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Erich Von Stroheim, el mayor genio y el mayor desastre de la historia del cine

El actor y cineasta austriaco fue el primer genio en no encajar con Hollywood y la historia aún le debe un mejor lugar.

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Erich Von Stroheimpinterest
Getty Images

Billy Wilder le dijo a Erich Von Stroheim que su problema había sido que su cine se había adelantado diez años. El austriaco le respondió: "diez no, veinte". Hoy en día sabemos que el pobre de Stroheim se había quedado bastante corto. Han pasado casi ochenta años del fin de su cine, también se cumplen hoy 133 desde su nacimiento, y seguimos teniendo problemas con su obra. Hito absoluto del cine mudo y primer cineasta en enemistarse con Hollywood, Von Stroheim fue un artista único. Uno que, como tantas estrellas de la pantalla, vio llegar el fin de su carrera con el abandono del cine mudo por parte de la industria. Su enorme y única presencia física, así como la admiración de colegas de la talla de Billy Wilder o Jean Renoir, le proporcionó una vía de escape por medio de la actuación. Una historia real que el propio Wilder recuperaría al situarle como mayordomo y antiguo cineasta en 'El crepúsculo de los dioses". Pero Stroheim fue mucho más, el primer director en ser despedido de un rodaje, el primero en tener un millón de dólares de presupuesto, el primer gran genio catastrófico. Su retrato de la sociedad, sus majestuosas producciones, su locura creativa y su aún inalcanzable modernidad le hacen merecedor de un lugar más brillante en la historia del cine donde, como en la obra maestra de Wilder, pase a ser mucho más que un sombrío mayordomo.

El hombre al que le gustaría odiar

Erich Von Stroheim
Getty Images

Nacido en Viena el 22 de septiembre de 1885, Erich Oswald era parte de una familia de comerciantes judíos. Tras desertar del ejercito en 1909 llegó a Hollywood en 1914. La primera guerra mundial y su procedencia le hicieron triunfar en la interpretación con el personaje de oficial de los diferentes ejércitos europeos en multitud de películas. La prensa le llamó "el hombre al que le gustaría odiar" dada su multitud de interpretaciones del enemigo americano. Las mentiras se hicieron leyenda y la leyenda verdad, Erich Oswald pasó a ser Erich Von Stroheim, afamado militar y aristócrata austriaco. El actor y cineasta nunca lo desmintió y solo se descubrió su origen plebeyo después de su muerte.

Tras ser el ayudante de dirección del mismísimo Griffith en 'El nacimiento de una nación' e 'Intolerancia', Universal le contrató para dirigir sus dos primeras películas. En 1919 realizó 'Corazón Olvidado', melodrama en el que volvía a encarnar a un seductor sin escrúpulos que intenta conquistar a una mujer casada durante una peligrosa jornada de escalada cuyo célebre final, rodado en exteriores, le dio fama en Hollywood. La segunda, 'La ganzúa del diablo', de 1920, se encuentra actualmente desaparecida. Empezaba la mala suerte del cineasta.

(En la foto, Stroheim con un joven Billy Wilder durante el rodaje de 'Cinco tumbas al Cairo' en 1943).

La primera película de 1 millón de dolares

Erich Von Stroheim
Getty Images

La relación del ya afamado director con el mítico productor de Universal Irving Thalberg explotó en esta película llamada "Esposas frívolas". Von Stroheim se empeñó en rodar las escenas en el orden cronológico de la historia, costando infinitos cambios continuos de decorados y un rodaje alargado durante meses. La mala suerte se sumo a la irracionalidad del cineasta y uno de sus protagonistas, Rudolph Christians, murió a dos escenas del final. Planos que el realizador suplió con un doble del que solo sacó la espalda y el perfil. En la película, ambientada en Montecarlo, un odioso vividor interpretado por Stroheim intenta conquistar a una distinguida, y casada, dama norteamericana. De nuevo, la codicia y la falta de fidelidad del ser humano son el leitmotiv de un cineasta que, recordemos, se hacía pasar por aristócrata en su vida personal.

