20 detalles escondidos que tiene 'El Club de la Lucha'

Para cualquier persona que tenga 'El Club de la Lucha' en DVD puede comprobar cómo, antes de llegar a los créditos, aparece un aviso típico de advertencia. Dénle al pause justo después y vean como tras ese anuncio se esconde un mensaje firmado por el propio Tyler (Brad Pitt) que dice lo siguiente:

"Si está leyendo esto, esta advertencia es para usted. Cada palabra que lee de esta inútil letra pequeña inútil le está quitando un segundo de vida. ¿No tiene otra cosas que hacer? ¿Está su vida tan vacía que honestamente no puede pensar en una mejor manera de pasar estos momentos? ¿O está tan impresionado con la autoridad que le da respeto y crédito a todos los que la reclaman? ¿Lee todo lo que se supone que debe leer? ¿Cree todo lo que se supone que debe pensar? ¿Compra lo que le dijeron que debía querer? Salga fuera de su apartamento. Conozca a un miembro del sexo opuesto. Detenga las compras excesivas y la masturbación. Deje el trabajo. Comience una pelea. Demuestre que está vivo. Si no reclamas tu humanidad, te convertirás en una estadística. Usted ha sido advertido ……. Tyler"

A menos que seas un experto en caligrafía probablemente no te hayas dado cuenta de este detalle: la fuente utilizada para los nombres de los créditos se llama 'Fight This'.

Todos recordamos que la primera vez en que Tyler Durden se encuentra con el Narrador (Edward Norton) es en un vuelo. Pues es incorrecto. Ya habíamos visto al personaje de Pitt cuatro veces antes en forma de flashblacks, solo que igual pasó desapercibido pues lo hace por apenas unos segundos. Parpadea y te lo perderás. Para que estés atento en el nuevo visionado vamos a dejarte aquí las susodichas cuatro apariciones, todas ellas durante la charla del Narrador con un médico: primero aparece una décima de segundo justo cuando el prota dice "dolor". Después es quien pone su brazo sobre el hombro de alguien en el grupo de apoyo durante la frase "abrirnos". Una vez más, se materializa cuando el Narrador está mirando a Marla alejarse y la cuarta vez es cuando el Narrador está en la oficina y dice la palabra "copiar".

Una publicidad subliminal más que interesante, desde luego.

Además de los pequeños momentos que comentábamos antes, hay otra breve aparición de Tyler antes de su presentación formal. Mientras el Narrador está en su habitación de hotel, observando sin pensar en su estado semi-consciente, hay una foto de un grupo de camareros diciendo "¡Bienvenido!" y si miras detenidamente, Tyler, o al menos Brad Pitt, está en el extremo derecho.

¿Qué pasa si te digo que hay un pene al final de la película, justo cuando se está desvaneciendo todo? El motivo de su aparición es un guiño al trabajo como proyector de películas del que habla Tyler, quien se jacta de incluir momentos de pornografía entre los carretes para dejar a los espectadores incómodos sin saber realmente por qué.

Desde los inicios de la película vemos múltiples escenas del Narrador yendo a reuniones de apoyo. En cada una de ellas usa un alias. Y atención, porque no son aleatorios. Todos los nombres son personaje que ha interpretado Robert De Niro.

Hay un cameo que pasa desapercibido en esta historia llena de grandes nombres de galanes de Hollywood, el de Leonardo DiCaprio. El actor no muestra su cara pero la niebla que rodea al Narrador cuando ve a un pingüino deslizándose es en realidad el aliento helado robado y ampliado que suelta DiCaprio al final de 'Titanic'.

El teléfono de Teddy en 'Memento ' es el mismo que mete Christopher Nolan en la llamada de Marla en 'El Club de la Lucha'.

No hay ni una sola escena en que no se cuele una taza de Starbucks.

Cuando la casa del Narrador explota en un terrible aluvión de llamas y destrucción, que Tyler luego confiesa haber planeado, no le queda otra que considerar nuevas opciones de residencia temporal. Y claro, es Tyler su opción, a quien llama desde un teléfono público. No responde pero le devuelve la llamada al instante. ¿Qué ocurre aquí? La cámara se acerca al texto que aparece en el teléfono, y aunque las palabras son borrosas y difíciles de descifrar, lo que pone son "No se aceptan llamadas entrantes". Esto es, que ahí va la primera y sutil pista de que Tyler no existe.

