Las 20 mejores películas de altos vueltos en las que los aviones son los protagonistas

Tras Pearl Harbor llegó la batalla de Midway y esta vez fueron los aviones los que salvaron a los americanos y no al revés. Emmerich recupera el espíritu patriótico y heroico de la 'Pearl Harbor' de Michael Bay pero reduciendo al mínimo la trama amorosa para centrarse, sobre todo, en el espectáculo de las batallas aéreas. Preparaos para un recital de caídas en picado.

Parece mentira que haya pasado casi un siglo y que los espectáculos aéreos de esta película sigan siendo igual de asombrosos. Aunque sus escenas la hicieron merecedora del primer Oscar a Mejores Efectos especiales, hay mucho más tras esta historia de romance bélico que también es la primera Mejor Película de la historia de los premios más famosos del cine. Eso sí, nunca se librará del reproche de habérselo robado a una obra maestra como 'Amanecer' pero, casi un siglo después, la obra de Wellman sigue siendo histórica. Como curiosidad, se reivindica el beso entre los dos protagonistas en la enfermería como el primer ejemplo de beso gay del cine. Ya en la foto se intuye que a Clara Bow no le hacían mucho caso...

Aunque la película de Nolan esta compuesta por varias historias y un montaje que juega con el tiempo de cada situación (ya sabemos como le gusta al inglés jugar con esas cosas), lo que más nos conquistó de 'Dunkerque' fueron los aviones. Sí, para todo aquel que no haya visto esta película en cines, si hay algo impresionante de la, por ahora, última película del realizador de 'Origen', son las escenas de Tom Hardy, un piloto en una situación cada vez más crítica. Ganadora del Oscar a Mejor sonido, Efectos de sonido y Montaje, pocas veces hemos sentido y oído más y mejor el vuelo que en esta película.

Todos sabemos como se llama el avión del Presidente de los Estados Unidos y esta película tiene mucha culpa de ello. Aunque nos cuesta imaginar a Trump haciendo lo que hace Harrison Ford (salvar a su familia de unos terroristas que secuestran su avión), su carisma como presidente ha hecho que este thriller siempre tenga un hueco en nuestras tardes de cine televisivo del fin de semana.

El peligro de volar hace que un avión sea un espacio ideal para un thriller. La muerte siempre está cerca y no hay escapatoria. Quizás por eso este gran clásico del humor de los ochenta se formó en base a darle la vuelta a nuestras mayores pesadillas en un avión. Desde una alocada torre de control hasta unos pilotos que acaban siendo muñecos hinchables, toda locura cabe en esta genial película sobre como NO volar.

Tras el éxito de 'Alas', Howard Hughes convirtió en estrella a Jean Harlow con otro clásico de la aviación, 'Los ángeles del infierno'. Pero tras el Hughes productor y director que conocemos los cinéfilos había mucho más. Este millonaria aventurero y mujeriego tenía una descomunal afición por los aviones que derivó en muchas mejores de ingeniería de las que se benefició todo el país. El bueno de Marty Scorsese tuvo a bien contarnos su historia con DiCaprio y una impresionante Cate Blanchett en el papel de Katherine Hepburn ¿Qué más queréis?

Cazadora de cuero marrón, pantalones anchos remetidos por las botas, un casco ridículo atado en la barbilla y gafas tipo las de bucear en la piscina. El uniforme de aviador es, por decirlo de forma suave, difícil de llevar bien. Pero claro, llega Robert Redford, se lo planta y hasta a Susan Saradon se le cae la baba. El mítico actor interpreta aquí a un piloto de acrobacias que lleva su adicción al riesgo demasiado lejos.

Hubo una época en la que volar e ir al espacio solo estaban separados por una fina línea. Esta película narra la historia de un piloto que se quedó en esa estrecha barrera de separación. Yeager fue el primero en romper la barrera del sonido con su máquina pero fueron sus compañeros, pilotos de la Mercury, la primera nave espacial, los que lograron la fama.

Si hay un grande del cine fanático de la aviación, ese es Hayao Miyazaki. La que por ahora es su última película es todo un canto a volar y a la belleza de los aviones como solo el nipón podía llevar a cabo. Cuanta la historia de Jiro Horikoshi, el ingeniero que cambió la historia del mundo con su revolucionario modelo de avión.