La película dio por finalizado su metraje en las cuatro horas, pensadas en exhibirse en dos partes. Thalberg, cabreado, la cortó a dos horas y la estrenó en una sola entrega. El presupuesto se había elevado al millón de dólares por primera vez en la historia del cine lo cual se utilizó como reclamo publicitario. Gracias a su ajetreado rodaje y pese a los problemas, la película fue un éxito. Uno de los mayores genios de la historia del cine, Jean Renoir, declaró que fue el visionado de esta película lo que le llevó a dedicarse al cine.

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Llega la obra maestra

Erich Von Stroheim Avaricia
MGM Studios//Getty Images

Tras 'Esposas frívolas', el cineasta se puso a los mandos del rodaje de 'Los amores de un principe' pero sus relaciones con Thalberg estaban tan dañadas que fue despedido a mitad de rodaje, convirtiéndose en el primer caso en la historia de los estudios de Hollywood en que esto pasaba.

Pese a tener ya el cartel de problemático, su éxito le condujo a un megacontrato con la Goldwyn en 1923 para hacer 'Avaricia'. La película narraba la historia de una feliz pareja a la que un premio de la lotería va llevando a la ruina y a la locura. Una muestra más de como al ser humano le corroe la codicia y la envidia. Stroheim se convirtió en un cineasta en cuyos relatos el amor o la solidaridad eran siempre derrotados por el lado oscuro del ser humano. Hablamos de un negativismo de carácter humanista único en todo el cine clásico, ejemplificado en una película que adelanta los grandes paisajes exteriores del western de John Ford y mezcla la pobreza de Chaplin con el realismo del futuro Neorrealismo italiano (fue la primera película de Hollywood rodada integramente en exteriores). Todo se suma a un uso del color y la metáfora con deformaciones directamente influenciadas del reciente expresionismo alemán. En mitad del rodaje, su antiguo enemigo y jefe, Irving Thalberg, se convirtió de nuevo en su superior al unirse la Metro con la Goldwyn transformándose en la MGM. La mastodóntica película de 9 horas llena de historias secundarias que hoy desconocemos quedó reducida a 2 horas y media por el productor. El cineasta siempre rechazó y se negó a ver el resultado del recorte declarando en multitud de ocasiones que el destrozo de su obra maestra fue el mayor disgusto de su vida.

La escasa docena de personas que pudo ver la obra completa, sin embargo, habla del asombro por la película que fue, para más inri, destruida durante un viaje en tren de costa a costa, deshaciéndose el metraje sobrante directamente al tirarlo por la ventana. La leyenda y la importancia de la película han convertido la búsqueda de la versión completa de 'Avaricia' en una de las mayores leyendas de la arqueología cinematográfica. Pese a que actualmente las 2 horas y media han pasado a ser cuatro mediante diversas fotografías de fragmentos recuperados, la obra completa de la película de Stroheim se denomina habitualmente "el Santo Grial" de la cinematografía. El cineasta Lars Trier, que se añadió el 'Von' en honor a Stroheim, ha declarado en multitud de ocasiones que 'Avaricia' es su película favorita.

Un pequeño respiro antes de otro disgusto

Erich Von Stroheim
Getty Images

La MGM intentó compensar a Stroheim dándole un amplio presupuesto para que realizara la versión cinematográfica de la conocida opereta de Franz Léhar, 'La viuda alegre', cuya adaptación cinematográfica más célebre es la protagonizada por Maurice Chavalier y dirigida por Lubitsch en 1934. Sin embargo, es la obra de Stroheim la que prevalece como la adaptación más impresionante, siendo uno de los pocos títulos que dirigió sin problemas ni recortes y, como todos los demás, fue un éxito en taquilla. Esta historia de un príncipe enamorado de una plebeya le sirve a este aristócrata falso para seguir con su desmenuzamiento de la decencia humana, ridiculizando hasta el extremo la aristocracia y su ya por entonces caduca superioridad. Por si fuera poco, esta película muda de 1925 cuenta con varias escenas intencionalmente musicales de baile, coordinadas con las bandas sonoras en directo de las salas, que la convierten en la única película muda musical. Un género que, obviamente, aún no existía. Como lo oyen, una genialidad.

