Las 21 mejores películas sobre el cine porno

El protagonista de la nueva película de Sean Baker es Mikey Saber (inmenso Simon Rex), una gran estrella del cine porno con una carrera en decadencia que debe volver a su Texas natal. Allí nadie le echa de menos, pero una joven le hará recobrar sus esperanzas de volver a brillar frente a las cámaras pornográficas. Es, sin duda, una de las mejores películas de 2022 entre los estrenos españoles.

La cinta sueca retumbó fuerte desde su estreno en el Festival de Sundance. Ninja Thyberg ha logrado llevar al largometraje su corto homónimo de 2013, actualizando y ampliando su mirada realista y cruda sobre el presente del mundo del porno. Destaca el papel de la protagonista, Sofia Kappel, pero también la presencia en el reparto de figuras reales del porno como Casey Calvert, Abella Danger, Gina Valentina, Dana DeArmond, Xander Corvus, Kendra Space o Evelyn Claire, que refuerza la veracidad de este retrato. Una de las mejores películas de 2021.

Sean Baker siempre ha estado interesado en la industria del porno y el sexo (¡acabamos de ver 'Red Rocket' en esta misma lista!). Por otro lado, figuras de la industria como Ana Foxxx aparecían en ‘Tangerine’. Sin embargo, su abordaje más directo fue a través de la figura de una joven estrella, interpretada por Dree Hemingway, que alterna su primerizo camino como pornostar con una sorprendente amistad con una anciana. Estrellas de industria como Asa Akira, Manuel Ferrara o Lily LaBeau también aparecen en este retrato íntimo y callado frente al ruido y el sensacionalismo que rodea a una joven estrella del sexo en California.

Sin duda, el gran icono de la lista, una obra maestra de las muchas de la filmografía de Paul Thomas Anderson, aunque se trataba solo de su segunda película. Con una mezcla de influencias entre las que podríamos destacar a Scorsese, Altman o Demme, ‘Boogie nights’ narra el auge y caída de la edad dorada del porno en un cruce de historias repletas de personajes interesantes, trasmutaciones de verdaderas estrellas del porno, apariciones de otras (Nina Hartley) y un reparto tan amplio como excepcional.

Paul Schrader fue el autor del guion de ‘Taxi Driver’ antes de llegar a convertirse en un más que notable director. Parece ser que la costumbre de Travis Bickle de pasar la tarde en cines porno e incluso llevar a sus citas a ellos es una historia real del propio Schrader. Por eso no nos extraña que, años después, narrase en una de sus películas más aclamadas el oscuro trayecto de un padre conservador que busca a su hija, desaparecida en ese mundo del sexo duro que él desconocía. Es una de esas películas eróticas que también te harán pensar.

Sion Sono, que ya reflexionó sobre el género en ‘Exposición de amor’, rinde aquí un homenaje envenenado al Roman Porno, el género erótico que revolucionó Japón en los 70, lleno de fetiches y una incontable fantasía visual. Lo hizo a través de la historia de una actriz atrapada, en su lucha por romper la cuarta pared y escapar de la Roman Porno en la que vive, hayan dicho o no la palabra “corten”.

Bonello, como buen director francés, es otro muy interesado en la presencia del sexo en la imagen. Aquí, con la inestimable ayuda de un siempre imperdible Jean-Pierre Léaud, cuenta la historia de un veterano director de cine pornográfico que no consigue hacer nada tan excitante como en sus mejores obras. La falta de inspiración pornográfica se refleja en su estancada vida y en la frialdad del rodaje porno (con la actriz y directora pornográfica Ovidie).

Mítica y revolucionaria película de Imamura, que luego ganaría dos Palmas de Oro y crearía obras maestras como ‘Lluvia negra’. Sin embargo, fue aquí donde puso patas arriba a Japón a mediados de los sesenta. La cinta cuenta la historia de un creador pornográfico que oculta su profesión a su amante mientras su enamora de la hija adolescente de esta. El devenir de la historia es un relato arrollador y sorprendente que trató como nunca por entonces temas como el voyeurismo, el incesto o la pura perversión en el país nipón.

Con un guion creado por el director y la ex actriz porno Lorelei Lee, Ashley Hinshaw encarna a una joven que es convencida por su novio a hacerse una sesión de fotos picantes. Una cosa lleva a la otra y el dinero, las drogas, los amigos y el falso glamour acaban con la protagonista entrando en la industria pornográfica con el nombre de Cherry. Como curiosidad, aparece Heather Graham como directora porno en lo que podemos leer coma una evolución de su mítico personaje de Roller Girl en ‘Boogie Nights’.

De entre todas las leyendas de la edad de oro del porno, hay una que destacó por encima de todas. A partir de Linda Lovelace se creó el mito de la pornostar. La protagonista de ‘Garganta profunda’ se convirtió en una mujer igual de legendaria que la película que lo revolucionó todo. Sin embargo, detrás de la pornostar de las pornostars había una historia muy trágica de abusos y violaciones. Sin duda un biopic de altura que protagonizó Amanda Seyfried con nota en un papel alejado de su imagen habitual.