Magnífica historia en la que los tripulantes de un avión de carga estrellado en el desierto han de conseguir fabricar otro, a partir de las piezas del primero, con el que salir vivos de ese entorno mortal. Los roces de esta convivencia extrema se intercalan con una bella serie de lecciones aeronáuticas en este clásico del cine de aventuras. Hay otra versión del 2004, si quieres cambiar a James Stewart por Dennis Quaid... Yo me lavo las manos.

Stewart fue la única estrella de cine que se adentró sin reparos en la Segunda Guerra Mundial. Mientras sus compañeros se dedicaban a tareas de propaganda, él decidió ser piloto de bombardero. Cuatro años después, había pasado de soldado a coronel. Tras la guerra siguió en la reserva y llegó a general de brigada. Es decir, que estamos ante todo un actor, pero también ante todo un piloto. Quizás por eso Billy Wilder no pudo pensar en otro actor para interpretar aquí a Charles Lindbergh, el primer piloto en cruzar el Atlántico sin escalas.

De acuerdo, esta película de vuelo tiene más bien poco. Sin embargo, su escena voladora es la más hermosa y famosa de la película. No solo nos enseñó la infinita belleza del continente africano desde el cielo, sino también lo romántico que puede ser para una cita de 10.

Ben Affleck, Josh Harnett y Kate Beckinsale formaron el triángulo amoroso que vive la trama de esta exitosa megaproducción de Bay. Al drama romántico de sus atractivas estrellas se sumaba la espectacular batalla de Pearl Harbor, todo un trauma para los estadounidenses que sirve aquí a Bay para derrochar narración épica y patriotismo sin mesura. Todo un espectáculo que, sin embargo, está envejeciendo más bien rápido.

Si Harrison Ford lo pasaba mal para librarse de unos terroristas en su avión presidencial, mucho peor aquí es lo de Jodie Foster. Su hija desaparece de forma misteriosa en un lugar tan cerrado como es un avión. Nadie la encuentra y, claro, empiezan a no creer que su hija llegase a estar a bordo. El agobio de Foster es contagioso y cada domingo por la tarde que la pasan en televisión acabas cayendo ante él.

Icono absoluto del cine republicano, prohibida durante décadas en España y censurada en Francia por presiones franquistas, ver esta película debería ser obligatorio para cualquier estudiante de Historia de España. Malraux, con un guion conjunto en el que también intervino Max Aub, nos regaló esta emocionante aventura sobre la derrota casi definitiva del bando republicano en el que se mezclan ficción y realidad. Su cumbre, cómo no, es un espectacular vuelo en avión.

Si has prometido alguna locura cuando los cerdos vuelen, mejor no veas esta maravilla animada de Miyazaki. El maestro del Estudio Ghibli realizó aquí su trabajo más admirado en la dirección por cineastas de todo el mundo al asombrar con las maravillosas coreografías de escenas de vuelo en esta película. Además, quién iba a pensar que un cerdo aviador podría tener tanto carisma.

Hablamos de todo un clásico de cine malo, ese que por desastroso te acaba cayendo simpático. Quizás no lo hubiese conseguido sin Samuel L. Jackson, pero esta película ganó su popularidad ya desde la gracia que provocaba su conciso título. Pretende ser un thriller pero es mejor verla para, simplemente, reírse un rato.

Esta película de Howard Hawks es, con poca discusión, la mejor película de la lista. También, hay que admitirlo, en la que menos espacio hay para los aviones. Se centra en la vida de los pilotos de un peligroso puesto de Sudamérica, en sus aventuras, su soledad y en su amor por el riesgo y el trabajo. Solo por eso ya merecía estar, pero es que además nos presenta a un Cary Grant en medio de Jean Arthur y Rita Hayworth.

Eastwood se ha dedicado últimamente a reivindicar la figura del héroe americano con grandes acontecimientos recientes. Quizás su mayor acierto haya sido retratando la historia de Sully, el veterano piloto que consiguió aterrizar su avión de urgencia en el río Hudson, salvando a todos y cada uno de sus pasajeros. La genial encarnación de Tom Hanks ayudó, claro.

Tenemos que ir pensando en repasar este clásico de los ochenta de cara su segunda parte. Antes de que 'Top Gun: Maverick' llegue a los cines el 17 de julio de 2020, todos tenemos que volver a ver a un joven Tom Cruise en esa academia de pilotos de élite que, si hizo algo bien, fue sobre todo popularizar las gafas Ray-Ban.