Como es sabido, la actriz de 32 años acaba de separarse del hipster francés Romain Dauriac, con quien llevaba casada desde el 1 de octubre de 2014, y con el que tuvo una hija, Rose Dorothy, que ya tiene algo más de dos años y medio. Una unión, dicho sea de paso, por el que los fans no dábamos un euro. Scarlett se merece más, mucho más. El caso es que, en vísperas del gran estreno y en las postrimerías del anuncio de divorcio, Scarlett ha abierto su solicitado corazón en una larga, muy larga entrevista para Playboy, que puede leerse íntegra pinchando aquí.
Al parecer, aunque no trascendió hasta hace pocas semanas, Scarlett rompió su relación con Romain en verano, y la entrevista se llevó a cabo antes del anuncio de la ruptura.
La Scarlett-perla:
"Creo que la idea de matrimonio es muy romántica; es una idea muy bonita y en la práctica también puede ser hermosa", pero... "No creo que la monogamía sea algo natural. Podrían mal interpretarme por esto, pero mantenerla da trabajito, mucho trabajito. Y el hecho que cueste tanto trabajo para tanta gente -para todo el mundo- demuestra que no es algo natural. El matrimonio es algo por lo que tengo mucho respeto, pero creo que definitivamente va en contra del instinto de mirar más allá."
Y alguna precisión sobre el contrato de matrimonio:
"Estar casado no es lo mismo que no estar casado, y cualquiera que te diga que es lo mismo está mintiendo. Cambia las cosas. Tengo amigos que han estado juntos por más de 10 años, y luego decidieron casarse. Cuando les pregunto por el día después de la boda, todos me dicen que es diferente. Siempre lo es. Es una hermosa responsabilidad, pero es una responsabilidad."
El resto de la entrevista, en el que la estrella habla de su carrera, cinematográfica y musical, sobre 'Ghost in the Shell', que rodó a las órdenes de Rupert Sanders (al que le pudieron, ehem, interesar sus opiniones sobre la monogamia, si nos remontamos al affaire del director con Kristen Stewart) y sobre su vida, la vida de una estrella, tampoco tiene desperdicio. No por nada Scarlett sigue siendo la estrella (femenina) más poderosa del Planeta Tierra, no sólo como Action Girl, sino como alma de proyectos tan insuperables, personales y alternativos como aquel 'Under the Skin', de Jonathan Glazer, una experiencia que la ha dejado marcada para siempre.