13 lecciones que hemos aprendido de Pulp Fiction
Fíjate un objetivo

“Marcellus Wallace, mi marido, tu jefe, te dijo que me sacaras a hacer lo que quisiera. Quiero bailar, quiero ganar, quiero ese trofeo”. Así de contundente se muestra la exótica Mia Wallace ante un desanimado Vincent Vega en la famosa escena del baile en ‘Pulp Fiction’. Descalzos y desprovistos de pudor, Travolta y Thurman improvisaron una de las más icónicas y homenajeadas coreografías del séptimo arte, el twist de ‘You never can tell’.
Los accidentes pasan, no te atormentes por ello

Sin duda una de las escenas más divertidas y surrealistas de la película es en la que Vincent Vega vuela los sesos de Marvin por accidente, una secuencia que nos ha enseñado que los accidentes pueden pasar. Y que, como en el caso de Vincent Vega, no debemos sentirnos culpables por ello. Después de todo, un accidente lo tiene cualquiera, ¿no?
Pide las cosas por favor

Puede que los protagonistas de ‘Pulp Fiction’ sean en su mayoría gángsters y delincuentes menores, pero si algo nos han enseñado es a pedir las cosas con educación. Aunque esto no siempre funcione ante tipos como el señor Lobo.
La conversación:
Señor Lobo: Muchachos, a trabajar.
Vincent Vega: Estaría bien pedirlo por favor.
Señor Lobo: ¿Cómo dices?
Vincent Vega: Que estaría bien pedirlo por favor.
Señor Lobo: No vengo a pedir nada por favor. Vengo a decir qué tenéis que hacer.Y si posees instinto de conservación, será mejor que lo hagas cagando leches. Os ofrezco mi ayuda. Si no la apreciáis, os deseo suerte, caballeros.
No te compliques

El contenido del maletín de Marcellus Wallace se ha convertido en el enigma más desquiciante de todos. Quizá contenga los diamantes del robo de ‘Reservoir Dogs’, el alma de Marcellus Wallace o, tal y como insinúa el coautor de la obra, Roger Avary, quizá sólo sea un MacGuffin: “Originalmente eran diamantes, pero era demasiado aburrido y predecible, por lo que se decidió no desvelar el contenido”.
¿Qué tiene que decir de todo esto Quentin Tarantino? “Es aquello que el espectador quiera que sea”. Lección aprendida: A veces las cosas son más simples de lo que parecen.
Aprovecha cada segundo

El limitado presupuesto de la película hizo que algunos actores como Christopher Walken sólo pudieran acudir al rodaje en sus horas libres. Así, limitado por el tiempo, Walken se presentó en el set de rodaje con tabasco en los labios, evitando que se le secara la boca durante su diálogo. De este modo, el actor pudo rodar su escena en una única toma y sin haberla ensayado antes. Grande, Walken.
En la variedad está el gusto

El póster de ‘Pulp Fiction’ se ha convertido en todo un símbolo e icono del cine más subversivo e irreverente, siendo imposible no reconocerlo. Sin embargo, ésta no fue la única opción inicial, siendo varias las propuestas finalmente rechazadas.
Aunque quizá el diseño más impactante sea el que sustituye a Uma Thurman por Elena Anaya con motivo de la lectura del guión de ‘Pulp Fiction’ que tendrá lugar el próximo lunes 22 de junio en el cine Capitol de Madrid y contará con Jorge Sanz, José Coronado, José Sacristán y Elena Anaya en los papeles de Vincent, Jules, Marcellus y Mia, respectivamente.
Respeta la propiedad privada

No se raya el coche de otro hombre, especialmente cuando éste es un Chevelle Malibu rojo de 1964 y pertenece a un matón como Vincent Vega (John Travolta) quien tiene claro la pena a pagar por semejante acto: “A esos tipos deberían matarlos. Sin juicio ni jurado, ejecución sumaria”.
¿El dato curioso en materia de coches? A Quentin Tarantino le robaron el Chevelle de ‘Pulp Fiction’ de la entrada de su casa y la policía de California tardó casi veinte años en encontrar el vehículo.
Lleva siempre ropa de repuesto (o acabarás con una ridícula camiseta)

Lo hemos visto en ‘Pulp Fiction’ y en ‘Breaking Bad’: las consecuencias de no llevar ropa de repuesto son siempre las mismas: el más absoluto de los ridículos. Y, la mayoría de las veces, una ducha improvisada en un patio trasero con la manguera del jardín.
Necesitas un librito de primeros auxilios

Si algo nos ha enseñado ‘Pulp Fiction’ es que hacerse con un librito de primeros auxilios puede ser una buena idea. Porque nunca se sabe cuando tu mejor amigo puede emular a Vincent Vega y aparecer en tu casa a la 1:30 de la madrugada necesitando algún tipo de ayuda médica.
Un desguace es siempre un buen sitio para ocultar pruebas

Protagonista y escenario de cientos de películas, los desguaces de coches llevan años siendo el lugar escogido por mafiosos, asesinos y profesores convertidos en capos de la droga para deshacerse de cualquier prueba o cadáver. O en el caso de Vincent Vega y Jules Winnfield, de un coche bañado en sangre con restos de cerebro por toda la tapicería. ¿El lugar escogido para tan surrealista escena? El desguace de Joe, “Monster Joe”.
Evita los silencios incómodos

Si algo nos ha enseñado Mia Wallace en ‘Pulp Fiction’ es que aunque no todos los silencios son incómodos, un chiste puede ser la mejor forma de despedirse ante molestas situaciones o silencios incómodos. ¿Recuerdas el chiste de Mia Wallace en ‘La bella fuerza cinco’? “Tres tomates van por la calle: Papá tomate, mamá tomate y bebé tomate. Bebé tomate se queda rezagado y papá tomate se enfada mucho. Vuelve, lo aplasta y dice: Ketchup”
No provoques indiferencia

La noche del estreno de ‘Pulp Fiction’ en el Lincoln Center, la proyección de la película se paró durante veinte minutos. ¿La razón? La delirante escena en la que Vincent Vega resucita a Mia Wallace con una inyección de adrenalina le provocó un paro cardiaco a un espectador. “No sé si será cierto, pero dicen que alguien murió de un infarto viendo ‘Tiburón’. Se lo contaron a Steven Spielberg y éste dijo: ‘¡Funciona! Ha surtido efecto, he hecho una gran película’”, afirmaba Quentin Tarantino en relación al incidente.
Así pues, la lección aprendida que podemos sacar (aparte de que el cine de Tarantino no es apto para cardiacos) es que el triunfo está en provocar emociones y no resultar indiferente. Y, a poder ser, sin infartos de por medio.
Un masaje de pies no significa nada. ¿O sí?

Pese al desmentido de Mia Wallace, corre el rumor de que Marcellus tiró por la ventana a un tipo sólo por masajear los pies de su esposa. ¿Es esto proporcionado? “Un masaje en los pies no es nada” afirmaba el profético matón de Marcellus Wallace, Jules Winnfield (Samuel L. Jackson), en ‘Pulp Fiction’. Así pues, ¿masajear los pies a alguien es un gesto inocente?
En caso de duda recuerda siempre el planteamiento de Vincent Vega: “¿Le harías un masaje de pies a otro hombre?”.


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