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Vuelven los desastres, continúa el estado de gracia

von Stroheim, Erich - Actor, film director, Austria / USA - *22.09.1885-12.05.1957+ Scene from the movie 'The Wedding March'' Directed by: Erich von Stroheim USA 1928 Produced by: Paramount Pictures Vintage property of ullstein bild
ullstein bild Dtl.

La falta de problemas en la carrera de Stroheim no duraría mucho. Básicamente, lo que tardó el desmesurado cineasta en crear otra película de cuatro horas. Esta vez bajo el amparo de Paramount, otra empresa que confió en el primer "enfant terrible" de la historia del cine, el cineasta volvió a abordar la amoralidad de la aristocracia. Esta vez interpreta a un noble que, literalmente, puede declarar su amor sincero a una joven para después aparecer en una orgía en su casa familiar. Hablamos de una de las primeras películas en las que aparece, además, una violación a la engañada protagonista. Toda una lección de juegos de imagen en el cine mudo, una sucesión genial de escenas en las que los protagonistas dialogan a través de los las miradas y los intercambios de montaje de plano/contraplano. A todo, se suma un "montaje de atracciones" en la escena de la agresión sexual del que Eisenstein estaría orgulloso. Si pensabais que Gaspar Noé o Lars Von Trier eran atrevidos...

Hablamos, claro, solo de la primera mitad. Las segundas dos horas se distribuyeron solo en Europa por ser consideradas demasiado fuertes para el público americano. Denominada 'Luna de Miel' y no reconocida por su director, no se conservan copias. Este tema da rabia solo de pensar en lo mucho que nos perdemos, lo sé.

La película que creó 'El crepúsculo de los dioses'

Erich Von Stroheim
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Gloría Swanson, aún estrella del cine mudo, convenció a su millonario amante, Joseph P. Kennedy, para financiar de manera independiente 'La reina Kelly' para su mayor gloria. Ya apestado por casi todos los estudios, el magnate se fijo en Stroheim para dirigir una película que no le podía venir mejor a sus obsesiones cinematográficas. Un joven principe seduce a una novicia que, después es sorprendida por la mujer de este. Tras echarla literalmente a latigazos de su casa mientras los sirvientes estallan en carcajadas, la humillada joven se arroja a un pozo. Fin.

En realidad, el personaje de Swanson sobrevivía y llegaba, agarraos, a regentar un prostíbulo en África y vengarse de su mentiroso galán. La aparición del cine sonoro a mitad de la producción, las disputas entre estrella y director, la entrada de Kennedy (¿os suena el apellido?) en política y la censura (no sabemos por qué, lo del prostíbulo no les gustó mucho) son los culpables de que nunca podamos ver este proyecto acabado, aunque sí se conserva una de las alucinantes escenas del prostíbulo africano que, a día de hoy, se suele incluir en las copias de la película. Lo que se rodó de la película se sonorizó y fue estrenado por Swanson en 1931, edición de la obra de la que, lógicamente, Stroheim se desvinculó. Actualmente, lo que se distribuye es la versión inacabada de Stroheim cuyo final es el del pozo más la escena rodada del prostibulo como extra. Gracias a esta edición, podemos admirar de nuevo sus ingeniosas imágenes y la crueldad que estas capturan. Un adiós creativo, 'La reina Kelly' (o lo que nos quedó de ella), que es la última gran obra de la etapa muda del cine. Ahí es nada.