Cuando Hong Kong todavía gozaba de libertad con respecto a China, el cine erótico era tan habitual como el de artes marciales en la industria. Sin embargo, esta cinta que protagonizó Leslie Chung quiso dar otra vuelta de tuerca, tan cómica como paródica, en torno a un desesperado director de cine convencional que, tras dos fracasos, intenta resurgir con el porno. Decisión seguida por, como suele decirse, una serie de catastrófica desdichas. En el reparto destaca la arrebatadora Shu Qi, en un papel que le sirvió para saltar del softporn a convertirse en una de las mayores estrellas de Asia del nuevo siglo y musa de directores como Hou Hsiao-Hsien.

Milos Forman demostró de nuevo cómo poner orden en la locura de sus personajes narrando la extravagante vida del creador de Hustler, un revolucionario hortera y excesivo al que Playboy le parecía un meapilas y le dio a América la revista más explícita y desafiante de muchas décadas. Luces y sombras de un personaje fundamental en la revolución cultural de la segunda mitad de siglo, para mal y para bien, con un gran Woody Harrelson como protagonista.

Antes de que llegasen Brigitte Bardot, Marilyn Monroe, Sophia Loren, Jayne Mansfield y compañía, fue Bettie Page la que moldeó la sensualidad femenina desde los tomboys de peinados bob de los felices años 20 hacia las bombshells de curvas imposibles. Con ella nació la pin-up, pero también un país y una censura que no sabía cómo contener su éxito y la sexualidad que desprendían sus fotos. Gretchen Mol encarna al mito en una época en la que el Senado Americano quiso perseguir sus imágenes como contenido pornográfico.

La presencia española de la lista se la lleva un Pablo Berger que debutó con una historia basada en hechos reales sobre un vendedor de enciclopedias en crisis financiara que comienza a producir y exportar películas eróticas a países escandinavos en los últimos coletazos de la dictadura. Él es Javier Cámara y su fiel esposa, una peluquera que afrontará las consecuencias del giro radical en el trabajo de su marido, Candela Peña.

Mítico e indescriptible éxito del taiwanés sobre las relaciones sentimentales de un actor pornográfico que, además, se mueve en medio de un clima de sequía que deja sedienta a toda la población. Esperamos que entre el título y la fotografía no haga falta decir mucho más.

No podemos decir que este retrato sobre una chica que se mete a la industria del porno tenga un feroz carácter crítico o documental. La cinta es, ante todo, una comedia romántica adolescente donde abundan los chistes sexuales y la explotación del atractivo de su protagonista, Elisha Cuthbert. Sin embargo, bajo su superficie de puro entretenimiento, mostró a muchos jóvenes su primera ventana crítica hacia una industria en la que vemos a una protagonista arrepentida de su paso por ella; a una sociedad que debe aprender a aceptar sin prejuicios a las trabajadoras y ex trabajadoras sexuales; y una crítica a los magnates masculinos que se aprovechan de las actrices.

Podemos decir que la industria pornográfica amateur tiene, hoy en día, la misma importancia que la del valle de California. Atrás han quedado los cines porno y las grandes producciones, con estrenos con alfombra roja. Ahora el porno lo hace uno mismo y desde casa, y esa dinámica se mostraba hace ya más de una década en la idea de estos dos amigos que deciden emprender esta salida laboral. La dirige Kevin Smith (‘Clerks’) y la protagonizan Seth Rogen y Elisabeth Banks.

“Sex Tape” fue la palabra con la que nacieron celebridades de la talla de Kim Kardashian o Paris Hilton, y también episodios escandalosos como el de Tonya Harding o el de Pamela Anderson, cuyos acontecimientos tienen su propia miniserie, ‘Pam & Tommy’. Pero un Sex Tape lo puede protagonizar cualquiera, y eso es precisamente lo que le ocurre a esta pareja que decide grabarse para dar algo de chispa a sus encuentros sexuales y acaba distribuyendo el vídeo por error. Una comedia romántica que ya advertía de un problema que muchos han sufrido en sus propias carnes, la distribución de material íntimo con más personas de las que se pretendía. Lo que llega a Internet, se queda ahí para siempre…

Cuando hablamos de ‘A Serbian Film’ lo hacemos de una de las películas más polémicas de la historia. La cinta serbia fuerza los límites y lo hace con la pesadilla que vive un actor porno retirado cuando le ofrecen un nuevo trabajo, más privado y mejor pegado. Por supuesto, resulta ser todo menos porno mainstream (y legal). Sangre, drogas, incesto, pederastia. Si el porno es la oveja negra del cine a esto no queremos ni ponerle nombre.

Aunque hay estrellas de la Edad dorada que tuvieron una buena vida durante sus años de estrellato y tras su retiro, lo cierto es que el equivalente masculino a Linda Lovelace fue igual de desafortunado. John Holmes fue el gran actor de los años dorados de la industria y en su figura se basa mucho del personaje de Mark Whalkberg en ‘Boogie Nights’. Sin embargo, tuvo un ocaso más que negro que, por si alguien no lo sabe, no spoilearemos, pero en el que hay mucha violencia, drogas y enfermedad.