Skip to Content

'La soga' de Alfred Hitchcock cumple 70 años

Para celebrar el aniversario de 'La soga' de Hitchcock os contamos qué hace tan especial a esta película protagonizada por James Stewart en 1948.

Por
'la soga' de hitchcock, imagenpinterest
Warner Bros.

¿Qué se esconde detrás de una de las películas mas fascinantes del maestro inglés? Aprovechamos que 'La soga' cumple nada menos que 70 años para examinar por qué sigue siendo tan especia, moderna y fascinante siete décadas después. Una película que, desde su nacimiento, su propio rodaje, ya era única. Y lo sigue siendo.

1

¿Quién es Macguffin?

El Macguffin de Hitchcock en esta película tiene nombre y apellidos. David Kentley es el personaje asesinado en la primera escena de la película y cuyo cuerpo se oculta en el baúl durante toda la velada. El guionista de la película, Arthur Laurents, estaba en contra de que apareciese el asesinato inicial de Bentley ya que creía que el suspense debía girar en torno a si de verdad había o no un cadáver dentro del baúl. Pero ya sabemos como diferenciaba Hitchcock el suspense de la intriga. El asesinato está hecho, el suspense se desarrolla en torno al cuándo lo descubrirán. Hitchcock quería dejarlo tan claro que rodó una escena previa (vídeo) en la que el joven se veía con su prometida antes de ser asesinado. Inmediatamente después, James Stewart le advertía al público que nunca le volverían a ver con vida. Además, pese a no tener ni una linea de diálogo en la película, su nombre aparece el primero en los créditos y los demás personajes solo lo hacen definidos según su relación con él. El nombre de David se menciona 73 veces en la película.

2

Más bromas de lo habitual

James Stewart hablando de Cary Grant en 'La soga'
Warner Bros.

Al suceder toda la película en una misma habitación, el habitual cameo del cineasta era muy complicado. Hitch lo solucionó por partida doble. Aparece nada más comenzar la película, paseando por la calle en el único plano exterior de la película. Además, también aparece su perfil en un neón visible a través de la ventana del apartamento anunciando ‘Reduco’, el producto de adelgazamiento ficticio con el que hizo su famoso cameo en ‘Náufragos’ (1944). Poco dado a más licencias referenciales o a permitir a los personajes hablar de cine en sus películas, en 'La soga' hay una tercera autocita en forma de broma interna. El personaje de Mrs. Atwater (Constance Collier) que nunca se acuerda de nada, comienza a hablar de sus actores favoritos. En un momento determinado intenta recordar una película de Cary Grant con Ingird Bergman que vio hace poco. Al principio dice que cree que se llamaba "Something of Something" pero más tarde recuerda que solo era “Something”. Ese algo que la tía de David Kentley no puede ser otro que ‘Encadenados’ (Notorious, 1946), la anterior película de Hitchcock con Grant y Bergman.

Publicidad - Sigue leyendo debajo
3

¿Un reparto equivocado?

Hitchcock con el repart de 'La soga'
Warner Bros.

Lo cierto es que Cary Grant era el elegido para interpretar al personaje que finalmente hizo Stewart, (Rupert Cadell). Lo mismo pasó con Montgomery Clift y el personaje de Brandon, el más joven e inseguro de los asesinos, que acabó en manos de John Dall. Ambos actores rechazaron participar en la película por las innegables inclinaciones homosexuales de sus personajes, algo que ambos actores, cuya homosexualidad o bisexualidad se sospechaba, no se podían permitir. James Stewart, sin embargo, sustrajo con su mera presencia cualquier lectura homosexual de su personaje, el cual, en la obra de teatro original, había tenido una relaciones con los asesinos. El propio Stewart declaró más tarde que sentía que había sido la elección errónea para la encarnación del personaje. James Mason, actor que también nombran en la película y que también sonó para el papel, podría haber sido una elección más adecuada. Tanto es así, que el actor trabajaría con Hitchcock interpretando al malo de ‘Con la muerte en los talones’ (1959), encarnando a un personaje que bien podría haber sido un Rupert Cadell más auténtico para una 'La soga' con menos autocensura.

4

Un rodaje único en la historia del cine

Hitchcock rodando 'La soga'
Warner Bros.