El vestuario de los protagonistas es realmente interesante. Son reflejos de sus personalidades; sin embargo, hay algo que comparten: los boxers. Por mucho que Tyler sea un excéntrico vistiendo, la ropa interior es de lo más tradicional. Es más, hay un guiño a que ambos son la misma persona cuando les vemos convivir juntos. Y es que el Narrador, que huye de su casa con calzoncillos de cuadros, aparece en casa de Tyler con la vestimenta íntima a juego.

En una de las escenas de la película, Tyler le dice a los miembros del club de la lucha: "La televisión nos educa para creer que un día seremos millonarios y estrellas del rock, pero no será así". Casualidades de la vida, mientras lo dice está mirando a un por entonces joven llamado Jared Leto (Cara de Ángel), quien, como bien sabemos hoy, había comenzado solo un año antes con su grupo '30 seconds to Mars', que se ganaría después un puesto en el mundo del rock.

Es extraño pero si os fijáis, cada vez que vemos al Narrador salir de un automóvil, siempre se levanta del asiento del conductor. Teniendo en cuenta que siempre Tyler conduce, esto podría ser entendido como un fallo de guion si no se conociese el final.

Si algo tiene 'El Club de la Lucha' son sutilezas. Detalles ínfimos que nos van revelando la identidad real de Tyler y que no se entienden hasta que se llega al final (y se vuelve a ver al menos una vez más). Si hablamos de las peleas en el ring, nunca vemos como los golpes en uno afectan al otro. Esto podría ser entendido como un fallo (si son la misma persona, ¿por qué no le duelen los golpes que recibe?). Sin embargo, si hay un momento en que vemos esta conexión: la pelea con el dueño del sótano, Lou. Aquí se ve a Tyler reírse mientras recibe unos golpes que producen una mueca de dolor en el Narrador, quien se agarra el estómago.

La continuidad es lo mínimo que esperas de una gran película. Pues 'El Club de la Lucha' cuidó realmente que todos los miembros que eventualmente se unen al Proyecto Mayhem ya hubiesen sido presentados. El director incluyó a todos sus miembros, antes de que se unieran al club, en escenas previas. A veces solo duran segundos o aparecen entre la multitud, pero ahí están.

Se añadieron referencias al trabajo artístico de los protagonistas de la película en forma de anuncios en marquesinas. Aunque en realidad solo se puede ver el anuncio de Pitt, 'Siete años en el Tíbet', en realidad se habían incluido dos más, solo que, fueron bloqueadas por un autobús.

Una de las tareas que recibe Tyler en el club es tener que pelear con un sacerdote. Como bien recordareis, como forma de incitar usan una manguera. Durante el trascurso de la escena, si se mira, bien, ésta tiembla ligeramente. ¿El motivo? Al igual que a nosotros nos hace gracia, al cámara también le pasó, y claro, la risa provocó que el marco se agitara un poco.

Durante los ensayos, Brad Pitt y Edward Norton descubrieron que ambos compartían su odio por el nuevo Volkswagen Beetle, por lo que en la escena en que ambos personajes salen a golpear automóviles con bates de béisbol, los actores insistieron que uno de ellos sea de este modelo para calmar su rabia. ¿Por qué tanto odio? Porque consideran el modelo original como un símbolo de la juventud y la libertad hippie de los 60 que acabó convirtiéndose en un ejemplo mismo de ese productor de consumo que tanto denuncia la película.

Resulta que la reportera que informa sobre la anarquía del proyecto Mayhem en la televisión no es ninguna actriz, es una periodista muy real. Se trata de Lauren Sánchez, una presentadora americana. Sin duda un guiño de realidad.

Es un hecho desafortunado pero que ocurre con frecuencia el de apenas dar visibilidad a buena parte del equipo que ha trabajado en una película. Los créditos son largos y pasan veloces. Por ello, el director decidió homenajear al equipo de rodajes y a los asistentes de producción creándoles sus propios créditos en medio de la cinta. Mientras el Narrador está en su escritorio escribiendo poemas haikus, a la izquierda de su pantalla hay un documento abierto. Eh voilà, se pueden leer los nombres de todos estos trabajadores.