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Los Simpson también son fans

Erich Von Stroheim
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¿Os acordáis de Gabbo? Pues ese tétrico muñeco ventrílocuo que compite con Krusty en los Simpson es un homenaje a uno de los últimos proyectos de Stroheim dentro de un estudio. De nuevo, fue despedido y la película fue acabada y remontada por James Cruze por lo que es difícil considerar que su última obra como autor no sea 'La reina Kelly'. No obstante, esta historia de 1929 en la que un muñeco le da consejos a su dueño para conquistar a una bailarina, enamorada de otro hombre, bien merece la pena por algo más que por la referencia de la omnipresente y todopoderosa familia amarilla.

Todavía le quedaba otro fracaso para alejarse definitivamente de la dirección y de sus archienemigos, los productores. Cuatro años después de 'La reina Kelly' y ya en pleno cine sonoro, emprendió el rodaje de 'Hola hermanita'. No duró mucho sin ser despido, otros tres directores trabajaron en la finalización de una obra que fue, y sigue siendo, casi invisible.

Un final de película

Erich Von Stroheim
Getty Images

Todos recordamos como ese sombrío mayordomo y organista de 'El crepúsculo de los dioses' confiesa que en el pasado fue cineasta y que su carrera acabó con la de su jefa, Norma Desmond (Gloria Swanson). El final, una de las escenas más célebres de la historia del cine, nos regala en 1950 la última imagen de Stroheim sentado en una silla de dirección diciendo 'Acción' a Gloria Swanson. Todo un guiño cinéfilo de Billy Wilder hacia el cineasta del que cogió toda su mala leche, esas famosas cuchillas de afeitar que diría William Holden. Por otro lado, su papel de oficial militar y aristocrático tuvo su clímax en otra obra de máximo calibre, la francesa 'La gran ilusión". Las obras de Renoir y Wilder se convirtieron en espejos de las dos dimensiones más célebres de un cineasta que supo mezclar como pocos el éxito con el fracaso absoluto, el desastre con la genialidad. Un artista que conquistó al público cabreando a sus jefes y que consiguió abordar su interés por el retrato humano mostrando todo su lado oscuro. Adelantado a su tiempo, aún no sabemos por cuanto, las películas de Stroheim son una colección de magistrales historias destrozadas por la mala conservación, los productores o los recortes y, aún así, siguen siendo imprescindibles y únicas. "El hombre al que le gustaría odiar" en realidad era un cineasta al que todos debemos admirar.

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Rafael es experto en cine, series y videojuegos. Lo suyo es el cine clásico y de autor, aunque no se pierda una de Marvel o el éxito del momento en Netflix por deformación profesional. También tiene su lado friki, como prueba su especialización en el anime, el k-pop y todo lo relacionado con la cultura asiática. Por generación, a veces le toca escribir de éxitos musicales del momento, desde Bizarrap hasta Blackpink. Pero no se limita ahí, ya que también le gusta escribir de gastronomía, viajes, humor y memes. Tras 8 años escribiendo en Fotogramas y Esquire lo cierto es que ya ha hecho un poco de todo, desde entrevistas a estrellas internacionales hasta presentaciones de móviles o catas de aceite, insectos y, sí, con suerte, vino.  Se formó en Comunicación Audiovisual en la Universidad de Murcia. Después siguió en la Universidad Carlos III de Madrid con un Máster en Investigación en Medios de Comunicación. Además de comenzar un doctorado sobre la representación sexual en el cine de autor (que nunca acabó), también estudió un Master en crítica de cine, tanto en la ECAM como en la Escuela de Escritores. Antes, se curtió escribiendo en el blog Cinealacarbonara, siguió en medios como Amanecemetropolis, Culturamas o Revista Magnolia, y le dedicó todos sus esfuerzos a Revista Mutaciones desde su fundación.  Llegó a Hearst en 2018 años y logró hacerse un hueco en las redacciones de Fotogramas y Esquire, con las que sigue escribiendo de todo lo que le gusta y le mandan (a menudo coincide). Su buen o mal gusto (según se mire) le llevó también a meterse en el mundo de la gastronomía y los videojuegos. Vamos, que le gusta entretenerse.   

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