Hitchcock se planteó el reto de hacer una película sin cortes apreciables para el público y que crease la ilusión de un solo plano. Como por entonces los rollos de la película en color podían rodar menos de diez minutos de película, el cineasta utilizó las espaldas y las paredes para tapar la cámara y disimular los cambios de rollo. Sin embargo, permanecen algunos cortes convencionales, aunque disimulados en la película. El único que destaca, eso sí, es el primero, el cual nos lleva desde el exterior al interior de la casa durante el asesinato. Toda la organización del rodaje fue tremenda, se ensayaba un día y se rodaba el siguiente. El objetivo era rodar lo correspondiente a un rollo. Todas las paredes eran móviles y los atrecistas tenían que abrirlas y cerrarlas como si fuese una coreografía, la misma que tenían los actores para esquivar los railes que llenaban el suelo y por donde se movía la cámara.

El rodaje fue más largo de lo habitual, del 12 de enero al 21 de febrero. Uno de los principales problemas era la luz del gran ventanal del salón de la casa. Fue la primera película de Hitchcock en Technicolor y, lógicamente, esto sumaba más dificultad al proceso. Durante toda la película, el sol va cayendo durante el atardecer simulando, como el montaje, suceder todo en tiempo real. Sin embargo, al revelarse los últimos cuatro o cinco rollos de película (los del ocaso), Hitchcock quedó tan decepcionado con el color que tuvo que repetirlos. Pese a todo, Hitchcock parecía disfrutar del reto que se había planteado e invitó a medio Hollywood a asistir a las jornadas de rodaje para que pudiesen observar su método único de rodaje. Los grandes planos continuos de la película son 10 y duran 9'34, 7'51, 7'18, 7'09, 9'59, 8'35, 7'50, 10'06, 4'37 y 5'40 minutos respectivamente.

Publicidad - Sigue leyendo debajo
5

La polémica homosexual y el nazismo

La película está ligeramente basada en la historia real del asesinato cometido por los estudiantes de la Universidad de Chicago Nathan Leopold y Richard Loeb. Adaptado también ligeramente de una obra teatral inglesa donde los tres protagonistas eran homosexuales, la película tuvo que esconder todas las referencias abiertas al asunto a lo que, según el guionista de la película, se referían como ‘it’ (eso) durante toda la producción del filme. No obstante, su lanzamiento fue muy polémico y en varios cines de Estados Unidos se prohibió su exhibición. La película, además, se basa en dos estudiantes que han recibido enseñanzas filosóficas por parte de su profesor acerca de las teorías del superhombre de Nietzsche. La creencia de que hay seres superiores e inferiores que, finalmente, les lleva a cometer el asesinato de manera experimental y lúdica, guarda una clara relación con la filosofía nazi en la Segunda Guerra Mundial, que solo había acabado 2 años antes. Por todo ello, ‘La soga’ es mucho más que una película de suspense.

Headshot of Rafael Sánchez Casademont

Rafael es experto en cine, series y videojuegos. Lo suyo es el cine clásico y de autor, aunque no se pierda una de Marvel o el éxito del momento en Netflix por deformación profesional. También tiene su lado friki, como prueba su especialización en el anime, el k-pop y todo lo relacionado con la cultura asiática. Por generación, a veces le toca escribir de éxitos musicales del momento, desde Bizarrap hasta Blackpink. Pero no se limita ahí, ya que también le gusta escribir de gastronomía, viajes, humor y memes. Tras 8 años escribiendo en Fotogramas y Esquire lo cierto es que ya ha hecho un poco de todo, desde entrevistas a estrellas internacionales hasta presentaciones de móviles o catas de aceite, insectos y, sí, con suerte, vino.  Se formó en Comunicación Audiovisual en la Universidad de Murcia. Después siguió en la Universidad Carlos III de Madrid con un Máster en Investigación en Medios de Comunicación. Además de comenzar un doctorado sobre la representación sexual en el cine de autor (que nunca acabó), también estudió un Master en crítica de cine, tanto en la ECAM como en la Escuela de Escritores. Antes, se curtió escribiendo en el blog Cinealacarbonara, siguió en medios como Amanecemetropolis, Culturamas o Revista Magnolia, y le dedicó todos sus esfuerzos a Revista Mutaciones desde su fundación.  Llegó a Hearst en 2018 años y logró hacerse un hueco en las redacciones de Fotogramas y Esquire, con las que sigue escribiendo de todo lo que le gusta y le mandan (a menudo coincide). Su buen o mal gusto (según se mire) le llevó también a meterse en el mundo de la gastronomía y los videojuegos. Vamos, que le gusta entretenerse.   

VER VÍDEO 
preview for Dynamic FOTOGRAMAS SPAIN list