humor y memes. Tras 8 años escribiendo en Fotogramas y Esquire lo cierto es que ya ha hecho un poco de todo, desde entrevistas a estrellas internacionales hasta presentaciones de móviles o catas de aceite, insectos y, sí, con suerte, vino. Se formó en Comunicación Audiovisual en la Universidad de Murcia. Después siguió en la Universidad Carlos III de Madrid con un Máster en Investigación en Medios de Comunicación. Además de comenzar un doctorado sobre la representación sexual en el cine de autor (que nunca acabó), también estudió un Master en crítica de cine, tanto en la ECAM como en la Escuela de Escritores. Antes, se curtió escribiendo en el blog Cinealacarbonara, siguió en medios como Amanecemetropolis, Culturamas o Revista Magnolia, y le dedicó todos sus esfuerzos a Revista Mutaciones desde su fundación. Llegó a Hearst en 2018 años y logró hacerse un hueco en las redacciones de Fotogramas y Esquire, con las que sigue escribiendo de todo lo que le gusta y le mandan (a menudo coincide). Su buen o mal gusto (según se mire) le llevó también a meterse en el mundo de la gastronomía y los videojuegos. Vamos, que le gusta entretenerse.
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